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[reportaje]

Reinserción: una difícil realidad contada por sus protagonistas

Ex reclusos afirmaron que si bien es una tarea complicada, la lograron con esfuerzo y dedicación. Gendarmería, por otro lado, comentó los trabajos que se realizan en los centros penitenciarios de la región para facilitar el proceso.
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Leonardo Naveas Nuñez

Muchas son las historia donde ex reclusos se ven envueltos en actos delictuales tras salir en libertad, sin embargo, existe un gran número de personas que luego de haber vivido la experiencia de estar alejados de sus familias, supieron seguir adelante y darle una vuelta al destino.

Muchos afirman que el sistema no les favorece, pero en el caso de un hombre que asumió con sus errores mediante esfuerzo y apoyándose en la palabra de Dios, logró vencer los prejuicios.

Roberto Muñoz Vílchez, estuvo preso 14 años. De joven tuvo problemas con drogas y delincuencia, llegando a recibir una condena de 25 años, por delitos como asalto, robo y tráfico de drogas.

"Estuve involucrado en muchas cosas malas, pero en una de esas vueltas de la vida conocí a Dios. Un día un joven me habló de Dios y yo dije 'este está loco'. Con el tiempo me fui dado cuenta que muchas cosas de lo que este joven me dijo se fueron cumpliendo", explicó Muñoz quien además confesó que estuvo detenido al ingresar droga a la cárcel, sin embargo con el tiempo se volvió a ganar la confianza de los gendarmes y trabajadores del penal. Con el paso de los años pudo obtener beneficios hasta que logró la ansiada libertad.

Este hombre que se vio enfrentado a distintas dificultades al interior del penal, al salir se dedicó al trabajo en la iglesia, convirtiéndose luego en pastor evangélico. Además, logró formar una familia y constituir su propia empresa, logrando -según sus propias palabras- salir adelante con el apoyo de su mujer.

"Gracias a Dios luego de que salí en libertad no volví a caer. Ahora estoy casado, no ha sido fácil, pero he logrado salir adelante. Me sentí discriminado, ni mi familia me creía porque yo cometí muchos errores y ahora lo entiendo, porque yo tengo una empresa y uno se da cuenta que existe la posibilidad de que te roben y por eso se piden los papeles; pero si tú haces bien las cosas puedes borrar tus antecedentes", afirmó Muñoz.

Gendarmería

Según estadísticas de Gendarmería, tres de cada 10 personas logran reinsertar se a la sociedad manteniendo un trabajo, a lo cual la institución realiza seguimiento.

La jefa técnica regional de Gendarmería, Pamela Hernández, explicó que la institución administra la reinserción social a través de un equipo de asistentes sociales y psicólogos que realizan el tratamiento integral de la población del penal.

Dicho grupo de trabajo mantiene un programa de prestaciones para la reinserción social en el sistema tradicional que es donde se realiza un diagnóstico de los niveles de reincidencia que tiene el usuario; luego de ello se hacen derivaciones y planes de intervención individual para fortalecer las habilidades para el trabajo y en otros casos, los estudios.

"La idea es que progresivamente ellos vayan accediendo a la libertad, a los beneficios interpenitenciarios. En primera instancia podría ser a la salida dominical, después salida de fin de semana, después la salida controlada medio libre que es lo que normalmente se le llama 'la diaria', donde pueden salir diariamente hasta 15 horas para poder hacer una función educativa-laboral donde nosotros estamos apoyando a través de profesionales que prestan el apoyo sicosocial", comentó.

Al respecto dio a conocer que actualmente en la región, en los primeros seis meses del año han brindado 899 atenciones psicológicas a reclusos, realizando además 1.218 atenciones sociales.

Trabajo

Hernández explicó que como parte de este proceso en las unidades se realizan diversas actividades donde los usuarios participan de talleres deportivos, eventos culturales y capacitaciones laborales que comprenden cursos de maquinaria pesada, manipulación de alimentos, fabricación y mantención de paneles solares, cursos de administración y próximamente se realizarán cursos de peluquería y manicure a través de convenios Sence, con una inversión de 100 millones de pesos.

En el penal de Alto Hospicio existen 2.197 personas recluidas, de las cuales 2.031 son hombres que están en condiciones de imputados y condenados, en tanto 166 mujeres son imputadas. De estos, más de 200 personas mensuales realizan actividades laborales formales, 375 han participado en actividades deportivas formales y voluntarias (fútbol-tenis, baby fútbol y tenis de mesa, zumba y fútbol).

De igual modo, durante el primer semestre de este año, más de 600 usuarios han participado en actividades culturales voluntarias como la celebración de Machaq Mara, presentaciones de Danza América, lanzamiento de CD, Plaza de Justicia, entre otras.

En tanto, en el ámbito de la reinserción laboral, en lo que va del año, 741 personas han sido capacitadas en distintos oficios.

Para realizar este trabajo de reinserción, Gendarmería mantiene convenios con empresas entregan puestos de trabajos a las personas que han salido de cumplir su condena.

