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Quiropraxia Inka: poder sanador a través de las manos

De acuerdo a Javier Vásquez, Hipócrates decía que para diagnosticar a un paciente debían revisar su espalda. Por ello, siguió ese camino para ayudar a las personas a curarse a través de la quiropraxia, pero con una técnica más completa: la inca.
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Mariela Cabello Venegas

Indolora, de bajo costo y de resultados rápidos y efectivos es la quiropraxia Inka, disciplina proveniente del Perú, que nace de la recopilación de conocimientos del amauta (maestro) Iván Reyna de la cultura Inca y que tiene a su representante en Iquique, quien desde enero a la fecha ha atendido a más de 1.200 pacientes.

Se trata del médico cirujano Javier Vásquez, que luego de trabajar en la medicina occidental, inclusive especializándose con neurocirujanos, optó por esta área de la medicina complementaria para curar el bienestar físico y emocional a través de observar y mejorar la estructura de la columna gracias a la quiropraxia.

Si bien en su centro Nuvimed ya aplicaba a sus pacientes la quiropraxia tradicional o anglosajona, sentía que faltaban algunos movimientos para hacerla más completa. Fue en ese entonces que investigando llegaron a la existencia de la quiropraxia Inka. "Viajamos a Perú, estuvimos en Lima y en la selva estudiándola. Esta quiropraxia fue fundada por el amauta Iván Reyna, que es un quiropráctico peruano de mucha experiencia que se dedicó a recopilar los conocimientos de los 'hueseros' o componedores de huesos de la selva y sierra de los incas. El fue mi maestro y con esta información recopilada y su propia técnica creó este sistema", dice,

Según explica Vásquez, el sistema se basa en que la columna tiene puntos específicos de energía o puntos maestros, que deben ser corregidos para que el cuerpo relaje toda su musculatura. "Es así que con dos o tres movimientos se puede corregir toda la columna. Pero esta quiropraxia tiene más movimientos y lo principal es generar el kasay que es un término inca, que tiene que ver con un sistema de autocuración de la columna. Recordemos que la columna es como una serpiente que tiene que estar derecha y esos puntos deben estar ordenados. Si un punto está desordenado, todo lo demás está desordenado. Hay gente que se levanta en la mañana y le suena la espalda "crack" y es como una manera de liberar, pero al día siguiente le vuelve a sonar y eso es porque su cuerpo busca la forma de curarse, pero quiere decir que hay vertebras maestras que no están en su lugar y mientras no estén en su bien no puede haber mejoría", revela Vásquez.

Los instrumentos

Consultado sobre la técnica e instrumentos utilizados para esta terapia, Vásquez manifiesta que se usa una manta inca (lliclla), una almohadilla pequeña (chiqancay) y otra más grande, las cuales están hechas de lana, además de ello usa la presión de sus manos y codos. "Nosotros la usamos porque amarramos el cuello, amarramos extremidades y se tira. La manta también se pone en la espalda porque corren muchos flujos, muchas partes del cuerpo que se refleja, además hacemos presión con la almohadilla para que no sea tan dolorosa, porque igual son golpes que son más gruesos y así evitamos que el paciente se dañe y el quiropráctico también se daña cuando está mal hecha la práctica", asevera.

Al respecto, por eso recomienda que sea practicada por un especialista: "Con una buena quiropraxia el paciente tiene que salir sin dolor, si sale con dolor es porque no estuvo bien hecha, por eso debe hacerlo alguien que sepa".

En el caso de la práctica inca se puede ver un antes y después de hacer un kasay, pues "la espalda se suelta y se relaja completa sólo con un par de movimientos. Una espalda sana nos genera bienestar en todo sentido. La quiropraxia inka es osteo, articular y bioenergética".

El terapeuta indica que este tratamiento es 100% seguro y eficaz, y se debe realizar de acuerdo a la edad y patologías de cada paciente. "No es preciso que una persona esté enferma. En muchos países del mundo, ante un dolor van primero al quiropráctico y él los deriva al doctor si es necesario", precisa.

Los dolores

Vásquez agrega que tras su paso por el servicio de urgencia, la principal consulta es por dolores. "Yo estudié neurocirugía y comprendí que era muy importante el diagnóstico. Hipócrates decía 'vayan a la columna que ahí van a encontrar la respuesta', pero la industria farmacéutica ha generado un mercado. Nosotros no estudiamos para tener un Ferrari, sino para que la gente se sienta mejor", enfatiza.

Por ello, que ésta es una medicina de bajo costo, pues no se necesitan tantas sesiones. Por ejemplo, un caso simple necesita sólo 1 o 2 sesiones; casos complejos 6 sesiones y los ultracomplejos deben ir una vez al mes.

En este sentido, Vásquez dice que los dolores de espalda y la pérdida de movilidad en el cuello se puede solucionar en una sesión. "También las personas crecen, porque se corrige la hipersifosis o jorobita. Tenemos evidencia, eso hace que crezca el cuello dos o tres centímetros. Es un arte de moldear el cuerpo, devolver a ese cuerpo la anatomía correcta con las manos".

"También las personas crecen, se corrige la hipersifosis o jorobita".

Javier Vásquez,, médico cirujano y quiropráctico Inka.