Elecciones en paz
Estamos ya viviendo en todo Chile, el tiempo de campaña en torno a les elecciones que tendremos de alcalde y concejales. Es bueno que haya personas deseosas de servir a la comunidad; el servicio público es una hermosa y necesaria vocación. A quienes se han lanzado a sacar adelante sus candidaturas junto con desearles lo mejor, estoy cierto que el clamor de los ciudadanos es que: más que rayados en las paredes, más que denostar a los otros candidatos, más que verlos pelear entre ellos, deseamos escuchar propuestas.
La misión de ellos es reencantarnos con elegir a nuestras autoridades por medio del voto, el cual nos haga responsables también cuando hemos de aplaudirles su logros o criticarles que no cumplen los compromisos. Para esto creo que es importante darnos tiempo para escuchar lo que ellos tienen que decirnos.
Como creyentes oramos por quienes están en esta carrera política y de servicio, y ya rezamos por quienes serán elegidos. San Pablo nos invita a orar por las autoridades para que "podamos gozar días de paz".
¡Qué gran responsabilidad es la que asumirán quienes sean elegidos!. Por eso es bueno que desde un comienzo tengamos un espíritu de cooperación. Ellos necesitan del apoyo ciudadano en todas las buenas iniciativas que puedan llevar a cabo. Aquellos que sean elegidos como autoridades, quizá no siempre correspondan a los que eran de nuestra preferencia, pero esto no ha de restarnos en el compromiso que tenemos en la construcción de nuestra comunidad, no podemos ser siempre críticos negativos. Por el contrario si los elegidos, son aquellos que eran nuestra opción, esto no puede llevarnos a no ver aquello que pueda estar mal.
Los obispos de Chile, hace unos años atrás invitábamos a que a que Chile fuera una mesa para todos. La figura de la mesa familiar nos evoca sentimientos entrañables. A la mesa se sienta la familia, los amigos. En una mesa nadie es extraño, enemigo, en la mesa todos pueden acceder a lo que se sirve generosamente y que con cariño se ha preparado.
Basta de descalificaciones, de crear antagonismos entre buenos y malos. En Chile y nuestras comunas nadie sobra. A poco del Mes de la Patria pedimos a la Virgen María, que con el título del Carmen es madre y reina de Chile nos ayude a vivir este proceso eleccionario en paz, respeto y con esperanza.
"Como creyentes oramos por quienes están en esta carrera política y de servicio".
Guillermo Vera,, obispo de Iquique"