Andrea Pérez Zárate
Con compromiso de masa encefálica y un diagnóstico reservado se mantiene en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Regional, J.P.N., joven de 17 años, quien en un confuso incidente resultó herido de un disparo en la cabeza sin salida de proyectil.
El hecho ocurrió la mañana del lunes en la casa de la polola del menor, de iniciales N.A.C.M. y también de 17 años, quien, según los antecedentes entregados por la Fiscalía en la audiencia de control de detención realizada ayer, percutó el tiro que hirió a su pareja, quien fue trasladado por vecinos de la pieza en la que se encontraban.
Paradojalmente, la defensora juvenil que lleva la causa de N.A.C.M., Natalia Andrade, también habría patrocinado en ocasiones anteriores a su pololo herido. Incluso, la semana pasada cuando la autora del disparo fue formalizada por un hurto y el joven que se mantiene en coma inducido, la habría acompañado en el tribunal. Bajo este argumento basado en la relación amorosa que mantenían ambos por más de un año, la jurista buscó reforzar la teoría de accidente y bajar la gravedad del ilícito imputado a la menor desde homicidio frustrado a cuasidelito de homicidio.
Este argumento fue rechazado por el juez del Tribunal de Garantía, Ricardo Leyton, quien ordenó la internación provisoria inmediata de N.A.C.M. y le comunicó que el Ministerio Público comenzó la investigación del hecho por homicidio frustrado en contra de su pareja.
Intención o Accidente
De acuerdo a los antecedentes entregados por el fiscal Eduardo Ríos, las declaraciones de amigos de la pareja que ayudaron a trasladar al joven en un auto particular hasta el hospital luego del hecho; el arma que hirió gravemente al adolescente fue llevada por él mismo a la casa de la polola y habría indicado que estaba mala.
De hecho, uno de los testigos habría reconocido que cuando su amigo se la mostró, percutaron un tiro y la bala habría quedado trabada.
Según el relato, el herido habitualmente se alojaba en la pieza de su polola, ubicada en Tomás Bonilla 1343, en donde la madre de ella arrendaba dos piezas, la del primer piso era utilizada por la joven y la del segundo por su madre y un hermano de 8 años.
Según personas que conocían a la pareja, ambos cometían delitos menores, sin embargo se apoyaban y eran una pareja amorosa entre ellos.
"Por eso yo veo bien difícil que la "N" le haya disparado", afirmó un amigo de ambos.
De hecho, en su declaración la joven imputada relató que cuando despertó se quiso fumar un cigarro, y al buscar un encendedor, tanteando con la mano el piso, encontró el arma. La tomó y al moverla en dirección al joven para pedirle que se la llevara por temor a que pasara algo más grave, salió el disparo que hirió a su pololo.
Esto, según el relato de N.A.C.M. la asustó, gritó, y llegaron las demás personas que vivían en la casa, envolvieron la cabeza del menor con una toalla y lo llevaron de inmediato al Servicio de Urgencia.
N.A.C.M. continuó su relato explicando que se fue a caminar por la playa con el arma, sin saber qué hacer, y decidió lanzarla al mar, por el sector del Morro. Luego de ello, se fue a la casa de una amiga y cerca de las 19 horas decidió acercarse a la Policía de Investigaciones (PDI), luego de una conversación sobre el hecho con su madre.
Según explicó el fiscal del caso, la pieza donde ocurrieron los hechos habría sido limpiada, lo que sumado al hecho de deshacerse del arma demostrarían que la adolescente habría actuado intencionalmente, descartando la teoría de un accidente.
Represalias
Según comentó en la audiencia la defensora de la adolescente, una vez ocurrido el hecho, familiares del herido llegaron hasta el domicilio en donde resultó herido para apedrearlo, causando daños en vidrios y otros. Según testigos, los padres del adolescente fueron detenidos por desórdenes.