Vestir es una necesidad que debe ser satisfecha, y aunque eso depende de lo que nos pongamos encima, la muda se adapta a las distintas ocasiones del año o en momentos especiales.

En "La Gran Feria" de Alto Hospicio, ubicada en toda la esquina de Los Aromos con Los Álamos, existe una alternativa importante para quienes requieren justamente eso: variados tipos de vestimenta, reparación de ropa, e incluso atuendos más estilosos para la pareja.

Estela Infante atiende en el local 67, donde ofrece disfraces para niños y niñas, y también vestidos de gala para las fiestas de graduación, por lo que espera con ansias las licenciaturas de los colegiales. Sus precios van desde los 3 mil a 5 mil pesos.

Para todos

Prendas más osadas tiene Daniela García, quien vende ropa interior.

"Se vende todo lo que es baby dolls, calzones, colaless. No falta la que viene por una faja y se lleva sostenes. Tengo hartos caseros hombres. Ellos le compran ropa a sus esposas y hay otros que también son especiales porque vienen para vestirse ellos. Compran ropa de mujer porque son transformistas", cuenta la vendedora del negocio número 164.

Incluso tiene ropa más íntima. "Algunas sueñan y se visten de mujer maravilla, empleada, conejita, enfermera", detalla.

Su ropa es norteamericana "de retorno", es decir, viene directamente desde la multitienda pues no logró venderse, por lo que está nueva y con etiqueta, no en fardos, aclara la encargada del puesto.

Ahora está incursionando en la ropa masculina: calzoncillo y bóxer "Incluso colaless", asegura.

MÁS TELAS

Sin embargo "La Gran Feria" no solo ofrece aquella ropa que nos ponemos encima del cuerpo, sino también otra variedad de telas para la decoración de la casa, entre el baño y el dormitorio.

Marina Ramos del local 237 tiene almohadas desde los mil pesos las más pequeñas hasta dos mil las grandes, manteles de entre 500 y mil 500 pesos, todos de género, sábanas de mil y mil 500 pesos y toallas desde los 5 mil, todas de origen norteamericano.

De hecho, algunos productos llegan en malas condiciones, por lo que decide arreglarlos con sus propias manos, como en el caso de las almohadas, que las rellena y luego cose personalmente.

También tiene cortinas, el par desde los dos mil a los cinco mil pesos, y visillos a dos mil.

500 pesos puede llegar a costar una almohada pequeña, como un cojín.

5.000 pesos es el mayor precio por el que puede cotizarse un traje de gala.

Mauricio Torres Paredes

mauricio.torres@estrellaiquique.cl

Unas curiosas revistas noventeras para diseño vende Cristina López, del local 240. Algunas de ellas cuestan 500 pesos mientras otras pueden encontrarse a 300 e incluso a dos por 500, si la idea es recordar la moda kitsch.