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La pregunta

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Con el anuncio de que el senador Rossi repartirá preservativos con el lema "Rossi te cuida", a más de alguno se le ocurrió preguntarse ¿y si uno de esos se rompe, le reclamo al senador?, es de esperar que sean de buena calidad.


Guerra desatada

Si bien el plazo para la campaña ya se había agotado, ayer seguían en redes sociales promocionando sus candidatos y recordando las "yayitas" a otros tantos. Lo molesto es que en muchos casos el lenguaje era muy fuerte y varios usuarios hacían sentir su molestia por ello.


Más deportistas

Cada vez hay más personas que gustan de cuidar su salud mediante el deporte. Durante la mañana son muchos los que salen a trotar por las playas y las canchas de pasto sintético que hay en la ciudad tienen gran afluencia y cuesta encontrar alguna desocupada.

"Socho"

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El tiempo en nuestra ciudad se deja transcurrir. El reloj, que supone lo administra, no es más que un objeto que sirve para decorar. Todos tenemos reloj, pero nadie llega a la hora. Esa es la paradoja, una de tantas de nuestra existencia. Aquí el tiempo no es oro. Es laxitud, se despliega como algo molestoso. Ser puntual en Iquique es ser excéntrico. Aún funcionamos con el sentido del tiempo de los campesinos: día y noche. Las estaciones del año nos marcan más que las hojas del calendario. El tiempo nuestro es festivo. Pasa el 21 de mayo y ya nos preparamos para La Tirana, luego San Lorenzo, el 18 de septiembre, llega la Navidad con los carros alegóricos y Año Nuevo con sus fuegos artificiales, excesos y "Un año más".

Un cura amigo me decía que Iquique era la única ciudad que la misa de las 20 horas empezaba a las 20.30. ¿Para que andar apurados? me comentaba un amigo con una soltura de cuerpo luego de llegar con más de una hora de retraso. Pero, no se crea que es un rasgo sólo nuestro. No. Es de esta América que le dicen Latina, y otros morena. Para el caso, es lo mismo. Héctor Lavoe, canta El Rey de la Puntualidad, un tratado acerca de nuestra vocación por llegar tarde. Johnny Pacheco la escribió el año 1984. En una de sus partes fundamentales canta, como a modo de disculpa, no es mi problema: "yo no soy quien llega tarde, ustedes llegan muy temprano".

Cantinflas, Don Ramón, el compadre Moncho, entre otros, representan mejor que nadie esa actitud. De otro modo, llegar tarde es parte de nuestra identidad, un modo sibilino de protestar contra ese orden económico, el capitalismo, que nos hace extraños. Por lo mismo, el zapatero, el gasfiter, el sastre, cuando se ausentan de su trabajo cuelgan ese letrero alógico e inverosímil: "Llego en un momento", no indicando hora de salida ni mucho menos de llegada. El surrealismo anti-reloj, la pachorra tercermundista por reírse del reloj y de sus profetas. Por lo mismo al querer decir, llegar adelantado, la gente exclama "llega más antes" como jugando con la posibilidad del milagro. O bien cuando se conviene la hora del encuentro se dice algo así: "Te espero entre socho y socho media".

"¿Para qué andar apurados? me comentaba un amigo con una soltura de cuerpo luego de llegar con más de una hora de retraso".

Bernardo Guerrero Jiménez, sociólogo.