Pamela Vallejos Riquelme
Una investigación que duró aproximadamente dos años, por el delito reiterado de tráfico de personas, es la que dejó en prisión preventiva a dos hombres y una mujer, quienes de acuerdo a los antecedentes entregado por el Ministerio Público, se dedicaban a ingresar ilegalmente a ciudadanos de República Dominicana hasta Iquique por pasos no habilitados, con la promesa de ofertas de trabajo que nunca existieron.
Según se dio a conocer en la audiencia de control de detención, los imputados Carlos Iván Cuevas, 47 años (alías Iván - ecuatoriano), su pareja Elena Ventura Francisco, 46 años (dominicana) y el transportista Edwin Reyes, 46 años (alías el gordo fletero - peruano), conformaban una banda que se dedicaba a contactar extranjeros, para luego facilitar el ingreso ilegal al territorio nacional. Para ello les solicitaban la suma de 1.700 dólares a cada uno.
Investigación
La indagación del ilícito estuvo a cargo de detectives de la Brigada Investigadora de Trata de Personas (Britrap) de la Policía de Investigaciones (PDI), luego que se recibiera una denuncia en dicha unidad en agosto del 2014, donde se informaba de la existencia de esta banda y de que ya había realizado el ingreso de al menos tres personas.
La investigación permitió reafirmar la denuncia, por lo que se solicitó la interceptación de los teléfonos celulares de sus integrantes, donde se pudo comprobar que se planificaba el ingreso de otros seis extranjeros al territorio nacional.
La diligencia se denominó "Operación Travesía" y permitió establecer el modus operandi de la banda internacional, el que consistía en contactar a los dominicanos con la finalidad de ofrecerles fuentes laborales en Chile. De eso se encargaba otra ciudadana de ese mismo país.
Travesía
Los antecedentes indican que cuando lograban reunía un grupo de al menos tres personas, Carlos Iván Cuevas, el supuesto líder de la banda, les daba la instrucción de acercarse a una agencia de viajes donde les vendían pasajes en avión hasta Guayaquil, en Ecuador, por la suma de 38 mil pesos dominicanos.
Cuando se encontraban en Ecuador, se hospedaban en una residencial previamente contactada por Iván, quien los acompañaba en el viaje y quien además informaba de todos los movimientos a su pareja Elena, quien se encontraba en Iquique. Posteriormente abordaban un bus con destino a Lima, donde esperaban unos días y luego viajaban a Tacna, para finalmente llegar hasta la frontera con Bolivia. En ese lugar tomaban una lancha, la que los trasladaba de forma ilegal hasta Desaguadero.
El subcomisario Rafael Téllez, jefe de la Britrap, expresó que "las personas objeto de tráfico de migrantes eran contactadas por captadores en República Dominicana. Estas personas, previo pago del monto acordado con el líder de la organización, además de los gastos propios de la travesía, salían desde la isla vía aérea, para continuar el viaje terrestre desde Ecuador, atravesando Perú y Bolivia, e ingresaron clandestinamente a Chile por los alrededores del paso fronterizo Colchane, donde el transportista de la organización los contactaba para trasladarlos hasta Iquique".
En total, el viaje desde República Dominicana a Iquique duraba entre 10 y 12 días, en condiciones que muchas veces no eran las mejores.
Diligencias
La Brigada Investigadora de Trata de Personas (Britrap) de la Policía de Investigaciones (PDI) pudo comprobar que fueron al menos nueve los extranjeros que pasaron de este modo a Chile durante el 2014, entrevistándose con varios de ellos para obtener información de cómo se realizaba el tráfico de personas.
2014 se realizó la denuncia por tráfico de personas, para luego comenzar con la investigación que culminó con la detención.