Secciones

El 62% del contrabando animal en Tarapacá corresponde a loros

E-mail Compartir

El jueves 3 de marzo, personal de Carabineros de la subcomisaría de Colchane detuvo a un sujeto de nacionalidad boliviana por transportar ilegalmente a cuatro loros guacamayos en una caja envuelta con nylon negro.

Esta persona quedó inmediatamente detenida y formalizada por infringir el artículo 22 de la Ley de Caza 19.473, que especifica que quien no acredite la legítima procedencia tendrá que entregar cualquier ejemplar que posea.

Esta ley ratifica en el país la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites por sus siglas en inglés) al que adhirió Chile en 1974 y que tiene como objetivo regular el negocio de ejemplares y que no representen un riesgo para la supervivencia de éstas.

A nivel nacional, la región de Tarapacá -por sus características fronterizas- es una de las zonas donde existe una mayor prevalencia en cuanto a contrabando animal. Lo anterior es respaldado por la información del Servicio Agrícola Ganadero (SAG) de Tarapacá que, según datos consolidados, precisó que en los últimos siete años se incautaron 177 especies. De las cuales, un 62,5% corresponden a Psitácidos o loros.

Especies

Según documentó el SAG, de las 177 especies incautadas, 111 corresponden a loros tricahues chilenas y guacamayos bolivianos, 23 a tortugas, 18 a Paseriformes o pájaros cantores, 10 a Cebus capucinus o monos capuchinos, 5 a Saimiri sciureus o monos ardillas, 5 a iguanas, 2 a Aotus zonalis o monos nocturnos.

Cerrando la estadística, en Tarapacá también se encontró un león, y misma cantidad paraserpientes y quirquinchos.

César Cardozo, director regional del SAG, está consciente de estas altas cifras de contrabando y por lo mismo revela que en el organismo de fiscalización están trabajando en conjunto con Carabineros, Aduanas y Policía de Investigaciones, para evitar el que es, según indicaron, el tercer contrabando más lucrativo en el mundo después de las drogas y las armas.

"Tenemos una mesa de fiscalización instalada desde el año pasado, donde realizamos diferentes coordinaciones con los servicios que tienen pertinencia en fiscalizar e ir disminuyendo los ingresos clandestinos", precisó.

La autoridad regional indicó que estos ingresos clandestinos, la mayoría de las veces, son por pasos no habilitados.

"Todos estos ingresos no son solo de animales vivos, sino de otro tipo de productos o subproductos de estos animales e ingresan por pasos no habilitados, donde lamentablemente existen muchos sectores por los cuales pueden ingresar", relató.

Procedimientos

De todas formas, Cardozo comentó que la presencia del SAG en los controles fronterizos es en todo momento, por lo mismo sostuvo que en el servicio implementaron nuevos procedimientos para detectar contrabando de especies, que se suma al escáner que poseen en estos lugares.

"Nosotros poseemos sistemas complementarios que hemos ido haciendo en el mismo control. En este caso, tenemos implementado un trabajo en conjunto con las brigadas caninas, donde aumentó la cantidad de olores que puedan ser identificados por nuestros canes", explicó.

Asimismo, el director regional confirmó que trabajan mancomundamante con organizaciones animalistas y ambientalistas, que se transforman en ayudantes de los organismos para la incautación de estas especies con procedencia ilegal. Las que una vez incautadas pueden ser devueltas a su país de origen o llevadas algún centro que esté en coordinación con SAG.

"Hay que diferenciar dos cosas. Por ejemplo si un guacamayo llega a manos del SAG en el control fronterizo, se devuelve a su país de origen, que en su mayoría provienen desde la selva boliviana", aseguró.

Al respecto, si el ave ya está al interior del país, Cardozo enseña que como servicio corroboran la denuncia y en base a eso solicitan la legítima procedencia. Si esto no se acredita, el SAG decomisa.

"Dependiendo de la especie que es, se ubica al interior del país un lugar de destino para que pueda mantenerse en este caso en la mejor condición. Esto sería algún centro de rehabilitación, de rescate que tienen las universidades, particulares o de exhibición", puntualizó.

Para finalizar, la autoridad recordó que las personas que estén involucradas en contrabando animal podrían estar expuestas a penas mínimas de 3 UTM ($135.540), pero dependiendo de la configuración del delito podrían haber penas de cárcel.

Pablo Ibarra, jefe de la Brigada de Delitos Medioambientales (Bidema) de la PDI, unidad encargada de fiscalizar este tipo de contrabando, manifestó que hay diferentes modus operandi para estos ingresos ilegales de especies.

"Hay personas que utilizan los pasos fronterizos, para entrar animales escondidos. Ya sea en su cuerpo, en vehículos especialmente modificados, en maletas y hasta en bidones y tubos", recordó.

