"Checho" el dueño de casa del Terminal Agropecuario de Iquique
Existen 40 carros en el terminal agropecuario que apoyan a los miles de iquiqueños que concurren a abastecer sus despensas, Checho es el conductor más antiguo de ellos. Es un hombre afable que encontró en el "agro" su hogar.
"Yo aquí me quiero morir", dice Sergio Zambrano Ricardo, uno de los cientos de trabajadores del terminal agropecuario de Iquique, pero él no es uno más, es el dueño de casa porque para él no es su lugar de trabajo "es mi casa" dice orgulloso y seguro el "Checho".
"Yo tengo un problema para hablar, cuando llegué aquí venía de una escuela especial, no conocía a nadie, no tenía amigos y al poquito tiempo que llegué me hice hartos amigos, que quiero mucho y que me quieren también, no me gusta estar solo", relata el amable Checho.
Él es un hombre afable, amigo de sus amigos, que con orgullo cuenta que en los más de 30 años que lleva trabajando en el "agro" de Iquique, nunca ha perdido ni un sólo producto de alguno de sus clientes.
"Yo soy honrado por eso me buscan y me quieren, cuido las compras de mis caseros, no se me pierde ni una papa", dice con el buen humor característico de la gente del terminal agropecuario.
Sergio tiene 50 años y llegó a los 18 a lo que él llama su casa. "Aquí yo aprendí todo, mis papitos fallecieron, quedamos mi hermana y yo, ella es mayor, ya está casada y siempre me ayuda, me dice que no trabaje aquí, pero a mí me gusta la amistad que yo tengo aquí, todo el mundo me quiere, me ayudan, me apoyan. Yo nací en Iquique pero como que me críe en el Agro", cuenta orgulloso y agradecido. Se siente muy querido y valorado.
Integración
En el "agro" el Checho se siente acompañado y muy bien integrado a pesar de su problema para hablar fluidamente. "Aquí hay harta gente como yo trabajando en los carros. Somos 40, yo soy el más antiguo, todos somos amigos. Es como una familia, porque cuando alguno de nosotros está enfermo, o le pasa algo, vamos todos 'altiro' y los apoyamos, como las familias. Aquí la gente es buena y se apoya, es mi familia también", comenta.
Penas y Amores
Y como en toda familia hubo grandes dolores para ellos, en especial para el Checho. "Yo tenía dos amigos muy queridos que trabajaban también en los carros, los dos se llamaban Lorenzo, al Lorenzo Cataldo lo mató un auto, me dolió mucho eso", cuenta visiblemente afectado.
Su otro amigo Lorenzo falleció por una enfermedad que lo afectaba. "No sé muy bien que era lo que tenía pero él se murió acá en el "agro", fue triste eso, los dos eran mis más grandes amigos aquí", relata.
Esos dolores lo han marcado fuertemente, pero también ha encontrado no sólo compañía entre sus amigos. "Ya llevo 4 años con mi pareja, la conocí aquí, pero prefiero no decir quién es, es muy bonita ella, trabajaba antes aquí, pero ya se fue a otra parte a trabajar, nos queremos mucho, ya tenemos 4 años juntos", cuenta con clara emoción de quien tiene un corazón acompañado y pleno.
Él no tiene hijos, pero no está solo. "Además de mi pareja tengo a mi hermana, ella se preocupa harto de mí, siempre me ayuda y también me cuida", relata agradecido.
La Partida
El Checho ha pasado más de 30 años acá y bromea con que ahora será famoso. "Ahora van a ver mi historia en el diario, me van a pedir autógrafos", celebra. Pero eso para él, si bien es divertido, no es importante, lo que él quiere es pasar su vida en su casa, en su "agro".
"Yo me voy de aquí cuando me muera. Como mis amigos, a mí me gusta aquí, es mi casa. Yo dejo de trabajar acá cuando me muera", afirma muy seguro.
De todas formas, cuenta que si eso pasa "lo que más quiero es que me traigan para acá, con mis amigos, a mi casa", dice.
Según relata Sergio, quiere recibir el último adiós de su familia postiza del terminal. "Aquí cuando uno de los nuestros se muere, vamos a hablar con la familia. Si nos dan permiso, traemos un carretón grande, ponemos ahí el cajón del amigo, con sus flores, la fotito y lo llevamos a recorrer el terminal", cuenta.
"Yo quiero eso para mí cuando me vaya, quiero que se acuerden de mi acá, quiero dar una última vuelta por mi casa, despedirme de mis amigos que quiero mucho y que me quieren, yo soy muy feliz en el terminal, aquí la gente es buena, es cariñosa, y siempre recibe bien al que llega y quiere trabajar", dice emocionado.
"Yo no tenía amigos, me costaba harto, aquí tengo un montón, es lo que más me gusta de aquí, me quieren harto, me valoran, puedo trabajar. No gano mucho, pero soy bien feliz. Aquí llega siempre gente nueva a trabajar, chiquillos que limpian autos o cosas así, pero todos son bienvenidos. Cuando uno está sólo, el mejor lugar es venir para acá, hay harta amistad y cariño", dice con autoridad.
"Somos una familia con los chiquillos de los carros, somos 40 y somos todos importantes aquí", cuenta el agradecido Checho.
El dueño de casa del Terminal Agropecuario, que en su próxima visita al "agro", estará feliz de acompañar sus compras y cuidar de sus productos, está orgulloso de su oficio, de su casa, y espera no tener que abandonar pronto.
Que sea sólo la muerte quien lo aleje de su hogar, del que espera ser despedido con todos los honores y cariños de sus amigos. Dando su última vuelta en un carro característico del Terminal Agropecuario.
"Yo nací en Iquique, pero como que me críe en el agro"
Sergio "Checho"Zambrano, movilizador de carros.