Un tema que ha permanecido por décadas en la agenda ciudadana es la necesidad de la comunidad de contar con espacios de participación, que las decisiones no se tomen entre cuatro paredes o solo consignando intereses determinados.
Hoy nuestro país vive un proceso que apunta a dar ese espacio de participación y nada menos que para diseñar el documento más importante que puede regir los destinos de una nación… su Constitución.
Valoro que las personas hayan entendido y valorado el Proceso Constituyente con gran madurez cívica. Comenzamos el año pasado con educación cívica accesible para todos. Seguimos en abril del 2016 con la participación individual de personas por medio de la web www.unaconstitucionparachile.cl y con la contribución colectiva de miles de ciudadanos en conversaciones con gran altura de miras, efectuadas mediante los Encuentros Locales Autoconvocados.
Ningún país ha realizado un proceso en el que la propia gente organiza su encuentro y debate sobre una materia tan relevante como es su Carta Fundamental. Debemos sentirnos orgullosos como chilenos, porque estamos avanzando en participación ciudadana y representatividad. Así lo demuestra nuestra historia constitucional, donde el proceso de mayor participación en toda nuestra historia, fue la elaboración de la Constitución de 1925 con 122 personas.
En Tarapacá el proceso constituyente continuó con los Cabildos Provinciales el sábado recién pasado, en Iquique, Alto Hospicio y Pozo Almonte, en los que pudimos apreciar a hombres y mujeres y desde jóvenes a adultos mayores, tomándose esos espacios de opinión con diálogos abiertos, respetuosos y tolerantes, que tan bien nos hacen como país.
Para todos quienes han participado y especialmente para aquellos que aún no lo han hecho y tienen interés en el destino de Chile, extiendo con el mayor entusiasmo la invitación a participar de la próxima gran jornada democrática que realizaremos en Iquique, el próximo 6 de agosto. Valoro las diferentes visiones acerca de los derechos y deberes que deben plasmarse en nuestra Carta Fundamental y, porque todos somos igualmente importantes, es que el desafío es a atreverse a ser parte de nuestra historia dando nuestra legítima opinión. De nosotros depende.
"Ningún país ha realizado un proceso en el que la propia gente organiza su encuentro".
Claudia Rojas,, intendenta de Tarapacá"