Crismary Castillo Marengo

Vestido con ropa deportiva y zapatillas negras, el cantante Miguel Bosé llegó ayer a Iquique pasadas las 10 de la mañana, hora en que fue visto saliendo del aeropuerto Diego Aracena, sin dar declaraciones a la prensa.

Así se mantuvo durante su estadía en la ciudad ya que el cantante no ofreció ningún tipo de entrevista a los medios locales. Miguel Bosé se quedaría hospedado en el hotel Terrado Cavancha, sin embargo, esta información no pudo ser confirmada.

Lo que sí se pudo ver fue un gran contingente de seguridad al exterior del mencionado hotel donde, desde muy temprano, nueve guardias de seguridad privada rodeaban el lugar, y además las dos entradas para acceder a la recepción estaban cerradas por vallas papales.

Así transcurrió la mañana hasta que a la una de la tarde, en el escenario dispuesto frente a Playa Brava para la presentación de artistas internacionales en el Carnaval de Iquique, comenzara la prueba de sonido con parte de la banda que acompañó al músico y tres de sus coristas.

Prueba sonido

La prueba de sonido se desarrolló sin la presencia del cantante por una media hora. Esto provocó congestión vehicular en la avenida Arturo Prat ya que algunas fanáticas se estacionaron para poder tomar fotos durante este momento.

Sin embargo, de repente Miguel Bosé apareció por escasos segundos por el extremo derecho del escenario, para luego pasar por detrás de sus músicos y dirigirse al lado izquierdo donde nadie podía verlo.

Para ese momento, lucía una polera distinta y estaba concentrado en probar el sonido para su espectáculo de la noche.

Ante esto, las fanáticas que ya sobrepasaban las 100 personas, comenzaron a pedirle que por favor las saludara, pero el artista no se animó a salir para complacer a sus seguidoras.

En tanto, la fila de autos estacionándose en la avenida incrementaba cada vez más y por esto, personal de Carabineros tuvo que intervenir para despejar la pista.

Fue allí cuando se escuchó por primera vez la voz del cantante interpretando parte de la canción "Creo en ti" y, con esto, los gritos, aplausos y coros se hicieron sentir, pese al sol e intenso calor que se sentía al medio día frente a Playa Brava.

Las fanáticas que se ubicaron para presenciar la prueba de sonido comenzaron a acercarse a la parte posterior del escenario que estaba cercado y consiguieron algunos saludos del artista.

El músico siguió con la prueba de sonido afinando detalles junto a sus coristas, sin salir hacia delante del escenario. Bosé continuó con la canción "Morena Mía" y logró nuevamente que el público aplaudiera y pidiera que por favor se dejara ver.

Sin embargo, la prueba de sonido terminó y el intérprete salió del escenario casi a las 14 horas ante los gritos de quienes pudieron verlo subirse a la camioneta que lo trasladaría al hotel.

Quien se retiró contenta fue Pamela Retamal ya que apenas se enteró que Bosé estaría en Iquique viajó desde Arica para estar cerca de su ídolo.

"Después de 30 años al fin tuve la oportunidad de verlo y nunca había estado tan cerca de él", dijo Retamal, quien pintó en su sombrilla la frase "Esperándote Miguel Bosé".

"Después de 30 años al fin tuve la oportunidad de verlo y nunca había estado tan cerca de él".

Pamela Retamal, fanática.