Recientemente se llevó a cabo la tercera reunión de la Red para la Evaluación de Vacunas en Latinoamérica y el Caribe, organizado por la OMS. Se presentaron los resultados de la evaluación de efectividad de la vacuna para la influenza para los años 2014 y 2015, y cómo la información epidemiológica y de laboratorio se correlaciona con ésta. Chile fue uno de los pocos países de la red que pudo presentar datos a nivel país, debido a la consistencia de su sistema de vigilancia epidemiológica.
En lo que respecta a la Influenza, su vigilancia tiene por objetivo identificar oportunamente la circulación viral y caracterizar la propagación de las variantes antigénicas. Revisando las estadísticas obtenidas se puede apreciar conductas muy similares estacionales a nivel país y en cada región, que dan sustento a las medidas de prevención, campañas de vacunación, identificación de población vulnerable y las de mayor riesgo de contraer la enfermedad y morir.
Los casos notificados por lo general comienzan a aumentar en forma progresiva entre la semana 13 a 16 de cada año, llegando al peak entre las semanas 25 a 35, para luego empezar a disminuir progresivamente. En 2015, el mayor número de fallecidos fue en la semana 34. Por supuesto hay variaciones en las fechas y en cuanto a la participación de los agentes causantes.
Por ejemplo, en el informe de la situación epidemiológica de 2016 del Minsal, correspondiente a la semana 13, el Adenovirus corresponde al virus detectado con mayor frecuencia (36,8% de los casos positivos), siendo el grupo más afectado el de menores de 1 a 4 años.
El foco de la campaña está puesto en la difusión de las medidas preventivas de las enfermedades de invierno más comunes, que afectan mayormente a niños y ancianos. Entre ellas: resfrío, gripe o influenza, bronquitis y neumonía.
Los consejos más importantes para prevenir son lavar frecuentemente sus manos y las de sus niños, estornudar cubriéndose la boca y la nariz con el antebrazo, mantener al día todas sus vacunas y las de sus niños, alimentar a los bebés con leche materna, evitar los espacios públicos con aglomeraciones y el contacto con personas con enfermedades respiratorias, además de mantener su casa libre de humedad y con ventilación.
"En 2015, el mayor número de fallecidos fue en la semana 34. Por supuesto hay variaciones".
Dr. Helmuth Goecke,, director Carrera Medicina, UNAB