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Banderas chilenas a medida en el Persa de Zegers

Aunque en gran medida las personas compran banderas estampadas, costureros de este establecimiento aún preservan la tradición de confeccionar el emblema nacional.
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Mariela Cabello Venegas

Entre fines de agosto y los primeros días de septiembre aparecen a recorrer los pasillos de la feria persa de Zegers los interesados en confeccionar las banderas chilenas para las Fiestas Patrias que se aproximan. Pese a que cada vez son menos, como señala Mónica Tauca de Confecciones Belén, aún llegan personas que siguen las tradiciones.

"Hoy se confeccionan banderas, pero no como antes, porque como la venden estampadas, la gente se va por lo más barato, que con la mano de obra", explica Mónica.

La costurera incluso se atreve a decir que desde hace 5 años a la fecha, la disminución del trabajo por confección de banderas ha bajado en un 40%.

"Esto empezó a ser así cuando el ambulante comenzó a vender más masivo. Porque antes vendíamos hartas banderitas para los niños de los colegios o banderas para el colegio y restaurantes, pero ahora hasta la misma tradición de las casas se ha perdido, ya no ponen todos banderas", manifiesta.

Los pedidos

Con relación a los pedidos, Mónica, quien es la hija de la dueña del local, señala que este trabajo toma su tiempo. "A veces uno como costurera es más detallista para que la bandera salga bonita. Aquí trabajamos como desee el cliente por ejemplo él puede traer el material o nosotros se lo compramos, todo con su respectiva boleta", asevera.

Entre las ventajas de la hechura a mano, Mónica refiere a que en general los materiales que se usan permite que las banderas sean más bonitas, elegantes y mucho más durables.

"Los colegios o restaurantes por ejemplo quieren banderas más bonitas, más durables y con el genero que se hacen las pueden guardar y tener hasta que ya se pongan viejitas", expresa.

Manos extranjeras

Johny Paredes lleva seis años trabajando en el persa de Zegers como costurero, aunque ya tiene su propio local en el pasillo 1, recuerda que cuando llegó a trabajar a Chile, proveniente de Bolivia, "la gente quería confeccionar banderas como bordadas. Y artesanalmente lo hacíamos, color por color y la estrella. Pero ahora como la economía ha bajado un poco más, la gente la compra hecha", dice.

Johny, quien aprendió el oficio de la costura a los 10 años con su familia, señala que por la confección se cobra un poco más caro. "Tenemos que unir los colores y eso se demora. La confección tampoco es tan fácil, la estrella también es un punto, que tiene que quedar bien hecha. Ahora las telas vienen como una fotocopia y solamente tienes que hacer la orilla. Pero confeccionar una, teniendo el material listo se puede demorar hasta 3 horas", explica.

Otro de los extranjeros a cargo de coser banderas es Alejandro López, también boliviano, quien además de costuras realiza arreglos de zapatos. "La gente manda a hacer banderas porque vienen de una tela muy reciclada. La banderas que vendemos son de bonge y uno lo manda a diseñar, pueden ser de doble cara o una simple, al gusto de la persona"

Trajes a medida

Los costureros aseguran que los trajes a medida para las Fiestas Patrias también son requeridos, pero más bien por las abuelitas que quieren una terminación más minuciosa o aquellas personas que quieren mostrar su propio estilo o que las medidas queden a la perfección.

"Antiguamente lo hacíamos todo forrado, igual que los vestidos. Lo mandaban a confeccionar de tela floreada. La gente no usa lo más elegante, sino que como un disfraz, para un rato", acota Johny.

"La tradición de las banderas en las casas se ha perdido".

Mónica Tauca,, costurera de Confecciones "Belén" en la feria persa Zegers."

Banderas chilenas a medida en el Persa de Zegers

Aunque en gran medida las personas compran banderas estampadas, costureros de este establecimiento aún preservan la tradición de confeccionar el emblema nacional.
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Mariela Cabello Venegas

Entre fines de agosto y los primeros días de septiembre aparecen a recorrer los pasillos de la feria persa de Zegers los interesados en confeccionar las banderas chilenas para las Fiestas Patrias que se aproximan. Pese a que cada vez son menos, como señala Mónica Tauca de Confecciones Belén, aún llegan personas que siguen las tradiciones.

"Hoy se confeccionan banderas, pero no como antes, porque como la venden estampadas, la gente se va por lo más barato, que con la mano de obra", explica Mónica.

La costurera incluso se atreve a decir que desde hace 5 años a la fecha, la disminución del trabajo por confección de banderas ha bajado en un 40%.

"Esto empezó a ser así cuando el ambulante comenzó a vender más masivo. Porque antes vendíamos hartas banderitas para los niños de los colegios o banderas para el colegio y restaurantes, pero ahora hasta la misma tradición de las casas se ha perdido, ya no ponen todos banderas", manifiesta.

Los pedidos

Con relación a los pedidos, Mónica, quien es la hija de la dueña del local, señala que este trabajo toma su tiempo. "A veces uno como costurera es más detallista para que la bandera salga bonita. Aquí trabajamos como desee el cliente por ejemplo él puede traer el material o nosotros se lo compramos, todo con su respectiva boleta", asevera.

Entre las ventajas de la hechura a mano, Mónica refiere a que en general los materiales que se usan permite que las banderas sean más bonitas, elegantes y mucho más durables.

"Los colegios o restaurantes por ejemplo quieren banderas más bonitas, más durables y con el genero que se hacen las pueden guardar y tener hasta que ya se pongan viejitas", expresa.

Manos extranjeras

Johny Paredes lleva seis años trabajando en el persa de Zegers como costurero, aunque ya tiene su propio local en el pasillo 1, recuerda que cuando llegó a trabajar a Chile, proveniente de Bolivia, "la gente quería confeccionar banderas como bordadas. Y artesanalmente lo hacíamos, color por color y la estrella. Pero ahora como la economía ha bajado un poco más, la gente la compra hecha", dice.

Johny, quien aprendió el oficio de la costura a los 10 años con su familia, señala que por la confección se cobra un poco más caro. "Tenemos que unir los colores y eso se demora. La confección tampoco es tan fácil, la estrella también es un punto, que tiene que quedar bien hecha. Ahora las telas vienen como una fotocopia y solamente tienes que hacer la orilla. Pero confeccionar una, teniendo el material listo se puede demorar hasta 3 horas", explica.

Otro de los extranjeros a cargo de coser banderas es Alejandro López, también boliviano, quien además de costuras realiza arreglos de zapatos. "La gente manda a hacer banderas porque vienen de una tela muy reciclada. La banderas que vendemos son de bonge y uno lo manda a diseñar, pueden ser de doble cara o una simple, al gusto de la persona"

Trajes a medida

Los costureros aseguran que los trajes a medida para las Fiestas Patrias también son requeridos, pero más bien por las abuelitas que quieren una terminación más minuciosa o aquellas personas que quieren mostrar su propio estilo o que las medidas queden a la perfección.

"Antiguamente lo hacíamos todo forrado, igual que los vestidos. Lo mandaban a confeccionar de tela floreada. La gente no usa lo más elegante, sino que como un disfraz, para un rato", acota Johny.

"La tradición de las banderas en las casas se ha perdido".

Mónica Tauca,, costurera de Confecciones "Belén" en la feria persa Zegers."