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Sor Petra en Iquique llamó a ser más generoso con el necesitado

La religiosa llegó a la ciudad para reencontrarse con el voluntariado vicentino y animarlos en su labor.
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Mariela Cabello Venegas

Llena de alegría y vitalidad, sor Petra Naila estará hasta hoy de visita en Iquique, una ciudad que la cobijó como religiosa por 15 años, pero que también la recibió por toda su entrega por el más necesitado, especialmente los ancianos, siendo la fundadora del Hogar de adultos mayores "San Vicente de Paul" en el año 2000.

"Es una alegría, un gozo en el alma volver a Iquique, recordar los tiempos y encontrarme con personas queridas, recordar los pasajes y ver cómo va prosperando Iquique, cómo se va hermoseando, todo lo que van adelantando", expresa la religiosa quien dejó la ciudad en el 2011.

Sor Petra, quien también es hija ilustre de la ciudad por sus aportes sociales, comenta que se encuentra en Iquique para reunirse con el voluntariado vicentino, pues pese a que este hogar hace dos años fue entregado a una fundación, ella ha seguido interesada en él para ver cómo se acompaña a los residentes, procurando promover la espiritualidad vicentina y en la acogida a quienes sufren la pobreza y enfermedad.

"A eso he venido, a visitar a los grupos de voluntariado para compartir, que cuenten, y también contarles y seguir animándolos para seguir trabajando para quienes nos necesitan en este caso los niños, los ancianos", afirma la religiosa.

Para ello, se tomó unos días con ellos, recordando esos tiempos, hacer oración y motivarlos a seguir.

Hogar en macul

Consultada en qué se encuentra en estos momentos, Sor Petra indicó que sigue trabajando con los ancianos en un hogar en Santiago en la comuna de Macul, llamado "Atardecer".

"Allá hay 72 ancianos postrados, con demencia senil, muy deteriorados. Pero es lindo poder trabajar con ellos, y darle un poquito de vida. Al ladito tenemos un colegio, trabajamos en terreno y en poblaciones, pero siempre mirando la pobreza más pobre", relata.

En este sentido, manifiesta que dentro de los que más sufren se encuentran los ancianos y los niños.

Es así, que para la religiosa, trabajar con los adultos mayores es maravilloso, pues tiene su recompensa. "Es un trabajo que es necesario porque el adulto mayor está muy dejado. Primero porque las viviendas son de juguete, con un dormitorio o dos, entonces nacen los hijos y el anciano no tiene casa. Hay ancianos que por lo que sea viven en la calle y son entre los pobres, los más pobres. Y eso quisimos hacer en Iquique también al formar este hogar", revela.

El hogar en iquique

Así recuerda que el Hogar que se encuentra en Manuel Rodríguez con Amunátegui, se construyó con la ayuda de las hermanas vicentinas, de los grupos de voluntarios, de un grupito de las conferencias y del pueblo, además de los proyectos que se entregaron a la municipalidad, el Hogar de Cristo y a la Fundación Alemana.

"Cuando había fútbol íbamos con el micrófono y pedíamos colaboración, también íbamos al circo, y movimos todo lo que teníamos que mover", cuanta la carismática religiosa.

Por eso, para ella el hogar es prácticamente de Iquique con colaboración de almas generosas que han sabido desprenderse y entregar de lo suyo.

Recados

En la ocasión, la religiosa quiso aprovechar de mandar algunos recados a Iquique. El primero de ellos es a seguir siendo generosos "con lo poquito que tengamos a los más pobres. A los ancianos y a los niños, especialmente".

Y en segundo lugar, además de enviar un saludo al alcalde, al obispo, a sacerdotes y a todas las familias, llamó a los jóvenes a ser valientes y generosos para dedicarse al sacerdocio y a la vida consagrada.

"Hago un llamado a los jóvenes para que si el Señor los llama no se tapen los oídos, porque van a ver que en esta vida pueden realizarse y ser muy felices. Al menos eso experimento, es una felicidad que no cambio por nada que el mundo me pueda ofrecer", concluyó.

"Es un trabajo necesario porque el adulto mayor está muy dejado".

Sor Petra Naila,, frente al trabajo que se hace con los adultos mayores.

