Más áreas verdes
Las áreas verdes son uno de los principales indicadores a la hora de evaluar la calidad de vida, un aspecto donde el norte generalmente se mantiene al debe.
El Primer Informe de Sostenibilidad de Chile y sus regiones 2015, de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, pone a Tarapacá como la región con menos áreas verdes, con 1,3 metros cuadrados (m2) por habitante. A su vez, desde Los Ríos a Magallanes están las regiones con mayor cantidad de m2 de áreas verdes por habitante.
Pese a que puede ser obvio que en el norte no gozamos de una gran cantidad de este tipo de espacios, existen alternativas que también son consideradas bajo el concepto de área verde, las que incluyen parques o zonas dedicadas al esparcimiento, pese a que no cuentan con grandes extensiones de vegetación.
Es así como la región de Valparaíso en la zona central de nuestro país, también tiene una escasez de estas con menos de 3 m2 por habitante, similar a Antofagasta, región igual de desértica que Tarapacá.
Bajo esta mirada es necesario que nuestras autoridades generen más proyectos para zonas de esparcimiento, donde el gran desafío es la escasez de terrenos. En este sentido es importante la creatividad y fomentar aquellos sitios que ahora exhiben poco desarrollo como Caleta Los Verdes, donde quizás es posible implementar zonas con vegetación, pistas para bicicletas, canchas y parque acuáticos. Lo mismo puede hacerse en lugares como la ex Ballenera, en Bajo Molle o en el Cerro Dragón.
En Alto Hospicio también es necesario aportar a mejorar estos indicadores, donde el Parque Santa Rosa será importante, pero es necesario apuntar a más alternativas para los habitantes de esa comuna.
En el Tamarugal también hay mucho que hacer, ya que no es necesario alterar el paisaje para habilitar sitios de esparcimiento, recreación o descanso.
Para avanzar no debemos excusarnos en las condiciones innatas del paisaje, sino que debemos crear soluciones innovadoras para dar a la comunidad los espacios necesarios para su desarrollo social y emocional. La calidad de vida siempre debe estar en el horizonte.
"Para avanzar no debemos excusarnos en las condiciones innatas del paisaje".