Secciones

Hiperpadres: el afán de criar hijos perfectos y especiales

La española Eva Millet publicó el libro "Hiperpaternidad", concepto que se refiere a la tendencia de educar los que ella llama "niños altar".
E-mail Compartir

Carolina Collins

Familias cada vez más horizontales, en las que la jerarquía es vista como algo del pasado, se han vuelto una tendencia en los últimos años. En tiempos en que opciones como el homeschooling, es decir, educar en la casa, entre otras propuestas alternativas, se han vuelto una opción, y en que los niños se han convertido en el centro de la vida de sus padres, han comenzado a surgir voces que advierten de los riesgos de criar "hijos altares".

Una de ellas es la periodista española Eva Millet, quien bautizó el fenómeno como "hiperpaternidad", concepto que desarrolló en un libro que publicó con Plataforma Editorial y en el que aborda esta tendencia nacida en Estados Unidos y propia de padres de clases medias y altas.

De muebles a altares

El fenómeno nace como contraposición a lo que Millet llama "hijos muebles", concepción de tiempos pasados con respecto a los niños, cuya opinión no era mayormente considerada y a los que se les trataba como otra categoría de seres humanos.

"Cuando yo era pequeña, mi abuela, cuando uno de sus 20 nietos se ponía pesadito, aconsejaba a nuestros padres ignorarlo, hacer como si fuéramos muebles, dejar de prestarnos atención un rato. Hoy se ha pasado de este extremo al modelo altar: el niño es el centro del universo familiar, el rey sol alrededor del cual orbitan sus bienintencionados padres", ilustra Millet desde España.

Ese cambio de paradigma por uno nuevo es lo que ella bautizó como "hiperpaternidad", en el que los niños pasan de "muebles" a "altares". "Es un modelo de crianza basado en la supervisión absoluta a los hijos y en la resolución sistemática de sus problemas. El niño o se pone en un altar doméstico, donde es, literalmente, venerado por sus progenitores o es visto como un 'producto' que ha de responder a las aspiraciones de éstos", dice.

En palabras aún más simples, se trata de criar niños sobreprotegidos en los que los padres invierten una gran cantidad de energía, tiempo y dinero movidos por la presión de criar hijos "perfectos", la que a su vez es "arropada por una oferta abrumadora para hacer de tu hijo ese ser maravilloso, especial y genial que parece que hoy la sociedad demanda", expone Millet, quien además es autora del blog educa2.info, dedicado a temas de educación.

La psicóloga chilena Constanza Michelson coincide en que este nuevo fenómeno pasó por un cambio generacional. "Antes, la autoridad era súper vertical, los niños eran una especie de sujetos de segunda categoría a los cuales no se les prestaba demasiada atención y se les imponían ciertas normas", describe.

"Además, el mundo cambió, las instituciones autoritarias también colapsaron, el mundo, hoy en día, es más horizontal", agrega. También hay un cambio de expectativas. "En los 80, si tú le preguntabas a los padres qué esperaban de sus hijos, era que fueran exitosos", explica. Entonces lo que vino fue que los hijos de esos padres "dijeron 'no quiero repetir este imperativo'" y el camino alternativo derivó en los "hiperpadres".