Los descubrimientos arqueológicos revelan la presencia de seres humanos en el territorio Chino un millón de años atrás: los australopiteco mamífero que se supone ha sido el precursor del hombre.
El "Hombre de Pekín", verdadero Homo Erectus, vivió hace unos quinientos mil años. A 50 kilómetros de Beijing la capital de China. Se encuentra en la casa cueva del Hombre de Pekín sitio que llama la atención, ya que los fósiles de este hombre son mundialmente conocidos.
En 1927, se descubrió la primera cueva en la colina de Zhoukoudian. En 1929, el paleantropólogo chino Pei Wenzheng descubrió el primer cráneo humano completo, lo que llamó la atención de los científicos del mundo entero.
En la gran cueva natural, los científicos chinos encontraron las huellas de Hombre de Pekín: restos de alimentos, utensilios y huesos. Los huesos humanos desenterrados posteriormente corresponden a más de 40 individuos de diferente sexo y edad. Se trata, de un homínido primitivo, pero el maxilar inferior y la dentadura son similares a los del homo sapiens. Las extremidades también son similares a las del hombre actual. El Hombre de Pekín vivía en grupos y se dedicaba a la caza, los instrumentos que usaba eran de piedra y huesos. En la cueva se encontró restos de carbón vegetal, cenizas, piedra y huesos quemados, lo que indica que el Hombre de Pekín sabía utilizar el fuego.
En 1966, se descubrió otro cráneo del Hombre de Pekín con características más avanzadas. Esto vino a demostrar que la estructura física de éste, evolucionó sin cesar hacia el hombre moderno. Este descubrimiento tiene gran importancia para el estudio del desarrollo de la sociedad humana. Lamentablemente, los fósiles del Hombre de Pekín se perdieron, en su mayoría, durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1953, se estableció en Zhoukoudian una "Exhibición del Hombre de Pekín" que fue ampliada en 1972. En ella se muestran modelos del Hombre de Pekín, del Hombre de la Caverna Superior, de animales inferiores que vivían en las mismas épocas y utensilios. Esta muestra, causa la admiración de los visitantes e investigadores chinos y extranjeros que todos los años llegan al lugar.
"En 1966, se descubrió otro cráneo del Hombre de Pekín con características más avanzadas".
Luzmira Yáñez,, profesora