Secciones

Centinelas y camareras de la virgen en su silencioso servicio

Son los únicos encargados de custodiar el Santuario de La Tirana, así como también vestir a las imágenes en los días de fiesta.
E-mail Compartir

Mariela Cabello Venegas

Su trabajo es silencioso y muchas veces ignorado, pues los devotos lo único que desean en este periodo que dura la fiesta de la Virgen del Carmen de La Tirana, es llegar hasta los pies de la imagen para agradecer o hacer sus peticiones frente a la Carmelita.

"Muchos creen que a nosotros nos pagan, pero no. Es un servicio que hacemos a la iglesia y a la virgen. Es a nosotros a quien nos gusta servir", cuenta Luis Herrera, encargado de los Centinelas y Camareras de la Virgen. Grupo compuesto por más de 80 personas de todas las edades, cuya labor es guardar y custodiar las imágenes de la chinita del Carmen durante la fiesta.

"El día 10 empieza la fiesta y los custodios que están todo el año nos entregan las llaves del santuario y quedamos a cargo de todo lo que es el templo durante la fiesta, especialmente de las imágenes de la virgen", señala Herrera.

Las imágenes

Don Luis, comentó que como centinelas están a cargo de resguardar la imagen en todo momento, incluso en las misas solemnes. Y las camareras son quienes se encargan de vestir a la Virgen.

"Estamos a cargo de la virgen grande y la chica. La grande es la que tenemos en el Santuario y a la que los peregrinos llegan a ver. Nosotros estamos ahí para que haya orden y que todos los peregrinos puedan llegar a verla".

En tanto, la imagen más pequeña, es la que está custodiada en un lugar especial durante el año, la cual tiene una data aproximada de unos 300 años y que es preparada para salir sólo para las misas de víspera y la solemne del día 16 de julio.

En cuanto al vestuario de las imágenes, el centinela cuenta que la ropa la mandan a hacer ellos y otra es donada por la gente o los bailes.

"Nosotros la vestimos para cuando sale en procesión y para la noche de gala. En la víspera nosotros le ponemos esa capa y ese vestido. Y hay gente que le regala hartas ropas".

Asimismo, son las camareras las que están pendientes que todo esté limpio, planchado e impecable.

"El día 15 en la tarde nosotros nos preocupamos de vestir a todos los santos para poder hacer las amarras para hacer la anda".

El origen

Consultado por el origen de los centinelas, don Luis indica que si bien no tienen fecha de fundación, es un servicio que viene por más de 200 años, inclusive que "esto partió con un grupo de pescadores que venían a ver a la virgen y la amarraban para salir en procesión. Y después empezó a organizarse. No tenemos año de cuándo comenzó. A mi papá lo trajo otra persona y yo llevó 46 años como centinela. Yo sé que antes se llamaban guardianes de la virgen".

Asimismo recuerda, que hace un tiempo el historiador Lautaro Núñez, cuando vino al Santuario mencionó que su madre, oriunda de Pica fue la primera camarera de la virgen.

"Y así han llegado viejitas que cuentan que trabajaron siendo camareras o centinelas, pero no tenemos esos registros".

Según señala, ahora el grupo está conformado por personas de distintas edades y hay harta juventud.

"Hay gente de distintas partes de: Iquique, Arica, Antofagasta, Tocopilla, Ovalle. Llegan aquí y se ofrecen para trabajar. Y las puertas están abiertas para todo el que quiera servir".

Fervor a la virgen

Don Luis, rememora que su historia con la virgen se inició desde niño, pues su padre, que también era centinela lo llevaba a La Tirana a ver su trabajo, junto a sus cinco hermanos. Y a todos les gustó, por lo que decidieron quedarse y ser parte del grupo.

"Ahora somos cinco porque mi hermana por enfermedad se retiró, pero desde niños que nos fuimos quedando, y así también va llegando gente nueva y nosotros traemos a los nietos y a los sobrinos para saber si les gusta, pero ellos son libres de decidir".

Herrera, afirma que antes de ser centinela, bailaba por mandas a la virgen en "Los Osos del Colorado", agrupación en la cual permaneció por más de 10 años.

"Luego me vine para acá. Y aquí uno no entra por manda, sino porque quiere servir y le gusta estar acá. Es un servicio a la iglesia y a la virgen".

Organización

Respecto a cómo se organizan las 81 personas que componen el grupo en estas fiestas, Luis Herrera comentó que los más jóvenes piden vacaciones o "las niñas que están estudiando vienen por dos días a servir y luego se retiran. Hay otros que ya no trabajamos ya. Vamos haciendo turnos, porque a toda la gente que está aquí le gusta servir".

En este sentido, comenta que todos saben bien cuál es su función, y que él es el único que posee la llave dónde está la imagen del Carmen, que es una verdadera reliquia.

"Nuestro trabajo es más silencioso, casi nadie sabe que nosotros estamos. Nosotros somos las que sacamos a la virgen y que esté bonita para que todos la vean".

Asimismo, relata que tras la fiesta, hacen turnos para subir a La Tirana. "Una vez al mes venimos a limpiar los santos y a cambiarle ropa. Ahora estamos todo el año preocupados", dice.

Peregrinos

Por otra parte, con relación al trato con el peregrino, Herrera dice que es fácil y difícil a la vez, por los distintos caracteres de la gente.

"Todos quieren saludar a la virgen y eso lo sabemos, pero tienen que respetar la fila. Todos quieren entrar por delante. Algunos nos agarran a garabatos, pero uno tiene que quedarse callado no más por respeto".

Agrega además que en general los 16 de julio, todos quieren entrar y hay mucha gente que se amanece haciendo fila.

"Vemos a gente que se amanece esperando poder tocar a la virgen, por eso la idea es respetarle y darle prioridad a los abuelitos o personas con discapacidad", puntualiza.