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Colegio Thilda Portillo: de malas notas y conductas a conseguir la excelencia

El director del establecimiento cuenta cómo esta escuela básica obtuvo la excelencia académica, dejando atrás el estigma de ser un colegio "malo".
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Carlos Luz Aguilera

D iecinueve colegios de la región se sumaron este año a otros 27 establecimientos de Tarapacá para recibir una subvención por excelencia académica, que se traduce en mejores sueldos para los docentes y asistentes de la educación. De los beneficiados nuevos, el Thilda Portillo es el único recinto municipal de Iquique que obtuvo un 100% de financiamiento, lo que reconoce su actual rendimiento, muy distinto al de esa escuela estigmatizada de antes del 2013.

Hoy el colegio, como informa su director Héctor Inostroza, está integrado por cerca de 340 niños. El 82%, en tanto, vive en sectores vulnerables de la ciudad. Sin embargo, antes del 2013 la vulnerabilidad de los menores se mezclaba con malas conductas y notas que desteñía aún más la imagen del establecimiento. Pero como esta realidad no podía seguir, hubo un cambio de líder que comenzó a escribir otro guión más positivo en la escuela.

"Cuando llegamos al colegio percibimos una baja autoestima de los alumnos, una carencia afectiva terrible. El establecimiento está al medio de un barrio con mucho desamor. Varios estudiantes tienen a sus papás en la cárcel o fueron abandonados. Decidimos entonces instalar el slogan 'Educar con afecto', que lo llevamos a la práctica con los estudiantes", dijo Inostroza, que hace 45 años comenzó su labor en las aulas.

Otro problema que captó y solucionó Inostroza fue la relación distante entre los profesores y el cuerpo directivo. "No había confianza, entonces también instalamos la idea de un colegio democrático y participativo". Ya con estas dos políticas en desarrollo, también se hicieron otros cambios para que los alumnos, apoderados y docentes se dieran cuenta que la escuela ya no iba a ser la misma.

"Por ejemplo todos los días del año nos instalamos en la puerta del colegio para saludar a los niños y de esta forma se dieran cuenta de que realmente nos importan", dijo Inostroza. Con estos gestos comenzaron a transformar positivamente la convivencia escolar, incluyendo la relación con los apoderados. "Antes nos insultaban, y los niños se enfrascaban en peleas. Hasta habían pandillas y se amenazaban con cuchillos".

Pero por la insistencia y convicción de educar con afecto, los niños comenzaron a dejar atrás las malas conductas y notas, y empezaron a mostrar sus habilidades, por ejemplo en el Simce. "No estaba en nuestro plan obtener mejores notas, pero de todas formas en 2014 destacamos por ser el colegio de Iquique que obtuvo los mejores puntajes en ciencias naturales y lenguaje de segundo básico". En el 2015 los de octavo se ubicaron entre los mejores de la región.

Estos resultados y las ganas de los educadores de mejorar la imagen del colegio, los motivó a postular este año para obtener la excelencia. "Tuvimos que demostrar los logros que habíamos conseguido". Bajó, por ejemplo, la deserción escolar, la cantidad de repitentes, aumentó el número de matrículas y además disminuyeron los conflictos con los niños y padres. "Hoy no tenemos ninguna situación complicada en la superintendencia de Educación". Realizan, en cambio, charlas a otros colegios para enseñarles cómo mejorar la convivencia escolar.

656 millones de pesos de subvención

Los profesores de los 46 colegios beneficiados este año con la subvención por excelencia recibirán el financiamiento en 7 cuotas. La primera ya fue depositada y corresponde a los bonos de los dos primeros trimestres del año, que en total suma 656 millones 500 mil pesos. El que más recibió fue la Academia Iquique, considerando la de Bajo Molle y Bulnes. La primera recibió $50.291.000 y la segunda $34.369.000, lo que fue distribuido entre sus docentes y asistentes de la educación. El Thilda Portillo, por su parte, recibió cerca de 9 millones de pesos. Se desconoce aún las cifras de las otras seis cuotas. Dos se entregarán a fines de 2016 y el resto en 2017.

$9 millones estimados recibió el Thilda Portillo, por dos de las siete cuotas de la subvención.

$76 millones recibieron los 8 colegios municipales por el fondo por excelencia.