Sor Petra en Iquique llamó a ser más generoso con el necesitado

La religiosa llegó a la ciudad para reencontrarse con el voluntariado vicentino y animarlos en su labor.
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Mariela Cabello Venegas

Llena de alegría y vitalidad, sor Petra Naila estará hasta hoy de visita en Iquique, una ciudad que la cobijó como religiosa por 15 años, pero que también la recibió por toda su entrega por el más necesitado, especialmente los ancianos, siendo la fundadora del Hogar de adultos mayores "San Vicente de Paul" en el año 2000.

"Es una alegría, un gozo en el alma volver a Iquique, recordar los tiempos y encontrarme con personas queridas, recordar los pasajes y ver cómo va prosperando Iquique, cómo se va hermoseando, todo lo que van adelantando", expresa la religiosa quien dejó la ciudad en el 2011.

Sor Petra, quien también es hija ilustre de la ciudad por sus aportes sociales, comenta que se encuentra en Iquique para reunirse con el voluntariado vicentino, pues pese a que este hogar hace dos años fue entregado a una fundación, ella ha seguido interesada en él para ver cómo se acompaña a los residentes, procurando promover la espiritualidad vicentina y en la acogida a quienes sufren la pobreza y enfermedad.

"A eso he venido, a visitar a los grupos de voluntariado para compartir, que cuenten, y también contarles y seguir animándolos para seguir trabajando para quienes nos necesitan en este caso los niños, los ancianos", afirma la religiosa.

Para ello, se tomó unos días con ellos, recordando esos tiempos, hacer oración y motivarlos a seguir.

Hogar en macul

Consultada en qué se encuentra en estos momentos, Sor Petra indicó que sigue trabajando con los ancianos en un hogar en Santiago en la comuna de Macul, llamado "Atardecer".

"Allá hay 72 ancianos postrados, con demencia senil, muy deteriorados. Pero es lindo poder trabajar con ellos, y darle un poquito de vida. Al ladito tenemos un colegio, trabajamos en terreno y en poblaciones, pero siempre mirando la pobreza más pobre", relata.

En este sentido, manifiesta que dentro de los que más sufren se encuentran los ancianos y los niños.

Es así, que para la religiosa, trabajar con los adultos mayores es maravilloso, pues tiene su recompensa. "Es un trabajo que es necesario porque el adulto mayor está muy dejado. Primero porque las viviendas son de juguete, con un dormitorio o dos, entonces nacen los hijos y el anciano no tiene casa. Hay ancianos que por lo que sea viven en la calle y son entre los pobres, los más pobres. Y eso quisimos hacer en Iquique también al formar este hogar", revela.

El hogar en iquique

Así recuerda que el Hogar que se encuentra en Manuel Rodríguez con Amunátegui, se construyó con la ayuda de las hermanas vicentinas, de los grupos de voluntarios, de un grupito de las conferencias y del pueblo, además de los proyectos que se entregaron a la municipalidad, el Hogar de Cristo y a la Fundación Alemana.

"Cuando había fútbol íbamos con el micrófono y pedíamos colaboración, también íbamos al circo, y movimos todo lo que teníamos que mover", cuanta la carismática religiosa.

Por eso, para ella el hogar es prácticamente de Iquique con colaboración de almas generosas que han sabido desprenderse y entregar de lo suyo.

Recados

En la ocasión, la religiosa quiso aprovechar de mandar algunos recados a Iquique. El primero de ellos es a seguir siendo generosos "con lo poquito que tengamos a los más pobres. A los ancianos y a los niños, especialmente".

Y en segundo lugar, además de enviar un saludo al alcalde, al obispo, a sacerdotes y a todas las familias, llamó a los jóvenes a ser valientes y generosos para dedicarse al sacerdocio y a la vida consagrada.

"Hago un llamado a los jóvenes para que si el Señor los llama no se tapen los oídos, porque van a ver que en esta vida pueden realizarse y ser muy felices. Al menos eso experimento, es una felicidad que no cambio por nada que el mundo me pueda ofrecer", concluyó.

"Es un trabajo necesario porque el adulto mayor está muy dejado".

Sor Petra Naila,, frente al trabajo que se hace con los adultos mayores.