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Personajes del norte recreados por la artesana del cochayuyo

Soledad Guzmán quiso aprender la técnica para trabajar esta alga. Su maestro, el profesor de la escuela Violeta Parra, Luis Astudillo, la impulsó a seguir y hoy destaca con su arte en la región.
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Mariela Cabello Venegas

Aguerrida y creativa es Soledad Guzmán, una dueña de casa que hace diez años decidió aprender el arte de modelar el cochayuyo, esa alga que algunos aman y otros odian, pero que ella se encargó de hacerla un arte.

Formada por el profesor Luis Astudillo, de la escuela Violeta Parra, Soledad explica que cuando iba a buscar a su hija, el mismo docente le preguntó si quería aprender y se entusiasmó con la idea. "Me gustó está técnica y como nadie más lo hace, quise seguir adelante".

El trabajo

Soledad confiesa que la técnica es bastante difícil, por lo que se requiere ser muy paciente y metódica. "Primero hay que remojar bien el cochayuyo y este se infla, pero hay que destilarlo, dejarlo de un día para otro. Hay que tener harto tiempo".

El proceso continúa clavando el cochayuyo a una tabla para poder darle forma, además se emplean alambres para afirmarlo. "Ahí tú puedes hacer el personaje que quieras. Yo, por ejemplo, represento los pescadores y los pampinos. Esto viene del mar y tiene que representar a los pescadores y la gente de mar, y por otro lado lo que es la esencia del norte que es lo pampino".

Soledad cuenta que sus personajes han tenido buena aceptación. "A mí me gustaría expresar todo lo que tiene que ver con lo antiguo, recordando el pasado, por eso quiero hacer una carreta tirada con bueyes, como era antes".

La artesana comenta que al usar el cochayuyo mojado éste se extiende, por lo que al secarse ocurre lo contrario. "Por ejemplo, si quieres hacerle los zapatos y otros detalles y lo haces sobre mojado, te van a quedar grandes porque el cochayuyo se recoge unos centímetros cuando se seca. Y al final se hacen los remates y el barniz, puro barniz natural".

Exposiciones

Sus creaciones las ha llevado a diferentes muestras, siendo la más grande en la que participa actualmente y que se ubicada en la Casa de la Cultura, en Baquedano 789. Allí sus trabajos estarán en exposición hasta el 26 de junio.

"En el 2013 por Fosis me invitaron a Santiago a representar el norte y salí premiada porque allá no hay de esto. Incluso anoche pasaron unos turistas y quedaron con la boca abierta porque dijeron 'nosotros venimos del sur y el cochayuyo está botado allá y no se ve esto, y acá en el norte lo vinimos a ver'".

Soledad afirma que se siente emocionada con la respuesta del público, "y lo importante es darle más auge y que la ciudadanía nos apoye. Si nosotros no sacamos la cultura adelante, ¿quién?".

Lugares para exponer

Si bien tiene el arte en sus manos para desarrollar estos trabajos, la artesana critica la falta de espacios para mostrar este y otros tipos de creaciones. Es así que pone de ejemplo a los artesanos que exponen y venden sus trabajos en la calle.

"Si tú ves, son chicos que hacen maravillas con las manos. Quién le da el espacio que corresponde. Eso le digo a mis chicas (de la asociación), me da pena estos chicos, por el trabajo que hacen. Creo que el alcalde (Jorge Soria) debiera darle un pedazo en el medio de la calle, como lo hacen en otras ciudades que tienen ferias artesanales y le dan responsabilidades".

Al decir esto, Soledad recuerda que "yo también he tendido un paño en el suelo para poder vender. Fui feriante, cachurera. Si hay que ir a vender a la punta del cerro, lo hago. A mí no me queda grande nada. Si hay trabajo, allá voy. Para la edad que tengo todavía tengo fuerzas para seguir adelante".

Asociación

Otra de las aristas en la vida de Soledad es la de dirigente, pues desde el año pasado preside el Centro Social, Cultural, Deportivo y de Artesanos de Alto Hospicio, el cual -según asegura- se conformó con mucho esfuerzo y es parte del sueño que tenía junto a varios artesanos de la comuna.

"Hoy cumplimos un año, y me siento súper realizada porque hemos cumplido nuestro sueño. Tenemos ya nuestra documentación como artesanos. Me siento feliz porque se lucha, pero se portan bien las chicas porque son excelentes compañeras", concluye la artesana mientras sostiene entre sus manos uno de sus trabajos.