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Buscan mejorar la seguridad en el Paseo Lynch y Caleta Riquelme

Instalan cerco para proteger a los visitantes del Museo Corbeta Esmeralda.
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Davied Jaime G.

Improvisadas carpas, consumo de alcohol en la vía pública, y peleas, son habituales en uno de los sectores más turísticos de la ciudad como lo es el que incluye al Muelle Prat, la Caleta Guardiamarina Riquelme y el paseo Lynch.

"No solo son los robos a los turistas, en la tarde cuando cierra la caleta y la mayoría de nosotros se va ingresan, roban herramientas o instalan colchones y protagonizan peleas", comenta Manuel Villalobos, presidente del sindicato de pescadores de Caleta Riquelme, quien confiesa que si bien carabineros o la municipalidad realiza operativos "a las pocas horas están de vuelta y son un riesgo para quienes nos visitan".

A unos 100 metros de la caleta se emplaza, en pleno Paseo Lynch, el Museo Corbeta Esmeralda y que, pese al éxito que le ha permitido alcanzar 350 mil visitantes en sus cinco años, no ha estado ajeno a los problemas de inseguridad del sector.

"Los mismos turistas nos reclaman a nosotros, por la gente que anda afuera. Incluso en el espejo de agua hemos encontrado desde un esqueleto de un pollo hasta colchones. Nosotros hemos puesto letreros y todo, pero no resulta", señala Miguel Riquelme, director del museo.

Pero el problema va más allá, ya que en el mes de enero una pareja de turistas argentinos sufrió el robo de sus pertenencias, incluidos sus pasaportes desde las mismas dependencias del museo, lo que motivó a la administración a hacer una serie de inversiones para mejorar la seguridad, entre ellas la instalación de lockers y aumentar la vigilancia en el sector.

Reja

En este sentido, esta semana se terminó de levantar una reja de 1,20 metros de alto que cerrará el perímetro de la concesión marítima. "Esto siempre estuvo presente en el proyecto original, aunque en una primera instancia se pensó que funcionaríamos bien sin la reja", dice Riquelme.

Para Ramón Carrillo, es una buena idea la del cerco. "Creo que le da seguridad a quienes quieren pasar un rato agradable en el museo, se pueden sacar fotos y no hay agobio de parte de los vendedores".

El cerco se suma a lo que el Ministerio de Obras Públicas realiza en Caleta Riquelme, donde los pescadores solicitaron que las obras de mejoramiento en el lugar incluyeran el reforzamiento de los accesos.

A petición de los pescadores, las rejas crecieron un metro más y se le instalaron puntas de acero para que quienes merodean por el sector no ingresaran.

Sin embargo, los trabajos están a poco de finalizar. "Ya nos dimos cuenta que se saltan igual. Hoy mismo sacamos a unos que habían ingresado al segundo nivel cuando llegamos en la mañana", recalca el presidente de la caleta.

El capitán José Rubio de la Primera Comisaría de Iquique, aseguró que si bien en el verano tuvieron una mayor incidencia de delitos, sobre todo de accesorios de vehículos.

"Hemos generado un plan, tras reuniones con gente del museo, municipalidad y terminal de buses, que está frente al paseo. Donde incluso se destinan controles de tránsito en el lugar lo que ayudó a reducir los delitos", puntualiza.

Según el oficial, las denuncias en el primer semestre cayeron en un 26% respecto al año pasado y los detenidos aumentaron al doble.

En este sentido el capitán de puerto de Iquique (s), el teniente Manuel Fuenzalida asegura que el patrullaje es constante en la zona, sin embargo este se delimita solo a lo que sucede al interior de las concesiones marítimas.

"Así en los últimos meses hemos atendido casos de agresiones o delitos que los mismos pescadores denuncian", finaliza.

1,20 metros de alto mide el cerco instalado en el perímetro del Museo Corbeta Esmeralda.

26% bajaron los delitos en el sector según carabineros, respecto al año pasado.