Colegio Thilda Portillo: de malas notas y conductas a conseguir la excelencia

El director del establecimiento cuenta cómo esta escuela básica obtuvo la excelencia académica, dejando atrás el estigma de ser un colegio "malo".
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Carlos Luz Aguilera

D iecinueve colegios de la región se sumaron este año a otros 27 establecimientos de Tarapacá para recibir una subvención por excelencia académica, que se traduce en mejores sueldos para los docentes y asistentes de la educación. De los beneficiados nuevos, el Thilda Portillo es el único recinto municipal de Iquique que obtuvo un 100% de financiamiento, lo que reconoce su actual rendimiento, muy distinto al de esa escuela estigmatizada de antes del 2013.

Hoy el colegio, como informa su director Héctor Inostroza, está integrado por cerca de 340 niños. El 82%, en tanto, vive en sectores vulnerables de la ciudad. Sin embargo, antes del 2013 la vulnerabilidad de los menores se mezclaba con malas conductas y notas que desteñía aún más la imagen del establecimiento. Pero como esta realidad no podía seguir, hubo un cambio de líder que comenzó a escribir otro guión más positivo en la escuela.

"Cuando llegamos al colegio percibimos una baja autoestima de los alumnos, una carencia afectiva terrible. El establecimiento está al medio de un barrio con mucho desamor. Varios estudiantes tienen a sus papás en la cárcel o fueron abandonados. Decidimos entonces instalar el slogan 'Educar con afecto', que lo llevamos a la práctica con los estudiantes", dijo Inostroza, que hace 45 años comenzó su labor en las aulas.

Otro problema que captó y solucionó Inostroza fue la relación distante entre los profesores y el cuerpo directivo. "No había confianza, entonces también instalamos la idea de un colegio democrático y participativo". Ya con estas dos políticas en desarrollo, también se hicieron otros cambios para que los alumnos, apoderados y docentes se dieran cuenta que la escuela ya no iba a ser la misma.

"Por ejemplo todos los días del año nos instalamos en la puerta del colegio para saludar a los niños y de esta forma se dieran cuenta de que realmente nos importan", dijo Inostroza. Con estos gestos comenzaron a transformar positivamente la convivencia escolar, incluyendo la relación con los apoderados. "Antes nos insultaban, y los niños se enfrascaban en peleas. Hasta habían pandillas y se amenazaban con cuchillos".

Pero por la insistencia y convicción de educar con afecto, los niños comenzaron a dejar atrás las malas conductas y notas, y empezaron a mostrar sus habilidades, por ejemplo en el Simce. "No estaba en nuestro plan obtener mejores notas, pero de todas formas en 2014 destacamos por ser el colegio de Iquique que obtuvo los mejores puntajes en ciencias naturales y lenguaje de segundo básico". En el 2015 los de octavo se ubicaron entre los mejores de la región.

Estos resultados y las ganas de los educadores de mejorar la imagen del colegio, los motivó a postular este año para obtener la excelencia. "Tuvimos que demostrar los logros que habíamos conseguido". Bajó, por ejemplo, la deserción escolar, la cantidad de repitentes, aumentó el número de matrículas y además disminuyeron los conflictos con los niños y padres. "Hoy no tenemos ninguna situación complicada en la superintendencia de Educación". Realizan, en cambio, charlas a otros colegios para enseñarles cómo mejorar la convivencia escolar.

656 millones de pesos de subvención

Los profesores de los 46 colegios beneficiados este año con la subvención por excelencia recibirán el financiamiento en 7 cuotas. La primera ya fue depositada y corresponde a los bonos de los dos primeros trimestres del año, que en total suma 656 millones 500 mil pesos. El que más recibió fue la Academia Iquique, considerando la de Bajo Molle y Bulnes. La primera recibió $50.291.000 y la segunda $34.369.000, lo que fue distribuido entre sus docentes y asistentes de la educación. El Thilda Portillo, por su parte, recibió cerca de 9 millones de pesos. Se desconoce aún las cifras de las otras seis cuotas. Dos se entregarán a fines de 2016 y el resto en 2017.

$9 millones estimados recibió el Thilda Portillo, por dos de las siete cuotas de la subvención.

$76 millones recibieron los 8 colegios municipales por el fondo por excelencia.