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Estudiantes crean prototipo que controla condiciones de la lechuga

El próximo año terminarán el proyecto, incluyéndole unos dispositivos que ayudarán a que se autorregule sin ayuda.
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Para algunos escolares su paso por el colegio va más allá de aprender las materias de rigor ya que aprovechan su estadía y aprendizajes para explotar sus habilidades para la ciencia.

Es el caso de dos estudiantes de enseñanza media de la Academia Nacional de Alto Hospicio, Iván Miranda y Millaray Olivares, quienes crearon un sistema para conocer y controlar las condiciones de la lechuga costina, también conocida como romana.

Y es que las condiciones medioambientales de la región, como el alto índice de rayos UV y la falta de humedad, dificultan que esta hortaliza de hoja se desarrolle de forma saludable en los suelos de Tarapacá.

"Además, nuestro sistema quiere convertirse en un microambiente, para que esta lechuga se produzca en condiciones ideales", agrega Miranda, de tercero medio.

Pero antes de que funcione como un prototipo que autorregule sus condiciones, este sistema ya cumple la tarea de avisar, por medio de sensores, que ciertas cualidades están empeorando.

"El prototipo cuenta con sensores de rayos UV, humedad, PH y temperaturas. Cuando el prototipo detecte una inestabilidad, éste mandará una señal prendiéndose una luz. Ocurrirá, por ejemplo, cuando la temperatura aumente o disminuya, saliéndose de su rango ideal", explica Miranda.

El estudiante señala que este tipo de sistema de control, que el próximo año debería convertirse, también, en un prototipo de autorregulación, ayudaría a que la región no dependa de otros productores, "donde crecen más vigorosas".

Diferencias

El profesor de matemáticas, Luis Contreras Concha, quien ayudó a estos dos jóvenes con la preparación de este proyecto, cuenta que eligieron esta verdura por no encontrarse en un estado ideal y a un bajo precio en la región.

"La costina que se da en el litoral central tiene un buen desarrollo y la puedes comprar más barata, situación que no ocurre aquí. Por ejemplo, en la salida de San Antonio te venden tres en mil. Acá, donde es más pequeña, su costo es más alto", señala el docente.

El próximo paso

Este producto estará completo cuando le incluyan la batería de dispositivos que ayudaría que la lechuga se estabilice "sin la intervención de una persona".

Contreras agrega que en marzo del próximo año se dedicarían a diseñar esta segunda etapa del proyecto.

Van a trabajar, en tanto, para que los "actuadores", dispositivos que luego de que un sensor se prenda, funcionen como un estabilizador.

"Por ejemplo, cuando exista una inestabilidad con los rayos UV, se va a activar un filtro que va a permitir el paso de la luz, pero además va disminuir la cantidad de rayos", detalla el profesor.

Los dos estudiantes presentaron este proyecto en el Congreso Regional Escolar de Ciencia y Tecnología de este año, organizado por Explora el mes pasado. Olivares y Miranda ganaron el premio de la mejor defensa oral, tras presentar su producto frente a un jurado.