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Cumplió 50 años sanando a los tarapaqueños en el hospital

El cirujano Jorge Santos Tudera primero fue profesor, piloto civil y hasta hizo de extra en películas.
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Redacción - La Estrella

Nació hace 84 años en la oficina salitrera Zapiga, en cuya plaza a sus cortos cinco años vio a unos primos jugando al médico y a la enfermera y en ese mismo momento supo que quería estudiar medicina. El doctor Jorge Santos Tudera, cumplió 50 años desarrollando esta profesión, de los cuales gran parte la ha desarrollado en la urgencia del hospital de Iquique.

Con su familia dedicada al transporte, en su adolescencia llegó a Iquique para estudiar en el liceo de hombres, desde donde egresó en 1952. Posteriormente se mudó a Santiago y se inscribió en la escuela Normal. "Me faltaron puntos para entrar a bachillerato, así es que estuve dos años en la escuela Normal, donde salí como profesor primario, pero ni si quiera fui a buscar el título", dice Santos.

Buscando concretar su sueño de entrar a una escuela de medicina emigra a La Paz, Bolivia junto a otros estudiantes chilenos, pero la situación política de dicho país no era la más apta para permanecer en una casa de estudios. "Uno se quedó allá, otros se fueron a Brasil y yo me fui a España, en donde me convalidaron algunos ramos en la universidad Complutense de Madrid, desde donde finalmente egresé de medicina en el año 1966", recuerda el galeno.

El viaje de 28 días en barco hacia el viejo continente, lo trajo de regreso a Chile años después con un título de médico y su vida completamente cambiada. "Me fui soltero y llegué casado con española y tres hijos. Después de convalidar el título en Santiago, quería volver a Iquique, pero necesitaban urgente médicos para Andacollo, así es que me mandaron para allá como cinco años", comenta, "Santitos", como le llaman cariñosamente sus colegas de la urgencia del hospital.

Una vez en Iquique ejerció como cirujano plástico, periodo que atesora en un álbum de fotografías con el antes y después de algunos de sus pacientes a quienes les hizo retoques estéticos. "En ese tiempo costaba mucho entrar al hospital, pero al fin me incorporé en la década del ´70. Siempre trabajé en la posta como cirujano, pero ya perdí la cuenta de cuántas personas he operado", sostiene el doctor Santos.

Al ser uno de los profesionales con más experiencia como médico, ha visto pasar muchas etapas y procesos hospitalarios. De la medicina y el sistema actual, opina que "ha mejorado mucho en todos estos años, pero que el hospital de Iquique quedó pequeño. Deberían haber dos hospitales, porque Alto Hospicio creció mucho y se resuelve casi todo acá", asegura el octogenario galeno.

Este padre de 6 hijos, continúa trabajando en la urgencia del hospital de Iquique, desde donde asegura "me tienen que sacar en un cajón", porque no quiere dejar de trabajar mientras pueda contribuir a la salud pública. "Ahora la vista no me acompaña mucho, pero todavía puedo realizar cirugías menores. Hago suturas, veo los quistes sebáceos y procedimientos que no necesitan pabellón", cuenta Santos.

Este querido médico pampino, antes de lograr su sueño de ejercer su profesión, en su juventud realizó otras actividades que hoy cuenta con orgullo. "En sexto humanidades hice un curso de piloto civil, volé solo y aterricé en la avenida séptimo oriente (hoy Héroes de La Concepción). Mis compañeros me bautizaron lanzándome al mar desde el muelle de Cavancha", recuerda. Además, en su etapa de estudios en Madrid, España consiguió trabajos como extra en algunas películas, entre las que destaca una junto al reconocido actor Anthony Quinn.