Gran tormenta eléctrica puso el suspenso en duelo con Colombia
Una tormenta eléctrica, acompañada de lluvia copiosa y llamados por los parlantes del estadio para tener precaución fueron la tónica de la suspensión del partido en que "La Roja" derrotaba por 2-0 a su similar de Colombia por las semifinales de la Copa América Centenario.
Y la llegada del agua y cayó justamente como lo que fue, un balde de agua fría pues Chile comenzó mostrando la misma presión en el mediocampo que tanto daño le hizo a la selección de México y la fórmula le trajo rápidos réditos pues los cafeteros se vieron complicados en la entrega de pelota.
Los nacionales supieron aprovecharlo y a los 6 minuto Charles Aránguiz abrió la cuenta luego que José Pedro Fuenzalida ganara línea de fondo y sacara un centro que parecía algo incómodo para Sánchez, pero Cuadrado en su intento por despejar el peligro le cede una perfecta asistencia al volante que vence a Ospina con un tiro de primera.
Con el primer tanto Chile se soltó aún más ante una confundida última línea colombiana que veía como cinco minutos más tarde "Chapita" Fuenzalida anotaba con arco vacío, luego que Alexis Sánchez realizara una gran jugada por izquierda y su remate impactara el poste derecho de Ospina. El rebote quedó servido para el cruzado quien sólo tuvo que empujar el esférico.
El segundo gol hizo que Colombia soltara sus líneas para intentar conseguir un descuento, lo que se sumó a la lesión de Pablo Hernández, que hasta el minuto jugaba un gran partido. Los cafeteros aprovecharon y comenzaron a llevar constante peligro al arco de Claudio Bravo y fue entonces cuando apareció el capitán que sacó numerosas jugadas de peligro para mantener su arco en cero hasta el fin del primer tiempo.
Tormenta
Así, mientras los jugadores descansaban en el camarín a la espera de regresar para disputar los segundos 45 minutos, que aparecían como "de infarto", por lo bien disputado del partido y las numerosas ocasiones de gol en ambas porterías que se habían visto en la primera etapa, vino el aviso de la primera suspensión y a eso de las 21 horas de Chile se suspendía por 30 minutos inicialmente. Los que luego fue acompañado de nuevas sucesivas suspensiones.
Se hizo incluso correr el balón en la cancha para ver la posibilidad de continuar jugando, pero la pelota se aposaba haciéndo imposible reanudar rápidamente el partido.
El agua no paraba de caer e incluso aumentaba la lluvia y los fantasmas de la suspensión definitiva del partido. Finalmente, al cierre de esta edición se decidió hacer una nueva espera de 30 minutos para recién volver a evaluar si el duelo se continuaba jugando.