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El médico iquiqueño que brinda atenciones gratis en Santiago

No encontró oportunidades de trabajo en la región y partió a la capital donde ahora, además de trabajar, realiza operativos sociales a favor de vecinos.
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Evelin Aguilar Paniagua

Hay quienes dicen que el dinero no lo es todo en la vida y que incluso gestos como el agradecimiento y el cariño pueden compensar aquello que los billetes no lo logran. Luis Astudillo es uno de ellos.

El iquiqueño que un día partió a Cuba para formarse como médico y luego volvió a su tierra para ejercer su profesión, desde hace algunos años hace un espacio en su agenda para atender gratis a pobladores quienes además de acudir por una solución a las enfermedades que los aquejan, van en busca de un oído amigo.

Todo empezó en sus vacaciones como estudiante universitario, que por algunos meses lo traía de regreso a la ciudad. Fue en esos cortos periodos de tiempo en que entendió que podía ayudar y a la vez conocer el estado de salud de las personas de la región a través de charlas gratuitas de consejería.

"Las primeras visitas que hacía eran para educar a la gente en salud. Salía a Alto Hospicio a darle charlas a las personas para que conocieran las enfermedades y sepan cómo prevenirlas", cuenta.

Ya con el título profesional en manos, emitido por la Escuela Latinoamericana de Medicina, Astudillo volvió a Chile para tramitar su reconocimiento y poder desempeñarse en aquello que se formó por seis años: la medicina.

Pudiendo haber buscado oportunidades en la capital, decidió volver a Iquique, pero la búsqueda de trabajo en consultorios de Iquique y Alto Hospicio no tuvo frutos.

Fue entonces cuando con los conocimientos adquiridos en Cuba y una maleta llena de sueños, decidió partir a Santiago. En ese tocar de puertas, llegó a la comuna Pedro Aguirre Cerda donde logró trabajo en el consultorio del lugar, donde además dio inicio a su proyecto de labor social.

"Empecé a buscar trabajo y justo encontré en la comuna Pedro Aguirre Cerda, en la zona sur de Santiago, ahí yo di mis primeros pasos como médico en Chile, en el consultorio que está ubicado en la población La Victoria", recuerda.

Inicio de operativos

Fue durante su desarrollo como profesional que conoció a dirigentes vecinales, deportivos y vecinos del sector quienes le hicieron notar su insatisfacción porque muchas veces no lograban una hora para el médico o cuando lo hacían, la espera duraba más que la atención y quedaban insatisfechos.

Pensando en esto decidió ocupar sus horas libres en ellos, trasladando su consulta a las sedes de juntas vecinales e incluso viviendas donde, sin costo alguno y solo recibiendo las gracias de retribución, comenzó a atender a los pobladores.

Esto poco a poco se hizo conocido por los vecinos de poblaciones de la misma comuna quienes no dudaron en solicitarle que ampliara las fronteras de su operativo solidario, pese a que él ya no laboraba en el lugar.

Ahora Astudillo, junto a colegas amigos, visita cada dos semanas distintas poblaciones de esta misma comuna, por la cual siente cariño y agradecimiento, llevando su ayuda que consiste en aplicar los conocimientos que, entre el 2000 y 2006, adquirió en Cuba.

"Yo vi que esto era una necesidad y decidí hacerlo más frecuente, ahora lo estamos haciendo los miércoles y viernes, atendemos entre 15 a 20 pacientes por día porque la idea no es atender a la gente a la rápida porque si no estaríamos repitiendo lo que se hace en otras partes", comenta al precisar que esta tarea inicia pasada las 18 horas y son los adultos mayores sus principales pacientes.

Esta acción social la realiza en paralelo al trabajo que desempeña en el Hospital del Trabajador del cual forma parte hace cinco años aproximadamente. Es así que luego de cumplir con su labor en dicho hospital, se dirige a las juntas de vecinos donde con ingenio y los recursos que se dispongan, habilita junto a los vecinos los boxes de atención.

"La idea es brindarle un trato digno al paciente y que no haya límite de tiempo con las visitas médicas", remarca al contar que las camillas que lleva a sus operativos las compró con propios recursos.

Como en esta labor todo nace de la voluntad, a esta iniciativa que lidera Astudillo se han sumado visitadores médicos quienes obsequian muestras de fármacos con las que luego el iquiqueño puede dar tratamiento a los pacientes, sin que las enfermedades que él les detecte o trate les impliquen un gasto.

La ayuda que realiza este profesional iquiqueño de 37 años da un giro cuando en el país se produce alguna catástrofe. "Por ejemplo en Valparaíso para el incendio armamos una posta en una junta de vecinos del cerro El Litre y en Copiapó, cuando ocurrió el aluvión, estuvimos atendiendo en la escuela Aliro Lamas en Diego de Almagro. Este establecimiento escolar fue usado como albergue para recibir a los damnificados", precisa.

Son muchas las anécdotas que Astudillo tiene por contar de esta labor y alguna las resume en fotografías que ha ido tomando con el tiempo, sin embargo, él espera que su trabajo no solo quede en esto pues aspira despertar la conciencia de las personas y hacer notar que con voluntad se puede hacer mucho por los demás.

"Las primeras visitas que hacía eran para educar a la gente en salud. Salía a Alto Hospicio a darle charlas a las personas para que conocieran las enfermedades."

Luis Astudillo,, médico iquiqueño.

"Atendemos entre 15 a 20 pacientes por día porque la idea no es atender a la gente a la rápida porque sino estaríamos repitiendo lo que se hace en otras partes".

Luis Astudillo,, médico iquiqueño en Santiago.

