Ximena Araya Monroy
Una falla mecánica en un camión frustró una millonaria operación de tráfico de drogas, que buscaba transportar 200 kilos de clorhidrato de cocaína desde Iquique hacia Antofagasta, lo cual además permitió la detención de tres personas.
De acuerdo a los antecedentes expuestos por el fiscal Juan Zepeda, el pasado martes 23 de agosto cerca de las 19.30 horas, efectivos de la Brigada Antinarcóticos de la PDI, procedieron a la fiscalización de un vehículo marca Kia que se dirigía de norte a sur en las cercanías de la Caleta Caramucho.
En el móvil se trasladaban dos hombres identificados como G.P.P. y A.H.F.R. ambos con domicilio en Antofagasta, quienes al ser entrevistados por la policía, señalaron que se encontraban trabajando y que se dirigían a prestar ayuda a un compañero de labores cuyo camión había sufrido un desperfecto mecánico mientras se trasladaba de Patillos hasta la Ruta de la Sal.
Algunas contradicciones en sus relatos, llevaron a que los efectivos policiales concurrieran al lugar indicado para verificar esta versión, quienes al internarse por la Ruta de La Sal efectivamente ubicaron al camión, que estaba enterrado en el camino, el cual era custodiado por el chofer identificado como D.O.O., quien al ser consultado indicó que había sufrido un problema mecánico y que dos desconocidos le habían prestado colaboración.
Este testimonio que intentaba desvincularlo de los otros dos individuos, trajo más interrogantes para la policía, que procedió a revisar el camión con ayuda de un can, que entre los sacos de sal detectó 198 paquetes de clorhidrato de cocaína, que arrojó un pesaje de 202 kilos.
Con estos antecedentes procedieron a la aprehensión de estas tres personas por el delito de tráfico de drogas y en atención a la cantidad de la sustancia y a las penas que se exponen, el tribunal autorizó la ampliación del plazo de detención para reunir mayores antecedentes para su formalización.
En efecto ayer en el Tribunal de Garantía se efectuó el control de detención de estos tres imputados, todos con domicilio en Antofagasta.
Tanto con los antecedente expuestos por la fiscalía como por la defensa, se estableció que el chofer había sido contactado por un tercero para trasladar un cargamento de sal desde Iquique a Antofagasta por lo cual recibiría un pago de 50 mil pesos. Para concretar este objetivo le habían entregado 20 mil pesos para el peaje y un celular para comunicarse con las personas que debían proveerle una guía de despacho para retirar la sal.
Con estos antecedentes la jueza Verónica Opazo decretó la prisión preventiva de los tres por tráfico de drogas, fijándose un plazo de 120 días para investigar.
Esto pese a que la defensa argumentaba la inocencia del conductor, lo que la magistrado desestimó, cuestionando cómo no se había percatado de la existencia de droga, apoyándose además en el testimonio del administrador de la distribuidora de sal, que al ser consultado por la policía refirió que un camión había acudido a buscar este insumo, a cuyo chofer le solicitaron que descargara, ya que existían problemas en su batea y que por disposiciones de seguridad no podía transitar en esas condiciones. Pese a esta advertencia el chofer se retiró del lugar, quedando en panne a pocos kilómetros.
10 años de cárcel es la pena que arriesgan estas personas por el delito de tráfico de drogas.