Buscan mejorar la seguridad en el Paseo Lynch y Caleta Riquelme

Instalan cerco para proteger a los visitantes del Museo Corbeta Esmeralda.
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Davied Jaime G.

Improvisadas carpas, consumo de alcohol en la vía pública, y peleas, son habituales en uno de los sectores más turísticos de la ciudad como lo es el que incluye al Muelle Prat, la Caleta Guardiamarina Riquelme y el paseo Lynch.

"No solo son los robos a los turistas, en la tarde cuando cierra la caleta y la mayoría de nosotros se va ingresan, roban herramientas o instalan colchones y protagonizan peleas", comenta Manuel Villalobos, presidente del sindicato de pescadores de Caleta Riquelme, quien confiesa que si bien carabineros o la municipalidad realiza operativos "a las pocas horas están de vuelta y son un riesgo para quienes nos visitan".

A unos 100 metros de la caleta se emplaza, en pleno Paseo Lynch, el Museo Corbeta Esmeralda y que, pese al éxito que le ha permitido alcanzar 350 mil visitantes en sus cinco años, no ha estado ajeno a los problemas de inseguridad del sector.

"Los mismos turistas nos reclaman a nosotros, por la gente que anda afuera. Incluso en el espejo de agua hemos encontrado desde un esqueleto de un pollo hasta colchones. Nosotros hemos puesto letreros y todo, pero no resulta", señala Miguel Riquelme, director del museo.

Pero el problema va más allá, ya que en el mes de enero una pareja de turistas argentinos sufrió el robo de sus pertenencias, incluidos sus pasaportes desde las mismas dependencias del museo, lo que motivó a la administración a hacer una serie de inversiones para mejorar la seguridad, entre ellas la instalación de lockers y aumentar la vigilancia en el sector.

Reja

En este sentido, esta semana se terminó de levantar una reja de 1,20 metros de alto que cerrará el perímetro de la concesión marítima. "Esto siempre estuvo presente en el proyecto original, aunque en una primera instancia se pensó que funcionaríamos bien sin la reja", dice Riquelme.

Para Ramón Carrillo, es una buena idea la del cerco. "Creo que le da seguridad a quienes quieren pasar un rato agradable en el museo, se pueden sacar fotos y no hay agobio de parte de los vendedores".

El cerco se suma a lo que el Ministerio de Obras Públicas realiza en Caleta Riquelme, donde los pescadores solicitaron que las obras de mejoramiento en el lugar incluyeran el reforzamiento de los accesos.

A petición de los pescadores, las rejas crecieron un metro más y se le instalaron puntas de acero para que quienes merodean por el sector no ingresaran.

Sin embargo, los trabajos están a poco de finalizar. "Ya nos dimos cuenta que se saltan igual. Hoy mismo sacamos a unos que habían ingresado al segundo nivel cuando llegamos en la mañana", recalca el presidente de la caleta.

El capitán José Rubio de la Primera Comisaría de Iquique, aseguró que si bien en el verano tuvieron una mayor incidencia de delitos, sobre todo de accesorios de vehículos.

"Hemos generado un plan, tras reuniones con gente del museo, municipalidad y terminal de buses, que está frente al paseo. Donde incluso se destinan controles de tránsito en el lugar lo que ayudó a reducir los delitos", puntualiza.

Según el oficial, las denuncias en el primer semestre cayeron en un 26% respecto al año pasado y los detenidos aumentaron al doble.

En este sentido el capitán de puerto de Iquique (s), el teniente Manuel Fuenzalida asegura que el patrullaje es constante en la zona, sin embargo este se delimita solo a lo que sucede al interior de las concesiones marítimas.

"Así en los últimos meses hemos atendido casos de agresiones o delitos que los mismos pescadores denuncian", finaliza.

1,20 metros de alto mide el cerco instalado en el perímetro del Museo Corbeta Esmeralda.

26% bajaron los delitos en el sector según carabineros, respecto al año pasado.