Secciones

[Hora de Recreo]

Primero básico " A" del Colegio Simón Bolívar

En su primer año destacan por ser un grupo que asimiló rápido las normas.
E-mail Compartir

Divertidos e inquietos son los pequeños alumnos que dan vida al primero básico "A" del colegio Simón Bolívar, cuyo curso está integrado por 35 escolares entre los 6 y 7 años, a quienes les gusta bailar y escuchar música del "perro chocolo".

El curso está a cargo de la profesora jefe Leslie Jeria y se refiere a sus alumnos como "un curso súper divertido y muy participativo, cuando hay actos no puedo elegir sólo un grupo porque todos quieren participar, así que tenemos que hacer coreografías con los 35 alumnos y todas las actividades que hacemos con los niños tienen que ser dinámicas, de lo contrario se aburren rápidamente", precisó la docente.

Junto a la profesora trabaja Cristina Castro, la asistente de aula encargada de ayudar a los niños cuando les cuesta realizar una tarea, ella se preocupa de potenciar y reforzar el aprendizaje de los alumnos.

Los escolares del curso se caracterizan por ser muy sociables y buenos compañeros, ya que si un alumno no cuenta con el material solicitado para realizar la clase, los demás no dudan en compartir sus artículos. Es por esta razón que las mesas y sillas de los pequeños están distribuidas en grupos de 4 debido a que tienen buena relación entre ellos.

El cincuenta por ciento de los alumnos que componen el curso se conocen desde kinder, mientras que la otra mitad provenía de otros jardines infantiles. "Este es su primer año de colegio y el proceso de entender las normas no les costó mucho porque hicimos un trabajo constante en los primeros meses, ahora responden bien y siguen las instrucciones sin inconvenientes" explicó la profesora jefe.

Dicho trabajo fue mediante canciones y repeticiones relacionadas con las normas junto con material visual, el cual se refleja en las paredes de la sala de clases, en las cuales hay paneles coloridos relacionadas con las asignaturas y las conductas al interior de la sala con la finalidad de que los pequeños asimilen las normas de manera didáctica.

En este sentido, en la sala está el sector de "premiación por conducta" y se trata de una autoevaluación donde los niños ponen un búho en la cinta que corresponda, de acuerdo al criterio de cada alumno en relación a su participación en clases. También está el panel de premiación, el cual llegado a cierta cantidad de estrellas obtenidas por los alumnos, son incentivados con un diploma o medallas y, como premio, pueden llevar a clases su juguete favorito.

El rincón "Ya terminé, ¿qué hago?" es el más solicitado por los escolares porque "cuando hacemos una actividad de lenguaje, siempre hay niños que terminan antes, entonces el alumno que termina antes puede ir al rincón y sacar una paleta con un dibujo y dependiendo de lo q le toque tiene que leer un libro, trabajar con la máquina registradora o puede pintar, jugar, etc.", argumentó Leslie Jeria.


Alumno destacado: Arturo Pérez

Se integró al curso en el mes de abril y a pesar de ingresar después, debido a su esfuerzo y perseverancia logró a mejorar su rendimiento académico y tener una conducta ejemplar para sus compañeros al interior de la sala de clases.


Leslie Jeria Profesora jefe

"Todas las actividades tienen que ser dinámicas, de lo contrario se aburren rápidamente".