Una de las empresas que durante años trabajó en un proyecto de reinserción laboral es M. Koo.

Eduardo Veneciano, uno de los herederos del tradicional Chumbeque, contó que durante años fueron partícipes del programa de reinserción social, capacitando a los reclusos para que, dentro de la cárcel de Iquique, fabricaran el producto que su padre hizo famoso.

"Mi padre, en un afán de ayudar a las personas, gestionó este convenio con Gendarmería donde muchas personas trabajaron con nosotros, lamentablemente por distintas circunstancias, como la enfermedad de mi padre no nos permitió seguir con este programa", recordó.

Veneciano manifestó que fue una experiencia que les gustaría retomar. Dijo que mantienen vínculos afectivos y laborales con algunos trabajadores que luego de obtener su libertad, siguieron desempeñándose en su fábrica.

Nuevo comienzo

Natalia fue condenada a una pena efectiva de cinco años y un día por tráfico de drogas. Por tener buena conducta consiguió la salida dominical y se le ofreció un trabajo en la fábrica de M. Koo, el cual se negó a realizar por priorizar ese tiempo con su hija que, en aquel entonces, tenía 9 años.

En el tiempo que estuvo privada de libertad realizó labores apoyando el trabajo educacional de los internos, realizando también tareas administrativas y desempeñándose en distintas área. Gracias a lo anterior y su buena conducta, logró los distintos beneficios existentes.

Al obtener el beneficio diario, comenzó a trabajar en los locales de M. Koo realizando diversas funciones. "Yo ya llevo casi cinco años trabajando aquí y me siento muy feliz por ello. Favorablemente aprendí la lección, que fue dura, lo fue, pero yo no recaí. Hubo muchas compañeras que estuvieron aquí, luego buscaron otros trabajos y llevan una vida bien, pero otras recayeron", narró.

Esta mujer, que aseguró haber aprendido la lección, explicó que la reinserción laboral, luego de salir de la cárcel, es un proceso muy difícil. Afirmó que ella tuvo la suerte de ser acogida en un lugar donde le abrieron las puertas, sin embargo, sostuvo que no todos tienen esa suerte y que es necesario que más empresas confíen en las personas que se forman parte de estos programas de reinserción que buscan dar una nueva oportunidad a quienes en alguna oportunidad optaron por el camino incorrecto o más fácil.

"Ni mi familia me creía porque yo cometí muchos errores (...)"

Roberto Muñoz, exrecluso"

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Reinserción: una difícil realidad contada por sus protagonistas

Ex reclusos afirmaron que si bien es una tarea complicada, la lograron con esfuerzo y dedicación. Gendarmería, por otro lado, comentó los trabajos que se realizan en los centros penitenciarios de la región para facilitar el proceso.
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Leonardo Naveas Nuñez

Muchas son las historia donde ex reclusos se ven envueltos en actos delictuales tras salir en libertad, sin embargo, existe un gran número de personas que luego de haber vivido la experiencia de estar alejados de sus familias, supieron seguir adelante y darle una vuelta al destino.

Muchos afirman que el sistema no les favorece, pero en el caso de un hombre que asumió con sus errores mediante esfuerzo y apoyándose en la palabra de Dios, logró vencer los prejuicios.

Roberto Muñoz Vílchez, estuvo preso 14 años. De joven tuvo problemas con drogas y delincuencia, llegando a recibir una condena de 25 años, por delitos como asalto, robo y tráfico de drogas.

"Estuve involucrado en muchas cosas malas, pero en una de esas vueltas de la vida conocí a Dios. Un día un joven me habló de Dios y yo dije 'este está loco'. Con el tiempo me fui dado cuenta que muchas cosas de lo que este joven me dijo se fueron cumpliendo", explicó Muñoz quien además confesó que estuvo detenido al ingresar droga a la cárcel, sin embargo con el tiempo se volvió a ganar la confianza de los gendarmes y trabajadores del penal. Con el paso de los años pudo obtener beneficios hasta que logró la ansiada libertad.

Este hombre que se vio enfrentado a distintas dificultades al interior del penal, al salir se dedicó al trabajo en la iglesia, convirtiéndose luego en pastor evangélico. Además, logró formar una familia y constituir su propia empresa, logrando -según sus propias palabras- salir adelante con el apoyo de su mujer.

"Gracias a Dios luego de que salí en libertad no volví a caer. Ahora estoy casado, no ha sido fácil, pero he logrado salir adelante. Me sentí discriminado, ni mi familia me creía porque yo cometí muchos errores y ahora lo entiendo, porque yo tengo una empresa y uno se da cuenta que existe la posibilidad de que te roben y por eso se piden los papeles; pero si tú haces bien las cosas puedes borrar tus antecedentes", afirmó Muñoz.

Gendarmería

Según estadísticas de Gendarmería, tres de cada 10 personas logran reinsertar se a la sociedad manteniendo un trabajo, a lo cual la institución realiza seguimiento.

