¿Voto obligatorio?
Varias circunstancias hacen aparecer la posibilidad de volver al voto obligatorio: la baja asistencia de los ciudadanos a las urnas, la desilusión y la desconfianza de los chilenos en los políticos, y por ende el vaticinio de que en las próximas elecciones en los locales de votación penarán las ánimas, como un arma de los votantes para demostrar su repudio.
Trágico acontecer, por decir lo menos: los electores chilenos no están preparados para una responsabilidad política de voto voluntario y se pondera la idea de obligarlos como a un rebaño.
Los ganadores en la opción voluntaria son aquellos partidos disciplinados en que sus militantes y adeptos acuden a votar como una consigna de conciencia. Voluntario u obligatorio el voto, el problema es la falta de educación cívica en el proceso formador de los chilenos, que en una gran mayoría desconocen los requisitos de responsabilidad para una sana democracia. El deber del estado es educar, no obligar, y el de los políticos ganarse los votos.
Marcos Concha Valencia