editorial
Desarrollo deportivo
Aún no finalizan los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y, de acuerdo a los resultados que se han obtenido hasta el momento, es casi imposible que nuestros deportistas logren alguna medalla.
Fuera de hacer una crítica al desempeño de los atletas, es necesario reparar nuevamente en la falta de políticas públicas que potencien el desarrollo de la actividad deportiva, tanto a nivel profesional como amateur.
Desde los primeros Juegos Olímpicos realizados en Atenas el año 1896, hasta los de Londres el 2012, se repartieron 13.461 medallas entre 141 países, siendo Estados Unidos el que alcanzó mayor cantidad de preseas (268). Chile ocupa el lugar 75, con solo 13 medallas.
En la actualidad muchas personas están desarrollando actividades deportivas como la bicicleta, el trekking, running, natación, artes marciales o el fútbol, sin embargo, ellas se enfocan más bien como una forma de esparcimiento o para mantener una vida saludable. Sin embargo, cuando se habla de competencia es evidente que existe precariedad, poco apoyo estatal y mínima presencia de auspiciadores. En definitiva, solo unos pocos clubes profesionales de fútbol y algunos tenistas de elite cuentan con los recursos necesarios para proyectar una carrera deportiva, que permita competir y obtener resultados en el ámbito internacional.
Desafortunadamente, las medallas olímpicas que ha conseguido Chile son fruto de esfuerzos personales y en ningún caso responden a una política de estado. Muy por el contrario, actividades como el basquetbol, el handball, el voleibol, el water polo o el atletismo lucen en el más completo abandono y ni siquiera cuentan con campos que respondan a los estándares mínimos.
Ahora, cuando el país se empeña en fomentar la vida sana, la alimentación saludable y combatir las preocupantes cifras de sobrepeso y obesidad infantil, parece el momento justo para implementar políticas deportivas reales, que permitan a los niños descubrir los beneficios de la actividad física y, en consecuencia, potenciar sus talentos y generar nuevos campeones.
Hoy, sin embargo, solo queda admirar a quienes con un montón de inconvenientes se atreven a dar la cara y representar a Chile frente a países que conocen la importancia del deporte.
"Solo unos pocos clubes profesionales de fútbol y algunos tenistas de elite cuentan con los recursos necesarios".