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Identifican afecciones aymaras y crean modelo para abordarlas

Agarradura, recaída y susto son las principales enfermedades tratadas por los yatiris. Son similares a la esquizofrenia, la depresión y el estrés, respectivamente, pero a diferencia de la medicina occidental se abordan sus efectos espirituales y físicos.
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Davied Jaime Godoy

Investigadores de la Universidad de Chile, Arturo Prat y de Tarapacá, están en la última fase de una investigación que determinó las enfermedades aymaras más comunes que se asemejan a los trastornos de la salud mental occidental y la generación de un modelo que permitirá a los equipos clínicos del ministerio abordarlas en caso de encontrarse con ellas.

El trabajo que es parte de un proyecto Fondecyt de Conicyt ha significado un trabajo de dos años, con las comunidades de Arica y Parinacota y Tarapacá y equipos clínicos de las redes de salud primaria.

Pese a ello, la labor de los investigadores parte hace 10 años al encontrarse con un caso de un joven aymara, quien en el recinto hospitalario de Iquique recibe un diagnóstico que discrepa del entregado por su familia y el yatiri, que determinan que padecía "agarradura". Finalmente el joven fue tratado por ambas medicinas pero igual muere.

La enfermera Patricia Vigueras, académica de la Universidad Arturo Prat, indicó que los resultados indicaron que las enfermedades aymaras más frecuentes son la agarradura, la recaída y el susto, "presentan una serie de manifestaciones psicoemocionales que no deberían ser homologadas a las enfermedades de salud mental, puesto que en la cultura indígena no hay una separación categórica respecto al cuerpo y el alma. No es separable, lo psicológico, lo físico y lo natural".

Haroldo Cáceres Ticona, quien participa como facilitador intercultural, explica que si bien hay un acercamiento del Ministerio de Salud, la salud mental estaba desplazada, "todavía hay un choque de posturas que no aporta, pero se está demostrando, que como se demostró con las parteras las técnicas ancestrales no obstaculizan el trabajo médico".

Cáceres explica que "nosotros vivimos de acuerdo a lo que necesitamos, si es una familia pequeña tenemos pocos animales y sembramos poco, pero cuando la persona comienza a manejar más de lo que puede controlar se comienza a enfermar y se produce un desequilibrio".

Dentro de estas enfermedades la más grave es la agarradura donde el que la padece pierde la conexión con el mundo externo, tiene visiones y pierde la racionalidad, por eso se atiende como esquizofrenia, pero tiene una connotación distinta en la cosmovisión aymara, "donde es una afección de la relación del sujeto con los espíritu, con el mundo de los antepasados, los gentiles, por lo tanto no se podría sanar con los tratamientos de psiquiatría", explica Carlos Madariaga.

El psiquiatra y académico de la Universidad de Chile, da cuenta que las enfermedades son constructos sociales y que en el caso de la salud mental hay similitudes con el mundo aymara, ya que en ambas medicinas solo se trabaja con hipótesis, "cuando tienes un paciente, el sistema psiquiátrico se instala ahí y ocupa una parte de su vivencial y lo transforma en síntoma, le pone un nombre, que puede ser esquizofrenia, pero ese mismo vivencial visto desde la medicina indígena se cataloga de otra forma que es la agarradura".

La expectativa de los investigadores no es uniformar, sino establecer espacios de colaboración que permitan saber al equipo de salud que hay otras formas de mirar un padecimiento, reconocer que esa forma debe ser acogida como un componente legítimo dentro de su proceso de sanación y reconocer que pueden colaborar mutuamente.

Además del trabajo en el norte, las temáticas se incluyen dentro de la formación de postgrado en la facultad de Medicina de la Universidad de Chile, explicó Madariaga.

Tratamiento

Carlos Madariaga cree que hay mucho que aprender en cuanto a salud mental respecto al tratamiento que hacen los yatiris, donde en la casa del sanador hay un proceso de acercamiento antes de tocar el cuerpo, hay una acuciosa mirada de la cara, donde ocupan para determinar lo que está pasando el paciente, lo que pasa con la familia, con la comunidad, como están sus animales, como pasó el invierno, que pasa con los bofedales, donde beben sus llamas, "nada que ver con la relación que se da en un box, donde a veces el médico apenas le mira la cara al enfermo y le planta una receta".

"Cuando la persona comienza a manejar más de lo que puede controlar se comienza a enfermar y se produce un desequilibrio".

Haroldo Cáceres Ticona, facilitador intercultural"

"Es una afección de la relación del sujeto con los espíritus, con el mundo de los antepasados, los gentiles, por lo tanto no se podría sanar con los tratamientos de psiquiatría".

Carlos Madariaga

psiquiatra"