Naguib Danilla Segovia
Como grave calificó un estudio de la Universidad Arturo Prat (Unap) el estado de los peces litorales existentes en la región de Tarapacá.
La investigación titulada "Diagnóstico y propuesta de manejo sustentable de pesquerías costeras de peces litorales" determinó que entre los recursos marinos analizados en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, especies como el acha, pejeperro, apañado y mulato están en un estado preocupante.
"El 50% de las capturas de pejeperro, acha y mulato se encontró muy cercano a la longitud óptima de captura, mientras que el apañado se encontró en una situación (aún más) difícil, en que por sobre el 50% de los ejemplares se están extrayendo por debajo de la longitud de madurez", dijo el académico de la Unap y ejecutor del estudio, Miguel Araya.
Asimismo, el investigador precisó que no existe una sola medida que permita la recuperación y protección de las poblaciones de peces litorales, sino que debe ser una "batería de opciones".
"Deberían haber medidas como las tallas mínimas (con las que se debe pescar), vedas estacionales, restricción de artes de pesca, regulación de competencias y el cierre de áreas (de pesca)", resaltó el investigador Unap.
En ese sentido, comentó que la carencia de estas medidas suponen "un serio problema", ya que muchos de estos peces son capturados en lugares de difícil acceso y en bajos volúmenes, lo que contribuye a la no declaración de las capturas.
"Otro aspecto crítico es la ausencia de información biológico pesquera, lo que hace de urgente necesidad el implementar a la brevedad un programa básico de estudios de este tipo, al menos para las especies aquí consideradas", advirtió Araya.
Cabrilla
De todas maneras, el estudio arrojó resultados positivos para la pintacha y la cabrilla, que corresponden a la excepción de los otros recursos analizados.
"Las aproximaciones a la estimación de los parámetros de historia de vida en los recursos pintacha y cabrilla, muestran que las mayores capturas se realiza por sobre la longitud de madurez", manifestó el experto.
En este contexto el estudio aclaró que las especies recién mencionadas no tendrían problemas a futuro, distinta situación de los otros peces, específicamente el acha y el pejeperro que están en categoría de máxima vulnerabilidad.
Conciencia
Por último, el diagnóstico afirmó que los buzos y los pesqueros no deportivos tienen plena consciencia sobre el estado crítico de los recursos.
"Esto permite postular que hay un sustrato adecuado para generar programas de emergencia para el manejo de estos recursos y que serán comprendidos por estos usuarios", puntualizó.
50% de capturas de especies se hicieron cerca de la longitud óptima para sacar este recurso.