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La "gran bestia" tarapaqueña que recupera el Museo Regional

En el sector de Pintados fue encontrado un megaterio en 1957, un perezoso gigante que se extinguió en el último periodo glacial, cuyos fósiles solo en un 30% están en Iquique.
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Naguib Danilla Segovia

Hasta hace doce mil años antes de Cristo, la pampa de la región de Tarapacá no era solo tamarugos, flamencos y extensas lagunas productos de sus suelos abundantes en agua.

También había especies que actualmente están extintas y que, ni el sujeto con más imaginación, pudiera haber imaginado que pisaron las tierras que actualmente habitamos.

Por el año 1957, un grupo de trabajadores de la Empresa Nacional de Petróleo empezó a hacer sondajes por el sector de Pintados a la espera de encontrar el "oro negro" en la primera región, pero la sorpresa fue mayúscula cuando escarbando por estas tierras dieron con un esqueleto, de una especie de gran magnitud.

"Empezamos a indagar la historia de este registro fósil y dimos con un antiguo documento en la biblioteca de Huarasiña. Dentro de estos textos, encontramos que ellos tenían un boletín del Museo de Historia Natural del año '58. Ahí sale un pequeño artículo titulado 'Un megaterio de Tarapacá' como gran hallazgo en el año 1957 de los sondajes que hubo en Pintados por parte de la Enap. En la superficie se encontró un cash con estos fósiles que correspondían al ejemplar con un porte de aproximadamente cinco metros", dice Luis Pérez, arqueólogo y magíster en paleontología de la Universidad Austral de Chile y quien está encargado de recuperar y catalogar los fósiles que actualmente existen de esta "gran bestia" en el Museo Regional de Iquique.

Sobre las características de este animal, el especialista, que actualmente trabaja en las dependencias del Museo Regional, señaló que se asemeja a los perezosos que habitan en los árboles de las selvas de Brasil.

"Es un animal con las mismas características de comportamiento de un perezoso, pero era una megabestia. Estamos hablando de 4 o 5 metros en envergadura, incluso es más grande que un elefante. Es posible que sea un espécimen de los más grandes que se hayan visto en Sudamérica", asegura.

El profesional agregó que lo más probable es que este megaterio se haya alimentado de las especies vegetales que nativos de la pampa del Tamarugal como el tamarugo, chañar y algarrobo, porque era un animal de tipo herbívoro.

Recuperación

Dentro del trabajo de recuperación que está realizando este paleontólogo, se encontró con una gran dificultad: solo una parte de las piezas del perezoso están en el Museo Regional, las otras fueron a parar a la zona centro.

"El megaterio causó un revuelo en Iquique por lo que significa este tipo de animales como megafauna y los profesionales del Museo Regional de ese tiempo decidieron montarlo y exhibirlo. Cuando exhiben este espécimen, se dan cuenta que con el tiempo empieza a deteriorarse en parte, por el cambio de clima y porque no tenían estabilidad los huesos. Entonces, empezaron a pulverizarse y decidieron sacarlo de montaje a finales del año '57 y en 1958 el Museo de Historia Natural decide llevárselo a Santiago para hacerle una recuperación", comenta.

El gran problema para Pérez es que solo el 30% de los fósiles, del perezoso gigante, están en Iquique, el restante 70% está en la capital nacional y en delicado estado.

"En esos años hubo una confusión y se llevaron parte del megaterio a Santiago y quedó parte del ejemplar en Iquique y mezclado con algunos huesos de ballena", relata entre risas, ya que aclaró estos restos de la especie cetácea no corresponden a un animal de la época de la "gran bestia".

Sin inventario

El paleontólogo se contactó con el Museo de Historia Natural, donde le precisaron que tienen algunos especímenes de esa era y saben de la existencia del perezoso de Tarapacá, aunque cuentan con algunos problemas, ya que no lo tienen inventariadas las piezas fósiles.

"Nosotros estamos haciendo un trabajo que ellos todavía no lo tienen hecho y no pudieron darme con exactitud el inventario de piezas que ellos tiene, probablemente tienen el cráneo, pero a juzgar por el tipo de huesos que nosotros poseemos ellos deben tener muchas costillas, vértebras y parte de las piernas", vaticina añadiendo que en la ciudad hay piezas como las apófisis del fémur, costillas y una vértebra cervical que tiene una altura aproximada de 20 centímetros, aunque se muestra preocupado ya que desde Santiago ya la indicaron que la conservación de los fósiles no es la mejor.

Otro contratiempo al que se debió enfrentar el profesional es el estado en el que se encuentra el Museo Regional, lugar que para él no reúne las condiciones para la conservación de estas muestras.

"Si el Museo de Historia Natural quiere devolver el megaterio, hay que ver si es viable traerlo. Por el momento no tenemos las condiciones óptimas de conservación que debería tener un museo para recibir al espécimen", advierte sobre el estado de conservación del Museo Regional de Iquique, que para él, aparte de estar en zona de inundabilidad, está con un evidente deterioro en su techumbre, las que se podrían llover ante una inclemencia climática.

Presentación

Dadas esas circunstancias, Luis Pérez comentó que una de las opciones que están barajando, junto a los paleontólogos que los ayudan desde la Universidad Austral, es escanear algunas piezas del megaterio que estén en mal estado y emularlas a través de una impresora 3D de última tecnología.

"Con ese escáner se analizan los fósiles y tienen impresoras. Entonces lo que estamos pensando es que ellos pudieran escanear e imprimirnos una réplica exacta y de esa manera poder tener una presentación didáctica en el Museo Regional", argumenta el paleontólogo, quien desea que una réplica a escala real del megaterio se pueda exhibir en Iquique.

La idea del experto es que esta muestra, junto con un catálogo, permita a otros especialistas del mundo acceder a la colección paleontológica de la región de Tarapacá.

"Sinceramente tenemos una de las colecciones paleontológicas más grandes de Sudamérica y hay especies que pertenecen a los primeros organismos complejos que empiezan a aparecer en el fondo marino", enseña.

"En esos años hubo una confusión y se llevaron parte del megaterio a Santiago y quedó parte del ejemplar en Iquique con (...) huesos de ballena.

Luis Pérez,, paleontólogo del Museo Regional de Iquique.

"Por el momento no tenemos las condiciones óptimas de conservación que debería tener un museo"

Luis Pérez,, paleontólogo del Museo Regional de Iquique.