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Cerca de 200 fiestas patronales celebran pueblos del interior

Una síntesis entre la ritualidad católica y la andina son parte de estos encuentros de la comunidad.
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Mariela Cabello Venegas

"Mucha gente no tiene idea, pero hay más de 100 fiestas religiosas católicas que se celebran en 52 pueblos de la precordillera y el altiplano cada año", exclamó Jenoveva Carrillo, coordinadora de la pastoral andina de la región.

Estas fiestas, según cuenta Carrillo son 198 específicamente, las cuales se arraigaron en los pueblos desde el tiempo de la evangelización, cuando se les presentó a las comunidades algunos santos para que la gente tuviera en ellos un apoyo.

"Y las comunidades asumieron estas fiestas, porque ellos tomaron a su santo patrono como un intercesor", sostiene.

Son ellos a quienes le piden por la Pachamama, por la vida, por la gente, por los animales. Si bien, los tiempos han cambiado, y las costumbres de algunas comunidades también, éstas son verdaderas fiestas.

Para la coordinadora de la pastoral andina las festividades han perdido un poco el sentido religioso, pero se mantienen como la única instancia que tiene el mundo andino para fortalecerse y reencontrarse con sus tradiciones y costumbres.

"Hoy en día hay una síntesis que se ha logrado entre lo autóctono y lo católico ya que están presentes los dos elementos", argumenta Carrillo y explica que lo que corresponde a los ritos católicos y andinos camina junto y no separado como se podría llegar a pensar, y que esto tiene que ver con la manera que los antepasados asumieron esta ritualidad que se les presentaba.

"No es como en el sur y mis hermanos mapuches. Ellos viven su espiritualidad autóctona y religiosa separada, aquí se juntaron y se hizo una síntesis, quizás porque la asumieron mejor los abuelos, pero la fiesta religiosa tiene muchos signos de identidad andina", recuerda.

Lo andino

Para la coordinadora lo que se mantiene de lo andino se relaciona directamente con los bailes ancestrales como son los lakas, los sikuris y los lichiguayos.

"Por ejemplo los sikuris y lichiguayos. Ellos acompañan en la procesión de la fiesta de Santa Cruz especialmente y en el Corpus Christi participan en Camiña y en Chiapas, que son los dos conjuntos que quedan y que participan activos", refiere.

Carrillo expresa que otro elemento en las festividades son las pawas o rogativas aymaras sólo que éstas no se desarrollan dentro templo y en español porque la realidad es que la gente de la precordillera no habla la lengua aymara.

Lo religioso

En cuanto a lo religioso heredado por la Iglesia Católica -al menos en los pueblos precordilleranos- se hacen presentes los cantos del tiempo anterior al Vaticano II que la gente sigue conservando hasta el día de hoy, según revela Carrillo.

"Por eso hay una diferencia en cuanto al canto. Las bandas que van tocan música antigua de la Iglesia Católica, que la ha asumido muy bien. Si tú vas te vas a dar cuenta que es música de iglesia antigua", sostiene.

En ese sentido, aclara que para las fiestas no puede faltar las bandas, pues son las encargadas de presidir las procesiones.

"En las misas también participan, ya sean dos o tres bandas que vayan", comenta.

Las comunidades

Sobre la organización de la fiesta, la coordinadora de la pastoral andina, comenta que cada año la gente nombra a un alférez, que es una persona responsable de la fiesta y que se encarga de lo religioso y social.

"Hay un programa fijo de celebraciones, pero la comunidad es la que opta y decide quien se va a hacer cargo de la fiesta", manifiesta.

En este sentido, Carrillo recalca que si bien estas fiestas tienen un origen religioso, es una instancia para que la comunidad se reúna, es por es la oportunidad para que los jóvenes que han emigrado de los poblados regresen.

"La precordillera está casi desmantelada totalmente en cuanto a comunidad social porque quedan los puros abuelitos, todas las generaciones nuevas están en Iquique, Arica, Antofagasta, Calama y Santiago, se han repartido, pero ellos asumen pasar las fiestas de sus santos patronos en sus comunidades", destaca.

Por ello, también son quienes muchas veces asumen el alferado y con ello la responsabilidad de tomar la parte litúrgica y llevar las bandas, las cocineras para compartir en la parte social, los lakas y a veces llevan conjuntos musicales.

Fiestas patronales

Por su parte, Jenoveva cuenta que desde el año '97 asumió este trabajo pastoral, en el que una de sus funciones es preparar a los alférez en catequesis para los bautizos y matrimonios

"Las fiestas patronales es una instancia de reencuentro social y familiar, entonces qué mejor que celebrar los bautizos y los matrimonios con su gente y esa es la labor de la Iglesia, preparar sacramentalmente a la gente que es de los pueblos. Porque es muy poca la gente de esas comunidades que se inserta en las capillas o parroquias de la ciudad, porque hacen su vida eclesial en sus pueblos", analiza.

Algunas de los santos patronos del interior son San José, San Marcos, Virgen de Los Dolores, Virgen de La Candelaria, Santa Cruz, San Isidro, San Santiago, Santa Rosa, San Nicolás, Exaltación, Virgen del Rosario, San Andrés y Santa Bárbara, entre otros.

"Hoy en día hay una síntesis que se ha logrado entre lo autóctono y lo católico ya que están los dos elementos".

Jenoveva Carillo,, coordinadora de la pastoral andina, sobre las fiestas religiosas."

"La precordillera está casi desmantelada totalmente en cuanto a la comunidad social".

Jenoveva Carrillo,, coordinadora pastoral andina, sobre las comunidades."