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El preocupante diagnóstico de la salud mental en Tarapacá

Investigaciones dan cuenta de una alta prevalencia de depresión y adicciones en la región, que registra un alto número de personas en las calles con estas patologías. Alto Hospicio tiene la mayor demanda por este tipo de atención.
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Ximena Araya Monroy

Este martes se cumple un año de la desaparición de José Vergara, quien fue visto por última vez, cuando una patrulla de Carabineros de Alto Hospicio se lo llevó con rumbo desconocido, tras concurrir a un llamado de su familia, que requería de ayuda para controlar un episodio de violencia derivado de un trastorno mental que padecía el joven de 22 años.

Según recuerda su hermana Alicia, la primera crisis de José se presentó cuando tenía 18 años. "Cuando él cumplió los 20 años se le vinieron más fuertes, él no se quería tomar las pastillas y por eso se le agudizó".

Pese a que la mayor parte del tiempo, José Vergara sentía que lo perseguían o filmaban, tenía momentos de lucidez. "Él mismo le había pedido a mi papá que lo internaran... el día 9 (de septiembre de 2015) fueron a hablar con la asistente social y el José le dijo que quería internarse... yo no sé por qué se demoró tanto la interconsulta, que salió para el día 15", contó.

Entre las interrogantes que surgen en este caso, se cuentan si el sistema de salud tiene la capacidad de dar respuesta a las necesidades de atención de salud mental en la región, por qué las personas acuden a otras instituciones para abordar casos como los de José, y si se respetan los derechos de estas personas.

Llamar a Carabineros cuando alguien con esta condición provoca desórdenes no es una situación aislada. Bien lo saben los locatarios del patio de comidas de Plaza Condell de Iquique, que en varias oportunidades han alertado a la policía por el comportamiento de una mujer conocida como María y otros indigentes, que cuando se descompensan agreden a las personas o provocan daños.

"Todos los días hay problemas con dos o tres, uno conversa con ellos y responden en forma agresiva... Carabineros es bastante amable, pero ellos están atados, no pueden llegar y llevarse a la fuerza una persona con problemas mentales porque la gente reacciona contra ellos", comentó Marcelo Alarcón, administrador de Concesiones Iquique, que incluye la Plaza Condell.

Consultado por estos casos, el comisario de Iquique Gonzalo Pereira señaló que "Carabineros por misión constitucional debe acudir a todos los requerimientos de la comunidad, adoptando los procedimientos policiales que correspondan".

En estos casos, luego de acreditar el estado de salud de la persona, dan cumplimiento al artículo 10 del Código Penal que señala que "están exentos de responsabilidad penal el loco o demente, a no ser que obre en un momento lúcido y el que por cualquier causa independiente de su voluntad se halla privado totalmente de su razón", por lo cual son derivadas a los organismos competentes.

Patologías

Según cifras del Ministerio de Salud, a mayo de este año, 740.275 personas se controlaban enfermedades de salud mental en Chile, tanto en la atención primaria (APS) como en el resto de la red asistencial, mayoritariamente trastornos ansiosos o depresión leve.

En Tarapacá, los datos aportados por el jefe del Departamento de Salud Mental del Servicio de Salud de Iquique (SSI) Claudio Barraza, apuntan a que serían 11 mil personas; 8 mil que acuden a los seis Centros de Atención Familiar (Cesfam) y las restantes 3 mil a los Centros de Salud Mental (Cosam) Salvador Allende y Jorge Seguel de Iquique y Enrique Paris de Alto Hospicio, además de las Unidades de Hospitalización de cuidados intensivos en siquiatría, tanto infanto-adolescente como adulta, y las tres residencias y dos hogares protegidos con los que cuenta esta red de salud mental.

Estos recintos hacen frente a un complejo escenario, como lo establecen los estudios del doctor Carlos Madariaga, quien investigó la prevalencia del suicidio entre 1990 y el 2008, dando cuenta que la región presenta altas tasas de trastornos mentales, exhibiendo la mayor tasa de depresión y de enfermedades adictivas, sobre todo de alcohol y drogas, que sumadas excedían el 40% en la población mayor de 15 años. Esto último, lo ratifica también el Décimo Primer Estudio Nacional de Drogas de Senda 2014, en el cual la región presenta una prevalencia de un 52,3% en el consumo de alcohol, el más alto a nivel nacional y el cuarto en consumo de marihuana.

Mismos antecedentes aporta el siquiatra Julio Volenski, quien asocia este fenómeno a la inestabilidad económica histórica de la región y a la mayor capacidad de diagnóstico de los últimos años. "Hemos tenido una región, una ciudad, cíclica… en cuanto al desarrollo del salitre, de la pesca y espero que no pase con la minería, y eso entre otros elementos trae la llegada de muchas personas que llegan solas, con la expectativa de tener una excelente calidad de vida y traerse pronto a sus familias. No todos lo logran".

Situación de calle

En este diagnóstico no pueden omitirse a las cientos de personas que viven en la calle en Tarapacá, donde el 43% afirma sufrir adicción a las drogas. El último catastro del Ministerio de Desarrollo Social (2011) dejó al descubierto una realidad alarmante, ya que se contabilizó a 727 personas, siendo la región con el mayor número a nivel país, en relación a la cantidad de habitantes (25 personas por cada 10 mil, cuando el promedio nacional es de 9,7).

Dicho instrumento además reveló que los principales factores por los que la gente llegó a vivir en la calle eran, en primer lugar, los problemas familiares, seguido por el alcohol y las dificultades económicas. No obstante en la región, después de la dificultad familiar, el 24,7% apuntó a problemas con las drogas, siendo el más alto a nivel nacional.