La jefa técnica regional de Gendarmería, Pamela Hernández, explicó que la institución administra la reinserción social a través de un equipo de asistentes sociales y psicólogos que realizan el tratamiento integral de la población del penal.

Dicho grupo de trabajo mantiene un programa de prestaciones para la reinserción social en el sistema tradicional que es donde se realiza un diagnóstico de los niveles de reincidencia que tiene el usuario; luego de ello se hacen derivaciones y planes de intervención individual para fortalecer las habilidades para el trabajo y en otros casos, los estudios.

"La idea es que progresivamente ellos vayan accediendo a la libertad, a los beneficios interpenitenciarios. En primera instancia podría ser a la salida dominical, después salida de fin de semana, después la salida controlada medio libre que es lo que normalmente se le llama 'la diaria', donde pueden salir diariamente hasta 15 horas para poder hacer una función educativa-laboral donde nosotros estamos apoyando a través de profesionales que prestan el apoyo sicosocial", comentó.

Al respecto dio a conocer que actualmente en la región, en los primeros seis meses del año han brindado 899 atenciones psicológicas a reclusos, realizando además 1.218 atenciones sociales.

Trabajo

Hernández explicó que como parte de este proceso en las unidades se realizan diversas actividades donde los usuarios participan de talleres deportivos, eventos culturales y capacitaciones laborales que comprenden cursos de maquinaria pesada, manipulación de alimentos, fabricación y mantención de paneles solares, cursos de administración y próximamente se realizarán cursos de peluquería y manicure a través de convenios Sence, con una inversión de 100 millones de pesos.

En el penal de Alto Hospicio existen 2.197 personas recluidas, de las cuales 2.031 son hombres que están en condiciones de imputados y condenados, en tanto 166 mujeres son imputadas. De estos, más de 200 personas mensuales realizan actividades laborales formales, 375 han participado en actividades deportivas formales y voluntarias (fútbol-tenis, baby fútbol y tenis de mesa, zumba y fútbol).

De igual modo, durante el primer semestre de este año, más de 600 usuarios han participado en actividades culturales voluntarias como la celebración de Machaq Mara, presentaciones de Danza América, lanzamiento de CD, Plaza de Justicia, entre otras.

En tanto, en el ámbito de la reinserción laboral, en lo que va del año, 741 personas han sido capacitadas en distintos oficios.

Para realizar este trabajo de reinserción, Gendarmería mantiene convenios con empresas entregan puestos de trabajos a las personas que han salido de cumplir su condena.

Una de las empresas que durante años trabajó en un proyecto de reinserción laboral es M. Koo.

Eduardo Veneciano, uno de los herederos del tradicional Chumbeque, contó que durante años fueron partícipes del programa de reinserción social, capacitando a los reclusos para que, dentro de la cárcel de Iquique, fabricaran el producto que su padre hizo famoso.

"Mi padre, en un afán de ayudar a las personas, gestionó este convenio con Gendarmería donde muchas personas trabajaron con nosotros, lamentablemente por distintas circunstancias, como la enfermedad de mi padre no nos permitió seguir con este programa", recordó.

Veneciano manifestó que fue una experiencia que les gustaría retomar. Dijo que mantienen vínculos afectivos y laborales con algunos trabajadores que luego de obtener su libertad, siguieron desempeñándose en su fábrica.

Nuevo comienzo

Natalia fue condenada a una pena efectiva de cinco años y un día por tráfico de drogas. Por tener buena conducta consiguió la salida dominical y se le ofreció un trabajo en la fábrica de M. Koo, el cual se negó a realizar por priorizar ese tiempo con su hija que, en aquel entonces, tenía 9 años.

En el tiempo que estuvo privada de libertad realizó labores apoyando el trabajo educacional de los internos, realizando también tareas administrativas y desempeñándose en distintas área. Gracias a lo anterior y su buena conducta, logró los distintos beneficios existentes.

Al obtener el beneficio diario, comenzó a trabajar en los locales de M. Koo realizando diversas funciones. "Yo ya llevo casi cinco años trabajando aquí y me siento muy feliz por ello. Favorablemente aprendí la lección, que fue dura, lo fue, pero yo no recaí. Hubo muchas compañeras que estuvieron aquí, luego buscaron otros trabajos y llevan una vida bien, pero otras recayeron", narró.

Esta mujer, que aseguró haber aprendido la lección, explicó que la reinserción laboral, luego de salir de la cárcel, es un proceso muy difícil. Afirmó que ella tuvo la suerte de ser acogida en un lugar donde le abrieron las puertas, sin embargo, sostuvo que no todos tienen esa suerte y que es necesario que más empresas confíen en las personas que se forman parte de estos programas de reinserción que buscan dar una nueva oportunidad a quienes en alguna oportunidad optaron por el camino incorrecto o más fácil.

"Ni mi familia me creía porque yo cometí muchos errores (...)"

Roberto Muñoz, exrecluso"

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