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Una Pisagua dormida piensa en su reactivación económica

Pisagüeños acostumbrados a su vida tranquila, saben de su historia con altibajos, agradecen el camino que los conecta con Huara y la locomoción diaria hasta Iquique, sin embargo, piensan en sus necesidades y hablan de su futuro.
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Mariela Cabello Venegas

Aprimera vista, Pisagua parece dormida. Y es que después de adentrarse por 60 kilómetros desde la carretera entre curvas y pendientes, sus calles se notan desiertas. Sólo hay gente de mar en el muelle, paralizados durante estos días porque la marea no permite que realicen sus tareas extractivas.

Actualmente las actividades productivas de este expuerto son la extracción de mariscos y huiros, además de algunos locales de comercio local y minoritario que permite abastecer, para los productos del día a día, a las cerca de 300 personas que habitan la localidad. De acuerdo al Censo de 2002, no son más de 260 vecinos.

"Ahora debemos ser más porque ha llegado gente. Pisagüeños pisagüeños, quedamos pocos, unas 3 o 4 familias que somos los Jiménez, los Gordon, los Wong y otros que llevan muchos años aquí, pero la mayoría son de afuera", señala Carlos Jiménez.

Difícil es imaginarse que hacía fines del siglo XIX, esta localidad, como cuenta el historiador Mario Zolezzi llegó a tener 4 mil habitantes según el censo de 1907, siendo uno de los cuatro puertos de embarque de la zona para transportar salitre y huano en menor medida.

Jiménez agrega que, según sus abuelos, "en el tiempo de las salitreras, habían como seis o siete muelles y que desembarcaban acá, había mucha actividad".

Época de Oro

Es así, que entre 1880 y 1931, se produjo la mayor actividad en términos de transporte del salitre, aunque con altibajos como señala el historiador.

"Pisagua era una pequeña y activa ciudad portuaria, con varios muelles, aduana, municipalidad, gobernación, tesorería, notaría y conservador. Además tenía registro civil y era subdelegación marítima",cuenta.

Entre sus construcciones había un hospital principal y un hospital de beneficencia, una estación de trenes de la empresa de ferrocarriles salitreros de Tarapacá en el sector norte, un teatro municipal, una iglesia y una oficina de correos.

"De Iquique iba subiendo a Pozo Almonte, Huara, Santa Catalina, Zapiga y el terminal Pisagua. En Pisagua había una oficina de cable submarino, una sucursal del Banco de Chile, un juez de letras, un cuerpo consular y dos escuelas, una de hombre y otra de mujeres", indica Zolezzi.

Según sostiene el historiador, Pisagua tenía casas comerciales, la más prestigiosa a cargo de Pedro Perfetti, además de hoteles. "Su mejor hotel era el Cavancha, que tenía una amplia y magnífica azotea y comedor con vista al mar", relata.

Los entendidos en su historia, cuentan que en su época dorada, la localidad también tuvo dos o tres incendios que quemaron todo el pueblo entre 1903 y 1905. "También sufrió las pestes de fiebre amarilla y bubónica que tuvo Iquique", corrobora el sociólogo Bernardo Guerrero.

Sin embargo, cuando cayó la exportación del salitre, el puerto de Pisagua quedó vacío y el poco salitre que restó, bajó por Iquique. "La última oficina en cerrarse fue San Antonio de Zapiga en 1931, con lo cual se cierra el periodo", dice Zolezzi.

El Declive

El fin de la época salitrera, dejó a Pisagua con una población muy mermada. "Mi abuelo era chino y llegó como comerciante a Pisagua porque tenía actividad... después contaba que quedaba poca gente" explica Óscar Wong de 76 años. Jiménez, que nació el 59 coincide en que la gente se dedicaba al mar.

"Fui inscrito en el registro civil que había y fui uno de los últimos que nació en el Hospital de Pisagua, a cargo del doctor Reyna", dice. El hospital y el ferrocarril fueron dos obras que paralizaron por la baja población y actividad.

Wong, recuerda que de niño alcanzó a viajar en tren hasta Iquique. "El viaje duraba 12 horas. Uno se iba en la noche y llegaba en la mañana. Pasaba por varias estaciones y paraba unos tres cuartos de hora. Como el año 56 terminó. Antes venía una vez al mes y traía mercadería a los comerciantes, pero fue decayendo. Lamentablemente de la estación de trenes se llevaron hasta los durmientes de la línea", recuerda.

Debido a que algunas instituciones dejaron de funcionar por la baja población, en los 60 se pensó en reactivar el puerto a través de la llegada de empresas pesqueras.

"El gobierno de Jorge Alessandri, para hacer florecer a Iquique y Pisagua, mandó la instalación de empresas pesqueras para fabricar harina y aceite de pescado, gracias a créditos Corfo. Se crea la Ley de zona franca industrial para Iquique y Pisagua", indica Zolezzi.

Wong, afirma que hubo cuatro pesqueras, Zavala, Imperial, Arrieta e Ipsa, está última la más estable y manejada por capitales noruegos.

