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Exintendente de Aylwin: "Hay nuevas generaciones e Iquique no es el mismo"

Fue la primera autoridad regional designada por el fallecido mandatario en Tarapacá tras el retorno a la democracia. Hoy rememora sus principales obras, sus vínculos y cómo debiera ser recordado.
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Mauricio Torres Paredes

"En homenaje a la verdad, Patricio Aylwin fue el fundador de la ciudad de Alto Hospicio y eso es importante que se conozca como un hecho gravitante en la historia de Iquique". Con esas palabras, el primer intendente del retorno a la democracia en Tarapacá, Nelson Garrido, reconoce que hay muchas cosas que deben saberse sobre el gobierno de transición. "Hay nuevas generaciones e Iquique no es el mismo de veinte, treinta años atrás, por lo que es importante que por lo menos eso se sepa", dice la exautoridad regional.

Garrido recuerda que, antes de las tomas, en Alto Hospicio existían unas quintas, el aeropuerto de Los Cóndores y un retén de Carabineros. "Era todo lo que había, pero resulta que durante la dictadura se erradicó a gente a Alto Hospicio, donde quedó completamente abandonada. Tras ganar la Presidencia de la República, fui designado intendente, y una de mis primeras preocupaciones fue organizar comités e iniciar el mejoramiento del ambiente en ese sector", recuerda.

Los pobladores no tenían luz, agua potable ni alcantarillado, por lo que invitó al ministro de Vivienda, quien, dice Garrido, se vio impactado.

"El compromiso fue traer al Presidente de la República para que visitara el campamento. Y también se sintió impactado con lo que ahí ocurría, por lo que ordenó preocuparse definitivamente del sector. La presidenta de toda esa organización fue la señora Rosa Pérez, una mujer valerosa a la que debiera rendírsele hasta un homenaje porque leyó un discurso impresionante, que debiera estar en algún mural en la Municipalidad de Alto Hospicio. Ese discurso dio origen a la fundación de Alto Hospicio", expresa.

-Uno de los hechos más importantes fue el hallazgo en Pisagua... ¿Cómo se vivió ese momento?

-Esa fue otra situación dramática en las que me correspondió participar. Ya había antecedentes por un grupo de personas de que había una fosa a un costado del cementerio… Se llegaron a encontrar los cadáveres cuando se había avanzado más de dos metros de profundidad, casi tres metros… se ubicó la fosa, me contactaron y fui inmediatamente al sector y ahí se inició el proceso de descubrimiento y extracción de los cadáveres que estaban en sacos a la morgue de Iquique. La identificación de todos los cuerpos se logró en un proceso que duró poco más de un mes. Se realizó un funeral impresionante, con la presencia del ministro del Interior, Enrique Krauss. Como testimonio surgió mi idea de construir un mausoleo con la leyenda "Para que Nunca Más", el que está actualmente vigente…

-¿Cuáles fueron las principales obras?

-En primer lugar el alcantarillado de Iquique. Esa fue la obra más grande que se realizó en aquel entonces, con la cual pudimos descontaminar las playas de El Morro, Cavancha y Playa Brava… Era algo espantoso. El alcantarillado tenía 400 metros de distancia del sector de Playa Brava a El Morro, la remodelación, y desembocaba todo... La fetidez era impresionante. Nos preocupamos justamente de un nuevo alcantarillado que permitiera incluso construir en esos sectores, porque ahí nadie quería construir. Lo otro fue la Zona Franca... logramos prohibir su privatización, proceso que me correspondió iniciar incluso antes del No. Cuando la dictadura perdió el plebiscito, se inició un proceso acelerado de privatizaciones en todas partes e Iquique no estuvo exento con la Zona Franca. Felizmente logramos impedirla. Le envié unos documentos a Patricio Aylwin para que sacara de Contraloría el decreto de la privatización. Con eso se logró detener el proceso. Luego se creó la sociedad anónima estatal.

La gestión de Aylwin también apoyó a los distintos sectores rurales tanto en canalización como en obras de riego. En esa época Tarapacá aún contemplaba las provincias de Arica y Parinacota.

"Yo visitaba periódicamente todos los pueblos del interior. Tres días trabajaba en Iquique y dos en Arica. En Arica se creó el parque industrial de Zona Franca, una obra importante, pero luego dependió de los empresarios en avanzar y mantenerla.

-¿Qué vínculos tenía con el expresidente?

-Éramos camaradas de partido. Juntos trabajamos durante la dictadura. En un inicio bajo las instrucciones que daba don Gabriel Valdés, presidente del partido en la clandestinidad y luego cuando se abrió el "veranito de San Juan" y se reconoció hipotéticamente a los partidos democráticos donde iniciamos nuestra presencia más pública. Con don Gabriel Valdés trabajamos en el Grupo de los 24, la Alianza Democrática, la Asamblea de la Civilidad y el Comité de Elecciones Libres y posteriormente con la Concertación. Antes del plebiscito don Gabriel Valdes mantenía la posición de movilización social. En la Junta Nacional del Partido Demócrata Cristiano se presentaron dos mociones: la movilización social y la movilización político electoral. Yo me matriculé con la posición que mantenía Patricio Aylwin que era la política electoral. Pero nos conocíamos de muchos años atrás. Trabajamos juntos contra la Unidad Popular. Luego con la inscripción del partido para participar del plebiscito hasta que logramos ganar.

-¿Cómo lo recordará?

-Como uno de los grandes presidentes del país, por todo el crecimiento y lo que significó iniciar el proceso democrático desde el 90 en adelante, que fue muy difícil. Tuvimos a Pinochet varios años como comandante en jefe del Ejército, por lo que no era muy fácil trabajar en esos tiempos y había que llegar a algunos acuerdos que eran muy desagradables para todos pero que lamentablemente había que hacerlos con el propósito de mantener la libertad y la democracia.