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Cuatro décadas de una ramadera Camiñana

Con su cocinería "Luchita Corazón", deleitó a los iquiqueños y turistas que asistieron a las "Fondas y Ramadas Iquique 2016".
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Mariela Cabello Venegas

Confesando que este es el último año que participa de las ramadas, porque su cuerpo no puede más, Alejandrina Copa Copa cuenta emocionada desde su puesto de cocinería "Luchita corazón", que ha estado más de 40 años dedicándose al 100% al trabajo de atender al público con sus comidas en las fiestas.

"Yo creo que ya es tiempo de que cuelgue los guantes, llevo como 40 años trabajando. Y estoy enferma, es tiempo dejarle el espacio a mis hijos", comenta Alejandrina.

De sus inicios, la dueña de la cocinería, que dejó de funcionar este lunes en el espacio de "Fondas y Ramadas Iquique 2016", comenta que si bien nació en la quebrada de Camiña, desde los 5 años llegó hasta Iquique para vivir en la ciudad.

El acercamiento con la cocina, fue cercano a los 15 años, cuando empezó a ayudarle a su madre en esas labores.

"Yo empecé cocinando la calapurca, los asados, las humitas y las cazuelas".

La ramadera, nació poco después cuando entró al sindicato fondero y decidió dedicarse al rubro.

"A mi me gustó todo lo que estaba acá. Y tengo muy bonitos recuerdos de lo que son las ramadas. Son tantos recuerdos. En mis inicios yo cocinaba y atendía mesas".

Actualmente, trabaja con 8 personas, entre los que se cuentan parientes y gente externa, que le ayudan en especial en las preparaciones de asados.

Primeros anticuchos

Recordando sus anécdotas en este negocio, Alejandrina relata que su personalidad inquieta, le ha hecho recorrer y participar en cuanta fiesta puede con su trabajo.

Así ha estado con sus negocios en la fiesta de Tarapacá, La Tirana e incluso si hay oportunidad, durante el 21 de mayo.

"Mis hijos a veces me preguntan hasta cuándo, pero yo no me hallo. Siempre ando de allá para acá. Hay que ir a estas fiestas. Voy a Tarapacá, a la Tirana".

Incluso cuenta, que fue la primera de las ramaderas de Iquique que comenzó a preparar anticuchos.

"Aquí nadie los vendía, y yo fui la primera en vender, y a la gente le gustó. Después los demás empezaron a hacer lo mismo. Y ahora venden anticuchos y brochetas, pero la primera fui yo".

Familia

Esta pionera en el mundo de las ramadas, incentivó a sus otros hermanos para que también se entusiasmaran con este negocio.

Es así que actualmente dos de sus hermanos tienen sus cocinerías y se instalaron para esta versión de las ramadas.

"Mis hijos también tienen sus puestos y mi hija también están con un puesto y otra hija que trabaja conmigo y mi yerno que es el que me ayuda".

Alejandrina señala que para todos hay clientela, y que la de ella se ha mantenido fiel a lo largo de los años.

"La gente me busca y vuelve para comer con nosotros. Nosotros los atendemos con todo cariño para que vuelvan cada año", asegura Alejandrina

Evaluación

Con relación a su evaluación del movimiento que experimentaron las fondas este año en Iquique, la ramadera expresa que ella no se puede quejar.

"Este año que me despido me ha ido súper bien. Ha estado bueno para mi. No puedo decir nada, estoy realmente feliz. Capaz el año que viene haga de nuevo la "Luchita Corazón", pero cuando me vienen los dolores, ahí es cuando digo que ya no debo seguir más".