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El histórico legado de un pampino de corazón y letras

Desde 1947 comenzó a escribir poemas siguiendo a su padre y logró ser el único poeta laureado de Iquique entre 1947 y 1960 en las fiestas de la primavera. A sus 89 años se despidió con el orgullo de llevar en sus venas sangre pampina.
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Crismary Castillo Marengo

Su vida se lee a través del amor que como buen pampino tuvo hacia sus raíces. Nacido en Alto de San Antonio, oficina Bellavista, Juan Rubén Castro dejó literatura e historias llenas una vida en el desierto.

Escritor, poeta y contador de historias de La Pampa, Castro falleció hace una semana a sus 89 años, luego de una vida cargada de mucha poesía que se unió a su lucha por resguardar los vestigios de la época dorada del salitre.

Por lo anterior, varios de sus amigos y conocidos, entre ellos Silvio Zerega y Julio Cámara, recuerdan anécdotas de quien fue fundador de la Corporación Hijos del Salitre, entre otros múltiples cargos que ocupó en la región dada su activa participación en el mundo pampino.

"Yo lo encontré un pampino muy querendón de su tierra. Él escribía y esta era su pasión. Sus trabajos eran sobre su cariño por La Pampa y en realidad don Juan Rubén Castro era un pampino que sentía mucho la historia del salitre", explicó Guillermo Muñoz, quien nació en el campamento San José y según cuenta, conoció durante pocos años al escritor, pero dejó una gran imagen en su memoria.

Vida pampina

Esta buena y respetada visión también la comparten varios de sus amigos, como María Moscoso. La pampina se emociona al hablar del escritor ya que siente que creció junto a él y la vida pampina.

"Él fundó la Semana del Salitre junto a Luis Toboada y otros pampinos que ya partieron. Compartí con ellos estos 32 años que lleva la Corporación Museo del Salitre y aprendí a salir a la pampa y a conocer los oficios de allí", recuerda Moscoso y añadió que Castro siempre tuvo la disposición de enseñar todo lo que sabía.

"Es por esto que lo recuerdo como un hombre que no fue egoísta en ningún sentido. Siempre entregó sus conocimientos. Era un libro abierto sobre lo que ocurría en La Pampa y el Iquique antiguo", expresa Moscoso sobre Castro, quien fue fundador del Comité del Salitre, y trabajó incansablemente por la recuperación de la pampa salitrera.

"Yo soy una agradecida porque con él aprendí mucho. Fuera de ser un gran poeta y escritor que dejó un gran legado para los pampinos, puedo hablar maravillas de él porque compartí muchos años a su lado", expresa emocionada Moscoso.

La dirigenta pampina recordó que Castro fue uno de los grandes luchadores por la Casa del Pampino pero que lamentablemente no vio este logro.

"Lamento mucho que se hayan ido muchos pampinos con la ilusión de ver esta casa levantada", dice.

En cuanto a su destacaba labor, el director de la Corporación Museo del Salitre, Silvio Zerega, describe que Castro fue uno de los primeros, junto a otros pampinos, que se acercaron a la gobernación de Iquique para hacer los estatutos de la Corporación Hijos del Salitre.

"El presidió la corporación y además, fue director de la Corporación Museo del Salitre. Su labor es destacable porque es uno de los poetas que, a través de su arte, reconoció la vida pampina", cuenta Zerega y agrega que Castro escribió poemas preciosos además de ser un caballero en todo el sentido de la palabra.

"Jamás lo vi enojado ni molesto. Siempre buscando soluciones y proponiendo nuevas ideas en la corporación y por eso se destacó", manifiesta Zerega.

El relato de Zerega se entrelaza con las experiencias de Julio Castillo, del comité consultivo del Consejo de la Cultura y las Artes, quien plantea que con Castro compartía haber nacido en la pampa y la memoria histórica de este lugar.

Castillo recuerdas una anécdota que sucedió en el 2007 cuando, en el acto conmemorativo por el centenario de la masacre de la escuela Santa María, viajaron a los lugares donde se gestó la marcha de los obreros hacia Iquique. "Uno de estos lugares fue San Antonio y yo, conversando con Juan Rubén me dice: yo nací y viví mi infancia en San Antonio, un lugar emblemático de la memoria pampina", refiere Castillo.

Según explica, la sensación de estar junto él en ese emotivo momento fue una grata sorpresa. "Habló de su infancia de juegos, volantín y carnavales. Era una vida de mucha actividad social y de integración" dice Castillo.

Familia

Juan Rubén Castro será recordado por sus buenas acciones y su amplio aporte para que la vida en la pampa nunca se olvide. Su esposa por 58 años fue Yolanda Pérez, con quien tuvo cinco hijos: Celia, Laura, Jorge, Yolanda e Isabel.

Con 11 nietos, ocho bisnietos y un tataranieto Castro se encargó en 1947 de escribir poemas siguiendo a su padre y con esto, logró ser el único poeta laureado de Iquique entre 1947 y 1960 en las fiestas de la primavera.

"Era un libro abierto sobre lo que ocurría en la pampa".

María Moscoso,

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