Respecto a la carta al director publicada ayer por el historiador Mario Zolezzi, primero, quisiéramos agradecer los antecedentes, los cuales dan cuenta de las dificultades para contar con agua potable en el desierto más árido del mundo. En este sentido, para complementar, es importante precisar que Aguas del Altiplano "produce" agua potable, porque en su estado natural, obviamente ésta no se encuentra en las condiciones aptas para el consumo.
Para asegurar el cumplimiento de la NCh 409 -que regula la calidad del agua potable- hemos realizado inversiones del orden de los 25 millones de dólares en plantas de tratamiento, cuya operación cuenta con 50.000 controles de laboratorio al año. Adicionalmente, el agua potable que producimos está sujeta a la fiscalización de organismos del Estado, tales como la SISS y la autoridad sanitaria.
Para responder la pregunta del señor Zolezzi: "¿Cómo está el nivel de arsénico en el agua potable de Alto Hospicio e Iquique?" Actualmente, tenemos concentraciones menores al límite máximo permitido de arsénico (0,03 mg/L), cumpliendo con la normativa vigente. Cabe mencionar que nos estamos preparando para dar cumplimiento a un nuevo y exigente cambio normativo, que reduce el límite máximo permitido para el arsénico (a 0,01 mg/L), el cual comenzará a regir a contar de 2017. Lograr esta reducción en la concentración máxima de arsénico, requiere de grandes inversiones y tecnología de punta; por ejemplo, la ampliación de nuestro sistema de producción de Santa Rosa para Alto Hospicio y la nueva planta de producción El Carmelo para Iquique, proyectos que finalizarán durante el segundo semestre de este año. Esto se suma a otras obras que nos permitirán seguir cumpliendo con la norma y en consecuencia, mantener nuestro compromiso de entregar un producto sano y de calidad.
Nibaldo Gatica, gerente de clientes
Aguas del Altiplano.