Control de identidad y delincuencia
A mucha delincuencia, muchas herramientas, muchos procedimientos, mucho control y lo que sea necesario hasta lograr resultados concretos; nuestra sociedad está cansada, otras visiones parecen paja molida.
Hasta aquí, el exceso de celo y sensibilidad a la posible vulneración de ciertos derechos no ha demostrado que logremos una mejor sociedad, ni de cerca, por el contrario parece empeorarlo.
No caben derechos de nadie cuando se me vulnera los míos a manos de la delincuencia en cualquier momento y de cualquier manera, especialmente aquellos actos que violentan mi dignidad, el respeto que yo profeso a los demás y al marco legal que me ha dado el Estado-país.
Por último no caben derechos de nadie y menos del delincuente, cuando el Estado es incapaz de garantizarme un mínimo de libertad y seguridad.
Y sobre el control de identidad, ya se ha dicho, quien nada hace nada teme, entonces...
José Manuel Caerols S.