Ibarra remarcó que las condiciones son "pésimas" a las que se exponen las especies de contrabando, donde muchas veces están bajo estrés. Donde de cinco ejemplares, sobreviven -en promedio- dos.

De todas maneras, el policía recordó la incautación más extrema que le tocó vivir en sus años a cargo de la unidad medioambiental policiaca.

"El año pasado vimos a un persona que en el control de Chacalluta en Arica se dirigía hacia Iquique y él traía alrededor de 30 tortugas de agua, ocho tortugas de tierra y traía tres serpientes. Por ejemplo, 15 de estas especies las llevaba en un banano pequeño y el resto en un bolso", apuntó.

Rescate

Ana María Olivares, presidenta de la Sociedad Protectora de Animales (SPA), tuvo en su poder muchas de estas especies incautadas, ya que el organismo lidera los rescates en conjunto con el SAG y en reiteradas ocasiones ellos trasladaron ejemplares hasta las dependencias de este organismo.

"Hemos tenido a varios de los 17 monos incautados. Una vez tuvimos a un mono nocturno que encontró Carabineros en Alto Hospicio de noche y lo pudimos enviar al Centro de Primates que existe en Peñaflor", informó.

Olivares aclaró que todas estas especies están protegidos bajo el convenio Cites, donde no se permite tener como mascota a ninguno de estos animales.

"Los monos que existen en el país son solo los que han comprado los circos, con un permiso especial que le otorga el SAG en este caso", argumentó.

La presidenta de la SPA mencionó que gracias a las denuncias hechas por las personas y el trabajo con Carabineros y la Bidema, la labor de rescate se les facilitó, donde muchas veces ellos actúan como ente de recepción, incluso cuando los ejemplares ya habían sido enviadas a otros centros por el SAG.

"A los genios del zoológico de Los Verdes se les ocurrió poner jaula con jaula a un mono ardilla y a un mono capuchino. Se agredían a través de las jaulas y uno de los primates perdió la cola, deditos y sufrió harto ahí. Entonces, ellos (el SAG) para salir de ese 'cacho' nos lo pasaron a nosotros y ahí yo lo mandé a Peñaflor", dijo Olivares.

Elba Muñoz, dueña del Centro de Primates de Peñaflor, lugar donde viven los monos incautados en Tarapacá, señaló que los animales estaban en una "pésima condición" cuando los recepcionó.

"Me acuerdo que cuando llegó la 'monita' ardilla, no tenía el brazo completo desde el hombro y no tenía cola. Esa 'monita' llegó 100% bien a ese zoológico (de Los Verdes). No sé cómo lo permiten. Todos los primates que me llegaron desde allá llegaron con problemas", insistió.

La dueña del centro de rehabilitación recalcó que en la convención Cites, a en la cual el organismo depositario en Chile es el Sag, dijo que existe un árbol de decisiones.

"Cuando se decomisa un animal debe ser devuelto al país de origen si está en la frontera. Pero cuando ya está dentro del país, la primera prioridad es llevarlo a un centro de rescate de la especie. En este caso ya existe un centro de rescate de monos", dijo.

Atractivos

Según la estadística mencionada del SAG, la especie que más prevalece en estos contrabandos son los loros y al parecer tendría algún tipo de lógica.

Juan Carlos Torres, vicepresidente de AvesChile y biólogo, explicó que el alto tráfico ilegal de estas especies es producto de su color y por el menor valor que tienen estas especies en el mercado negro versus el comercio establecido donde un loro puede costar $1 millón.

"Los de contrabando se pueden adquirir por $100 mil aproximadamente. Además los loros son aves longevas, viven muchos años. Entonces, hay gente que les gusta esto de tener una mascota que dure 20 o 30 años como pasa en este caso y pasan a ser parte de una familia y ese es el interés", añadió.

Aunque el especialista en ornitología (ciencia que estudia a las aves) advirtió que el poseer algunos de estos ejemplares puede conllevar algunos riesgos para las personas.

"Las personas que compran loros pueden estar expuestas a la transmisión de una enfermedad que es llamada ornitosis o psitacosis y sus síntomas son los de una neumonía atípica", concluyó.

Distinción

Luis Álvarez, sociólogo de la Unap, al ser consultado del por qué las mascotas exóticas son tan demandadas, indicó que corresponde a un deseo de ser distinto.

"Tener a un animal exótico para mí difiere de lo normal. Yo tengo una serpiente, tengo a un mono y yo me distingo como ser humano y paso a un sitial superior. Buscan un concepto sociológico que es la distinción, o sea yo ya no soy de la masa", reveló.

Para el especialista, esta distinción los lleva a pasar arriba de la legalidad, ya que acotó que el fin último de estas personas es tener algo es tener algo que los valide frente a sus pares.

Pablo Ibarra, Bidema