Tal como lo pronosticamos los usuarios, desde hace dos años, las ventas del Sistema Zofri vienen cayendo en forma consistente, desde el 2013, en que llegó a su peak. El 2015 no fue la excepción y el presente mantiene la tendencia. Lo paradójico de esta situación es que las utilidades de la empresa (Zofrisa) siguen creciendo, lo cual va contra toda lógica de negocios. Por lo menos así se desprende, de la última reunión de accionistas realizada a fines de abril, en nuestra ciudad. No sé si hay mucha magia por parte del directorio y de sus gestores, pero logran el milagro de que con menores ventas globales del sistema franco, se obtengan mayores utilidades. Creo que expertos de las mejores escuelas de negocios del mundo, quedarían sorprendidos con este arte empresarial.
Aquí existen solo dos caminos que pueden explicar lo sucedido: por un lado, es posible que bajaron considerablemente sus costos operativos, lo cual es una alternativa viable, sobre todo cuando se ve la tremenda infraestructura que tiene la empresa y hoy funciona con un mejor grado de eficiencia, lo que sería digno de destacar. Si este es el caso, bueno sería que la empresa destaque este gran acierto, del cual seríamos los primeros en aplaudir.
La segunda alternativa, que permite mejorar la rentabilidad de la empresa, es aumentar sus ingresos y obviamente que para una empresa tipo monopólica, como es Zofri, este es el camino más probable y lo hace subiendo los cobros a sus clientes (léase los usuarios). O sea, los que enfrentamos la baja de ventas, la posible recesión y la apretada de cinturones recae en nosotros y señores, a pasar el "temporal", que estos empresarios tiene mucho ingenio y capacidad para sobrevivir. Yo encuentro fantástico que a Zofrisa le vaya bien, a la región también le conviene; lo único que preocupa es que los usuarios no compartan ese mismo resultado. Me preocupa, porque esta situación se puede sustentar en el corto plazo, pero no mantener en el tiempo. En una próxima columna, daré ideas de las soluciones para enfrentar el futuro y que no se piense que solo somos buenos para llorar, sino que también aportar posibles salidas de este pernicioso ciclo.
"Creo que expertos de las mejores escuelas de Negocios del mundo, quedarían sorprendidos con este arte empresarial".
Enrique Lombardi Solari, Presidente, Asociación Usuarios Zofri A.G. 1