"La Zavala se demoraron 1 año en construirla y 6 meses en cerrarla, porque no entró una anchoa. Yo trabajé ahí. La última pesca la sacamos nosotros, 75 toneladas de pescado y no era anchoa, sino sardina mezclada con jurelillo. Íbamos a descargar y nos dijeron 'quebró la pesquera'. Desarmaron, se llevaron todo y demolieron", narra.

Pisagua nuevamente quedaba con una economía mermada. Pero a pesar de sus altos y bajos, sus habitantes dicen que siempre se ha mantenido una vida tranquila.

Pisagua a futuro

Hoy, la actividad comercial de Pisagua se basa en la extracción de mariscos y la venta de huiros, aunque de manera precaria.

Según Jiménez, quien es asistente de embarcación, la venta de productos del mar, como hoy es el erizo, podría ser más provechosa si pudiesen utilizar la sala de procesos que se construyó en el 2000 para ese fin.

"Estamos en el 2016 y todavía no podemos usarla porque no tenemos alcantarillado. Los camiones se llevan 10 mil o 20 mil erizos y se los llevan completos, porque no podemos ocupar esa sala de procesos para limpiarlos. Esa sería una entrada para nosotros. Ellos los venden limpios y a un precio mucho más caro que lo que nosotros podemos cobrar", explica.

Con respecto, a la explotación del huiro, Jiménez señala que se trabaja con un plan de manejo, en el cual están inscritas 90 personas de Pisagua y Camarones en la región de Arica Parinacota.

"Antes se podían sacar 30 o 40 toneladas de huiros. Ahora pueden sacar hasta 3 toneladas por persona. Antes podían sobreexplotar y destroncar, pero Sernapesca ya está controlando hasta a los comerciantes", cuenta.

Respecto al turismo, Marcia Pasache, bibliotecaria y encargada de la oficina de Turismo de Pisagua, mencionó que el chileno se está interesando en la comunidad costera.

"De junio a noviembre viene harto extranjero, también los tours con adultos mayores, agrupaciones comunales. Muchos llegan por el tema político (en referencia a lo ocurrido durante dictadura), pero cuando llegan se dan cuenta que está la historia del salitre, empiezan a descubrir el teatro, que hubo bancos, que fue la capital comunal. Cosas que no se sabían y así les pasan el dato a otros", reconoce.

Consultado sobre dónde está el futuro de Pisagua para una mejor reactivación económica, Wong señala que se debe explotar el cerro donde está el yeso. "Tiene como para explotarlo 100 años. Eso dijeron los ingenieros que vinieron a hacer estudios hace un tiempo. Iban a hacer plantas de cartón yeso para que se lo llevaran en containers a Japón, al menos eso se conversó en las reuniones", dice.

Este dato, lo reafirma Zolezzi al señalar que un ingeniero químico, Alfredo Urízar Otárola, realizó excavaciones en el lugar, y falleció con la idea de poder instalar una planta, se llamaría "Pisaguita".

Guerrero, en tanto, dice que Pisagua debe pensar en un turismo a largo plazo con base en los derechos humanos.

"Aquí hubo violaciones sistemáticas a los derechos humanos, fosas. Hay un cementerio, un ejemplo de cosas que no pueden volver a ocurrir", expresa.

Para Zolezzi, Pisagua tiene dos posibilidades, considerando su bahía: un terminal de puerto o recorridos marítimos. "Organizando paseos por caleta Mejillones, caleta Buena, caletita Chica, o Pisagua Viejo, que es interesante. Pisagua además representa un punto de atracción turística por la Guerra del Pacífico, durante la guerra del 91, ocupada por los sublevados de la Armada o lo del 73", manifestó.

"Pisagueños quedamos unos pocos, sólo unas 3 o 4 familias"

Carlos Jiménez, pisagüeño

Los pendientes


Falta de alcantarillado para la localidad

Un tema pendiente según los pisagüeños es el alcantarillado. Aunque hay algunos pozos, sus residentes acusan que inclusive hay cañerías rotas en la misma localidad, por lo que ven salir el agua servida. Vecinos aseguran que el gobierno se comprometió.


Solicitan ampliar cementerio de Pisagua

Pobladores aluden a la falta de espacio para dar sepultura a sus fallecidos, ya que, aseguran, no hay espacio, por lo que deben buscar lugares más despejados. El problema, dicen, es que cuando cavan, se encuentran con cajones de la época del salitre.

"Pisagua ha tenido altos y bajos, pero siempre una vida tranquila"

Oscar Wong, pisagüeño


Ramplas de acceso para adultos mayores

En Pisagua, los vecinos señalan la ausencia de caminos para discapacitados, especialmente en quebradas. Actualmente, existe terreno de tierra y en otros lugares hay escaleras con díficil acceso a adultos mayores o personas con discapacidad.

2.900 millones de pesos están aprobados para que en 2017 se inicie la restauración de la torre del reloj y el teatro municipal. Ambos monumentos nacionales.

347 millones de pesos es el valor de la inversión de la "Reposición Posta de Salud Rural de Pisagua" otorgados por el Fndr y que será terminada este semestre.

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