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Temperatura y salinidad de costas reduce probabilidad que región sufra marea roja

Oceanógrafos de la Unap analizaron el fenómeno que afecta al sur del país y las posibilidades que llegue al norte.
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Redacción

Por condiciones de temperatura y salinidad, el norte de Chile cuenta con una menor probabilidad de ser afectado por una marea roja tóxica, como la que experimenta el sur del país, indicó la doctora en Oceanografía y académica de la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la Universidad Arturo Prat (Unap), Liliana Herrera.

La investigadora explicó que la marea roja es una floración algal nociva que puede producir toxinas o daño físico, representando microalgas que requieren de nutrientes, luz y cierto nivel de estabilidad, creciendo a veces en forma desmedida y generando una pigmentación que se evidencia a través de la coloración de las aguas.

Advirtió que no todas las microalgas producen floraciones algales y representan peligro. A diferencia de las regiones X a XII, donde existe una mayor prevalencia de la generación de estos organismos que producen desechos tóxicos para algunos recursos marinos.

La profesora precisó que la literatura identifica en Chile tres tipos de toxinas, como son los venenos paralizantes que revisten de un carácter mortal, la diarreica que provoca malestar físico y el amnésico de los mariscos, que se transfiere desde esta especie a los humanos y que si bien no cuenta con un peligro mayor, si es acumulativo en el tiempo.

Herrera explicó que en el espacio afectado actualmente se dan las condiciones de temperatura y salinidad que favorece la generación de toxinas, a diferencia de la zona norte, donde existe la microalga del veneno paralizante y el resto de las clasificaciones están presentes en muy bajas concentraciones. Esto es monitoreado mensualmente por Sernapesca y la Autoridad Sanitaria.

Según informó, la medición establece que deben existir 80 microgramos de toxina por 100 gramos de carne de mariscos, sin embargo, hoy en el sur del país se registra la cifra de 10 mil microgramos de veneno paralizante.

Frente a determinar si este corresponde a un proceso biológico o producto de la intervención humana, Herrera, dijo que "existe mucha discusión al respecto, pero dentro de los elementos que se pueden rescatar es que en Chiloé la microalga ha permanecido demasiado tiempo, esto porque existe una carga extra de nutrientes, provocados por la salmonicultura intensiva que desarrolla esa zona y que favorecería la prolongación del fenómeno".

Cambio climático

Distinta es la tesis que desarrolla el también doctor en Oceanografía y decano de la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la Unap, Rosalino Fuenzalida, que si bien concuerda en que el fenómeno hoy no reviste peligro para el norte del país, acota que una serie de fenómenos naturales, provocados por el cambio climático, facilitaría el transporte desde zonas australes que contendrían más baja temperatura y salinidad.

Argumentó que esta idea se funda sobre el surgimiento de la variación climática que aceleró el deshielo en los últimos 40 años, de tal manera que se espera que la corriente de Humboldt esté más activa en el futuro, transportando aguas de la zona austral que producen el fenómeno de El Niño.

El científico añadió que la corriente se intensificaría y transportaría a la zona norte microorganismos propios de la zona sur, específicamente fitoplancton propio de la marea roja que afecta al sur del país.

"En Chiloé la microalga ha permanecido demasiado tiempo"

Liliana Herrera, oceanógrafa.

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