El médico iquiqueño que brinda atenciones gratis en Santiago

No encontró oportunidades de trabajo en la región y partió a la capital donde ahora, además de trabajar, realiza operativos sociales a favor de vecinos.
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Evelin Aguilar Paniagua

Hay quienes dicen que el dinero no lo es todo en la vida y que incluso gestos como el agradecimiento y el cariño pueden compensar aquello que los billetes no lo logran. Luis Astudillo es uno de ellos.

El iquiqueño que un día partió a Cuba para formarse como médico y luego volvió a su tierra para ejercer su profesión, desde hace algunos años hace un espacio en su agenda para atender gratis a pobladores quienes además de acudir por una solución a las enfermedades que los aquejan, van en busca de un oído amigo.

Todo empezó en sus vacaciones como estudiante universitario, que por algunos meses lo traía de regreso a la ciudad. Fue en esos cortos periodos de tiempo en que entendió que podía ayudar y a la vez conocer el estado de salud de las personas de la región a través de charlas gratuitas de consejería.

"Las primeras visitas que hacía eran para educar a la gente en salud. Salía a Alto Hospicio a darle charlas a las personas para que conocieran las enfermedades y sepan cómo prevenirlas", cuenta.

Ya con el título profesional en manos, emitido por la Escuela Latinoamericana de Medicina, Astudillo volvió a Chile para tramitar su reconocimiento y poder desempeñarse en aquello que se formó por seis años: la medicina.

Pudiendo haber buscado oportunidades en la capital, decidió volver a Iquique, pero la búsqueda de trabajo en consultorios de Iquique y Alto Hospicio no tuvo frutos.

Fue entonces cuando con los conocimientos adquiridos en Cuba y una maleta llena de sueños, decidió partir a Santiago. En ese tocar de puertas, llegó a la comuna Pedro Aguirre Cerda donde logró trabajo en el consultorio del lugar, donde además dio inicio a su proyecto de labor social.

"Empecé a buscar trabajo y justo encontré en la comuna Pedro Aguirre Cerda, en la zona sur de Santiago, ahí yo di mis primeros pasos como médico en Chile, en el consultorio que está ubicado en la población La Victoria", recuerda.

Inicio de operativos

Fue durante su desarrollo como profesional que conoció a dirigentes vecinales, deportivos y vecinos del sector quienes le hicieron notar su insatisfacción porque muchas veces no lograban una hora para el médico o cuando lo hacían, la espera duraba más que la atención y quedaban insatisfechos.

Pensando en esto decidió ocupar sus horas libres en ellos, trasladando su consulta a las sedes de juntas vecinales e incluso viviendas donde, sin costo alguno y solo recibiendo las gracias de retribución, comenzó a atender a los pobladores.

Esto poco a poco se hizo conocido por los vecinos de poblaciones de la misma comuna quienes no dudaron en solicitarle que ampliara las fronteras de su operativo solidario, pese a que él ya no laboraba en el lugar.

Ahora Astudillo, junto a colegas amigos, visita cada dos semanas distintas poblaciones de esta misma comuna, por la cual siente cariño y agradecimiento, llevando su ayuda que consiste en aplicar los conocimientos que, entre el 2000 y 2006, adquirió en Cuba.

"Yo vi que esto era una necesidad y decidí hacerlo más frecuente, ahora lo estamos haciendo los miércoles y viernes, atendemos entre 15 a 20 pacientes por día porque la idea no es atender a la gente a la rápida porque si no estaríamos repitiendo lo que se hace en otras partes", comenta al precisar que esta tarea inicia pasada las 18 horas y son los adultos mayores sus principales pacientes.

Esta acción social la realiza en paralelo al trabajo que desempeña en el Hospital del Trabajador del cual forma parte hace cinco años aproximadamente. Es así que luego de cumplir con su labor en dicho hospital, se dirige a las juntas de vecinos donde con ingenio y los recursos que se dispongan, habilita junto a los vecinos los boxes de atención.

"La idea es brindarle un trato digno al paciente y que no haya límite de tiempo con las visitas médicas", remarca al contar que las camillas que lleva a sus operativos las compró con propios recursos.

Como en esta labor todo nace de la voluntad, a esta iniciativa que lidera Astudillo se han sumado visitadores médicos quienes obsequian muestras de fármacos con las que luego el iquiqueño puede dar tratamiento a los pacientes, sin que las enfermedades que él les detecte o trate les impliquen un gasto.

La ayuda que realiza este profesional iquiqueño de 37 años da un giro cuando en el país se produce alguna catástrofe. "Por ejemplo en Valparaíso para el incendio armamos una posta en una junta de vecinos del cerro El Litre y en Copiapó, cuando ocurrió el aluvión, estuvimos atendiendo en la escuela Aliro Lamas en Diego de Almagro. Este establecimiento escolar fue usado como albergue para recibir a los damnificados", precisa.

Son muchas las anécdotas que Astudillo tiene por contar de esta labor y alguna las resume en fotografías que ha ido tomando con el tiempo, sin embargo, él espera que su trabajo no solo quede en esto pues aspira despertar la conciencia de las personas y hacer notar que con voluntad se puede hacer mucho por los demás.

"Las primeras visitas que hacía eran para educar a la gente en salud. Salía a Alto Hospicio a darle charlas a las personas para que conocieran las enfermedades."

Luis Astudillo,, médico iquiqueño.

"Atendemos entre 15 a 20 pacientes por día porque la idea no es atender a la gente a la rápida porque sino estaríamos repitiendo lo que se hace en otras partes".

Luis Astudillo,, médico iquiqueño en Santiago.