Estamos yendo a la "B"
Honorable según el diccionario es la persona que actúa con honradez y por ello es digna del respeto y admiración de los demás. Viene del latín honoris, usado para indicar dignidad, rectitud o decencia. De la misma familia son las palabras honesto y honrado.
Entonces, cuando vemos en la prensa esta calificación para referirse a los diputados y senadores, la gente no entiende nada. Sobre todo cuando ve que continuamente están siendo cuestionados y perseguidos por "jubilazos", "coimas", "tráfico de influencias" o nepotismo, entre otros. Hoy llenan titulares y se les conoce más por escándalos, que por gestión. ¿Esto siempre ha sido así, o es un fenómeno actual y más profundo? ¿Será que ahora hay mayor control y más manejo de información de la gente?, ¿O Será que es realmente un reflejo de nuestra sociedad?
Un parlamentario es un representante de la gente, producto de una campaña electoral costosa, que han adornado nuestras calles y avenidas, y que han necesitado "financiamiento" que hoy están siendo el blanco de objetividad en su actuar, como si vendieran el alma al diablo. De cualquier forma, ellos son los responsables de elaborar nuestras leyes, votarlas y fiscalizar ciertos actos de la administración. ¿Hacen su trabajo… lo hacen bien? Esto debería reflejarse en premio o castigo de la ciudadanía en las mismas votaciones, que lamentablemente concurren cada vez en menor cantidad, reflejo de la incredulidad y decepción, a tal nivel que la legitimidad de los representantes es, por cierto, cuestionable.
No nos deberá sorprender la tendencia al populismo, acercándonos a una elección el 2017, donde veremos "casas de brujas" y "cruzadas de moralidad". Veremos "rasgamientos de vestiduras" en leyes como la de pesca, en donde existió consensos muchos más amplios que en otras leyes, tratando de eliminarlas sin ver el daño que se le puede hacer a regiones como Iquique y su actividad. Si seguimos la misma lógica, no existe ninguna ley legítima, ya que cada sector defiende sus intereses. Esto no debiese ser una guerra entre poderosos y el resto, entre clases sociales, ni políticas. Hace rato que hay que ponerse de acuerdo por Chile, ya que paulatinamente nos estamos yendo a la "B" y nuestros honorables son el reflejo de esto y es un deber ciudadano cambiar esto.
"Esto no debiese ser una guerra entre poderosos y el resto, entre clases sociales, ni políticas.
Leopoldo Bailac, presidente asociación de Industrales de Iquique