Secciones

"No hemos ganado nada en tres meses de toma (de la UTA)"

La casa de estudios le informó a la Federación de Estudiantes que su deseo es que los alumnos vuelvan mañana a clases. Su presidente, Eddie Araya, en tanto, no bajará la toma hasta que termine de negociar sus demandas.
E-mail Compartir

Carlos Luz Aguilera

Eddie Araya cuando ingresó a la Universidad de Tarapacá (UTA) a los 20 años, en 2011, para estudiar psicología, jamás pensó que se convertiría en el presidente de la Federación de Estudiantes, en el líder de muchos jóvenes. Hoy, en tanto, comanda la lucha de una variedad de demandas que afecta a universitarios y trabajadores.

Los estudiantes de la UTA tendrían que volver a clases mañana, ésto es lo que informó el director Luis Salgado Ortiz a la Federación, por medio de un comunicado. Agregó en el texto que sólo negociarían si los jóvenes movilizados terminan la toma y vuelven a estudiar la próxima semana.

Araya, sin embargo, no confía en las palabras de Salgado. "Si no han negociado ahora que estamos en toma, menos lo van a hacer si volvemos a clases". Seguirá entonces dentro de la sede Esmeralda, junto a una decena de otros estudiantes, hasta que consigan por lo menos el 50% de lo que piden. Esperan cumplir su objetivo antes de que el movimiento se desgaste aún más.

- En los tres meses y una semana de toma, ¿han ganado algo?

-No hemos ganado nada, porque la negociación fue finalizada antes de tiempo por Rectoría. No tuvimos la oportunidad de firmar ningún documento que nos asegure que las demandas se van a cumplir. Por el contrario, ellos nos entregaron un documento con soluciones que no fueron consensuadas y tampoco existió el espacio para discutirlas.

-¿Qué han perdido?

-La movilización ha perdido fuerza. Hay problemas internos dentro del movimiento que son notorios y lamentables. Por ejemplo, nosotros sabemos que hay grupos de universitarios que son más cercanos a Rectoría que a sus propios compañeros.

Está ocurriendo algo similar a lo que pasó en la Universidad del Mar, en que existían grupos cercanos a las autoridades que quebraron el movimiento. De alguna forma éso se está generando en esta universidad.

-¿Por qué ocurre ésto?

-Hay ciertos quiebres internos en el movimiento y son importantes, y detrás de esto está Rectoría. Por ejemplo, hubo estudiantes, representantes de algunas carreras, que tuvieron reuniones extraoficiales, fuera de las asambleas, para negociar por su parte, apoyando de alguna manera el término de la toma.

-¿Qué hicieron para frenar ésto?

-Proponiendo, y así se aceptó, una negociación colectiva que significa que si no se solucionan los problemas de cada carrera y los del petitorio general, la toma no se baja.

Pero siguen estas actitudes de ciertos estudiantes, de que si tienen solucionado sus problemas, les importa poco las solicitudes de los demás. Ésto es lamentable, por que todas las discusiones sobre las demandas de la universidad debieran hablarse en las asambleas.

-¿Esos alumnos sólo quieren volver a clases?

-Hay un grupo de estudiantes que sólo les interesa volver a clases. Le importa poco los problemas que ocurren en la UTA. Quieren incluso regresar a costa de que nosotros podemos salir perjudicados, y éso es lo más grave del asunto.

-De los 1.500 estudiantes de la UTA, ¿cuántos apoyan la toma y su lucha y cuántos no?

-No te puedo decir una cantidad exacta de ambos bandos, pero no ha habido un cambio significativo en los porcentajes desde que comenzó la movilización, el 2 de junio.

Los mismos estudiantes, por ejemplo, que estaban en contra de cualquier iniciativa para mejorar la universidad, son los que no vienen a la asamblea. También hay una gran cantidad de alumnos que es indiferente, y otro buen número que participa en la movilización.

-¿El movimiento estudiantil de la UTA está desgastado?

-El movimiento está desgastado, yo estoy desgastado. Los otros integrantes de la mesa ejecutiva también lo están, porque recibimos todos los ataques y las criticas por ser la cara visible de la toma. Es un desgaste tremendo llevar una movilización con todas sus dificultades.

-En los meses de toma, ¿han recibido apoyo de otras universidades?

-La Unap nos entrega un apoyo concreto. Por ejemplo cuando viajamos a la UTA de Arica para exigir el término de la negociación, nos acompañaron estudiantes de la Unap, y entre ellos estaba su presidente Felipe Pardo. Participaron de una funa en la UTA, y cuando nos tomamos la Rectoría.

Amenazas

Araya confesó además que desde que asumió como presidente de la Federación de Estudiantes, él y los demás integrantes de la agrupación han recibido presiones. Cree que es una persecución política.

-¿Has recibido amenazas de estudiantes?

-Sí, lamentablemente hemos visto hasta cuentas de Facebook falsas para amenazarnos de varias formas. También nos han acusado de comunistas, extremistas, y nosotros como Federación sólo representamos lo que se acuerda en las asambleas. Les molesta la democracia que se ha desarrollado en la universidad.

-¿Han sido constantes?

-Las presiones y amenazas comenzaron desde que asumimos como federación. Hay una persecución política de gente que quiere que la universidad sea sólo para estudiar, y no está mal éso, pero debiera ocurrir en condiciones dignas. Y si hay voces que quieren movilizarse, debe respetarse.

Demandas

Once demandas completan el petitorio general, sin contar las peticiones por carrera. Entre las solicitudes están incluidos temas de infraestructura, salud, malla curricular, inclusión y condiciones laborales.

-¿Por qué incluyeron entre sus demandas aspectos que afectan a trabajadores de la universidad, como por ejemplo que los subcontratados tengan un contrato con la universidad?

-Esta decisión se determinó en una asamblea. Por lo tanto, si los participantes de ella decidieron que debemos luchar por los trabajadores, porque es un tema importante, hay que hacerlo. La democracia universitaria se desarrolla dentro de una asamblea.

Acordamos que el profesor, estudiante y trabajador tienen que tener un tipo de incidencia en las decisiones importantes dentro de la universidad. Y vemos que los trabajadores subcontratados son el estamento más precario de la UTA, son víctimas de abusos laborales. Viven un contexto muy distinto al de otras universidades.

Regreso a clases

El director de la UTA, Luis Salgado, le expresó a la Federación por medio de un correo que su intención es que los alumnos regresen mañana a clases.

Les prometió negociar pero antes deben volver a estudiar. Araya, en tanto, está atento a un desalojo a la fuerza que llevaría a cabo Carabineros, lo que cumpliría el deseo de la autoridad universitaria, de que los universitarios vuelvan a clases.

-¿Ninguna opción de negociar en clases?

-Si no negociaron en toma, menos lo van a hacer en clases. No vemos ningún argumento para no dialogar en toma. Además nos amenazan entre líneas que nos van a desalojar por medio de una fuerza represiva.

-¿Qué van a hacer si llega Carabineros a desalojarlos?

-Realmente no sé como estarán los ánimos de los estudiantes. Como mesa directiva hemos querido que el proceso siempre sea pacífico, pero no podemos hacernos cargo de lo que ocurra en ese momento.

Si nos sacan de la sede es probable que ocurra otra toma. Hay estudiantes convencidos de que no dejarán de luchar hasta que la UTA asegure el cumplimiento de sus demandas.

"El movimiento está desgastado, yo estoy desgastado y los miembros de la Federación también".

Eddie Araya"

"Las presiones y amenazas comenzaron desde que asumimos la Federación de Estudiantes".

Eddie Araya"