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El otro "creativo" letrero que llama a conducir con precaución

A inicios de los años ochenta se instaló un cartel en los accesos a Pozo Almonte, tras el cierre de la oficina Victoria.
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"Si usted entra a Pozo Almonte, dice 'Señor conductor, en esta comuna no sobran los niños'. ¿Hay problema ahí o no?", dice el alcalde de Alto Hospicio, Ramón Galleguillos, luego que el diputado por Tarapacá, Hugo Gutiérrez, presentara una denuncia en su contra ante Contraloría por los letreros que el jefe municipal instaló en la comuna. "Bienvenido a Alto Hospicio. Conduzca con precaución. No tenemos hospital ni cementerio", dice el cartel.

Lo cierto, es que el letrero instalado en los accesos a Alto Hospicio no es el único de su tipo. En la ruta 5 Norte, en el ingreso a la capital provincial del Tamarugal, se colocó una señalética que, al contrario, no generó revuelo alguno.

Recuerdos

Augusto Smith, quien lideró el gobierno comunal de Pozo por 18 años, desde 1994 hasta 2012, recuerda que el letrero buscaba evitar accidentes de tránsito entre Iquique y La Tirana, durante la fiesta religiosa que se celebra en ese poblado el 16 de julio en honor a la Virgen del Carmen.

Smith asegura que la señalética fue gestionada por la Iglesia Católica y que a él le tocó autorizarla. "Fue una movida de la Iglesia para que la gente tuviera precaución en el viaje. Siempre es bueno decirle a la gente que respete las normas de tránsito en beneficio propio. La intención que perseguía el letrero era importante, prevenir accidentes en los días de la fiesta. Y yo creo que cumplió con su objetivo", reconoce la exautoridad comunal.

Sin embargo, desde el mundo eclesiástico dicen que el letrero es aún más antiguo. El padre Franklin Luza, párroco del Espíritu Santo y Notario Canciller Diocesano, quien se desempeñó como rector del santuario de La Tirana por 18 años en distintos periodos, descarta que las gestiones hayan sido realizadas por la Iglesia. Además, dice que ya era posible observar la señalética instalada a inicios de los años ochenta.

"Yo recuerdo que ese letrero lo pusieron cuando era alcalde de Pozo Almonte un oficial de Carabineros que murió en un accidente. Fue muy conocido y muy impactante su muerte. En esos tiempos él acuñó esa frase y esto ocurre aproximadamente ahí por el año 82-83. Lo recuerdo con mucha claridad porque en ese tiempo vi el letrero y me llamó la atención, pero está muy lejos de una influencia de la Iglesia", expresa el sacerdote.

Eso sí, Luza manifiesta que probablemente el letrero se recuperó durante la gestión de Smith. "No tengo otro fundamento que mi propio recuerdo, salvo que esté confundido en mi memoria", aclara el religioso.

En un asado

Ese uniformado del que habla Luza, fue Leoncio Cerda, mayor de Carabineros y comisario de la Segunda Comisaría de Pozo Almonte. Conocido como "Loncho", fue el alcalde designado por la dictadura militar.

Así lo relata Paul Spaudo, profesor de Historia y Lenguaje, quien hoy trabaja en la escuela Eduardo Llanos de Iquique, desempeñándose anteriormente en el San Antonio de Matilla de Alto Hospicio.

Spaudo recuerda que uno de los principales hechos que generó este letrero fue el cierre de la oficina salitrera Victoria en 1979. Eso provocó la mudanza de sus habitantes. "Por el cierre de la salitrera, se fue mucha gente, victorianos, a Arica, Iquique y Pozo Almonte", cuenta, detallando que Pozo no tenía más de tres mil habitantes.

Durante principios de los ochenta, cuando se instaló efectivamente el cartel, la localidad llegaba hasta la calle Estación por el sur y hasta el Parque de los Niños, a la población Cascada, por el norte.

"Pozo era chico en cuadras, pero sí había tránsito vehicular a Pica, La Tirana, Antofagasta. Para disminuir la velocidad, se puso el letrero. Ahí también nace el eslogan de 'Pozo Almonte, ciudad del futuro', instalado por el alcalde nominado", dice Spaudo.

Por esos años, al igual que hoy, la calle Comercio era la carretera, y como existían pocos vehículos en comparación con la actualidad, no habían semáforos ni señaléticas como los Ceda el Paso, por lo que el tráfico se hacía a bastante velocidad. Una forma de llamar la atención, fue colocar el letrero, para hablar de una ciudad que estaba emergiendo con la llegada de victorianos, agrega, en relación a la frase que alude a los niños.

El plan, según Spaudo, nació durante una "lluvia de ideas" al "fragor de un asado" en Sara, una exoficina salitrera al sur de Pozo Almonte, en el cruce de la Panamericana con la ruta a La Tirana, terreno que era administrado por la Empresa de Servicios Sanitarios de Tarapacá (Essat), firma en la que se dividió el Servicio Nacional de Obras Sanitarias (Sendos). En ese lugar funcionaba un pequeño camping con piscina para que los pozoalmontinos pudieran distraerse a fines de los 70 e inicios de los 80.

La idea se plasmó en un par de letreros en 1981, pequeños, de 20 por 80 centímetros, detalla el profesional. "Al principio fue chistoso, pero la gente, la gente vieja de Pozo Almonte, lo internalizó", recuerda.

"Cuando asume Augusto Smith, toma ese letrero y se agranda, poniéndose en ambas salidas. Lo conserva y lo potencia", asegura Spaudo, conciliando su versión con la de Luza.