Contratistas protestan en Serviu por deuda de empresa Pulmahue
Empresas afectadas afirman que la deuda llega a los $600 millones. Ayer se llegó a un acuerdo.
Una protesta en las afueras del Serviu protagonizó un grupo de trabajadores de seis empresas subcontratistas, que prestaban servicios a la constructora Pulmahue, que ejecuta obras en diversos condominios sociales de la región.
Se trata de las empresas V y A, Procrearq 76, Reyco Ingeniería, Reyes y Reyes y Moisés Reyes, que aseguran que se les adeuda cerca de $600 millones por facturas impagas desde el mes de diciembre, lo que repercutió en los sueldos de sus trabajadores, por lo que pedían la intervención del Serviu para retener parte de los recursos por avances de obra de la empresa Pulmahue.
Finalmente ayer llegaron a un acuerdo tras sostener una reunión con la seremi (s) Verónica Guajardo, la directora del Serviu, Mariana Toledo y el director del Trabajo, Víctor Inostroza, que permitirá que se paguen los sueldos, imposiciones y finiquitos de los trabajadores de las subcontratistas, que en algunos casos tenían hasta tres meses pendientes.
Esto según explicó el Serviu, a través de la vía de la subrogación, en la cual el servicio retendrá y pagará directamente a los trabajadores con cargo a los montos comprometidos por los trabajos contratados de Pulmahue. Además mediará con la empresa que es parte de la Inmobiliaria Fernández Wood para pagar las facturas impagas, aún cuando "Serviu Tarapacá no posee facultades legales para retener pagos por estos conceptos", remarcó el servicio.
Una noticia que las empresas locales toman con cautela, como lo dio a conocer Cristian Palma, representante de Procrearq 76, quien indicó que "estamos contentos por los trabajadores, pero tristes por otro lado porque no se garantiza el pago a las empresas, acá hay un daño tremendo a quienes generan empleo en la región". Esto porque argumentan se endeudaron para cumplir con sus obligaciones, lo cual tras 5 meses se hizo insostenible.
No solo con esas empresas mantiene deudas Pulmahue, así lo dio a conocer Isabel La Rosa, dueña de CFG, que proveía de guardias las distintas faenas de la constructora, quien indicó que se les adeudaba 57 millones en facturas.
300 trabajadores, serían los afectados por esta deuda.