Pese a este escenario, el doctor Volenski afirma que la red hospitalaria ha crecido considerablemente, tanto en Chile como en la región para atender este tipo de casos. Sin embargo, añade que también ha aumentado la identificación de estos problemas de salud. "Antes era un cabro desordenado, hoy día es un niño con déficit atencional… Lo que antes se podía pretender arreglar con un castigo hoy día hay conciencia que la mejor opción es una atención profesional y eso ha contribuido a mejorar la atención de estos muchachos, pero también ha aumentado los tiempos de espera y ha saturado algunos sistemas de atención", resaltó.

A este colapso del sistema él suma aquellas enfermedades, cuya atención el Estado garantiza a través del Auge, como la depresión en mayores de 15 años, las alteraciones de abuso de alcohol y droga, los trastornos bipolares y la esquizofrenia, entre otros.

Demandas que se abordan con un modelo de atención que cambió radicalmente a partir de los años '90, cuando se pasó de la internación en hospitales a una integración social de las personas con enfermedades de salud mental, que luego a partir del 2000 integró a la red de salud primaria, a través del enfoque de salud familiar.

Pese a que existen diversas falencias en el sistema de atención, en el caso de Tarapacá la oferta es un poco más robusta que el resto del país, ya que de acuerdo a un informe del Departamento de Salud Mental de la Subsecretaría de Salud Pública del Ministerio de Salud, se muestra que el SSI pasó de 15 a 20 camas por cada 100 mil habitantes para pacientes agudos en recintos de corta estadía desde 1989 a 2015, siendo el tercero en capacidad, después de los S.S. de Magallanes y Metropolitano Oriente.

No obstante, el mismo diagnóstico es claro en determinar que a nivel nacional solo se da cobertura de tratamiento al 22% de las personas afectadas por un trastorno de salud mental y lo más grave que solo se destina el 2,07% para salud mental del total del presupuesto de salud.

Desafíos que para el jefe del Departamento de Salud Mental del SSI, Claudio Barraza, tienen que ver además con otros factores, como el crecimiento explosivo de Alto Hospicio, algo que repercute en la demanda de atención en esa comuna, ya que el Cosam Enrique Paris atiende a 1.510 personas, a diferencia de los Cosam de Iquique, Salvador Allende y Jorge Seguel que entregan servicio a 788 y 838 usuarios, respectivamente.

Barraza añadió que a esto se suma la complejidad del abordaje de la salud mental, que no solo tiene un componente biológico, "el gran determinante de la aparición y del curso de los problemas de salud mental tienen que ver con la condición económica, cultural, el acceso a la educación, a los servicios, la capacidad de hacer frente a las dificultades, la realidad de la familia, el apoyo social", por lo cual se requería de un modelo atención comunitario que ayude a fortalecer aquellos aspectos que inciden en la aparición de estas enfermedades.

"Hay una población que crece explosivamente, principalmente migrante, tanto extranjero, como chileno... que enfrentan dificultades solos, sin una red social de apoyo, lo que los hace más vulnerables a determinadas dificultades de la vida", complementó.

Un sistema que, según el jefe del departamento de salud mental, además debe dar abasto a todas las derivaciones de Tribunales, especialmente en el caso de menores y que en el caso de Tarapacá se enfrenta a un alto consumo y disponibilidad de drogas y a una gran cantidad de personas en situación de calle, las cuales eran las más complejas de abordar.

Proyectos de ley

Actualmente la comisión de salud de la Cámara de Diputados trabaja en un plan de salud mental con dos proyectos de ley que buscan un mayor financiamiento de esta área, dotarla de más recursos humanos, generar un monitoreo constante de los resultados y regular los derechos de las personas, entre otros. Una de las autoras de la moción enfocada en resguardar los derechos de las personas con alguna afección mental es la diputada Marcela Hernando, quien señaló que el mayor problema de la atención de salud mental es la falta de recursos.

"Siempre ha sido el hermano pobre junto a la salud oral, es muy poca la plata que se destina a esto y las necesidades son tremendas, están subdimensionadas… o no se toman en cuenta porque es patología que no provoca mortalidad directa a excepción de los suicidios, entonces no se le hace la atención integral que requeriría porque hay muy pocos especialistas y la mayoría de las veces hay que recurrir a dispositivos de atención primaria", dijo la legisladora.

"Antes era un cabro porfiado... hoy día es un niño con déficit atencional"

En resumen


Alta prevalencia de trastornos mentales

En Tarapacá los expertos apuntan a que factores como los ciclos de la economía, la constante migración y acceso a las drogas contribuye a estas altas tasas de prevalencia en los trastornos mentales.


Cobertura de profesionales en la red

Con 8 psiquiatras para adultos, más tres destinados a infantoadolescentes, cuenta el Servicio de Salud de Iquique, al cual se suman 21 psicólogos, 11 trabajadores sociales, 8 terapeutas ocupacionales, 8 técnicos y médicos


Cifras de salud mental en Chile

Las patologías neurosiquiátricas representan el 23% del total de enfermedades del total de enfermedades en los chilenos. Y desde 2008 las enfermedades mentales ocupan el primer lugar en la emisión de licencias médicas.

36% de la población chilena ha sufrido algún trastorno psiquiátrico en su vida y 22% en los últimos 6 meses, según el estudio de prevalencia.

2,07% del presupuesto de salud se destina a salud mental, siendo el más bajo de todos junto a la salud bucal.

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