Anécdotas que marcaron el paso de Fidel por Iquique
Un saludo en la Oficina Salitrera de Victoria y hasta un partido de básquetbol fueron parte de las actividades del exlíder cubano en la ciudad.
Corría noviembre de 1971 y se produjo la visita oficial más larga de un jefe de Estado a nuestro país: vino Fidel Castro, líder de la Revolución Cubana, quien visitó Iquique por tres días.
Así lo confirmó Luis Emilio Morales, exdirigente y militante del Partido Comunista de esos años en la región, quien fue parte de la tercera escolta que tuvo el comandante en la ciudad, después de sus hombres de confianza cubanos y algunos efectivos de Investigaciones.
Seguridad que se tuvo que trasladar a la Oficina Salitrera de Victoria, lugar en donde esperarían al líder cubano, que venía desde Antofagasta, para luego emprender rumbo a la capital regional.
"Estaban todos con cascos blancos esperándolo al lado derecho de la carretera. Donde estaban los cascos blancos tenía que parar Fidel, en la acera del al frente, pero un poco más al norte, estaban los cordones con la gente esperando", contó.
Grande fue la sorpresa, según cuenta Morales, cuando el comandante, saliéndose de todo protocolo, se bajó donde estaba el encordado y empezó a saludar a la multitud.
"Se baja Fidel y se tira la gente, entonces yo veo a Fidel que trata de salir y la gente lo empieza a rodear. Entonces, yo empecé a separar a la gente mientras llegaban los otros equipos de seguridad, Él apenas podía abrir la puerta del auto", sostuvo.
El exdirigente comunista recuerda que luego de ese momento Castro se dirigió a la ciudad, se alojó en Huayquique y visitó varios lugares como la Intendencia Regional (donde revistó las tropas chilenas presentes), el puerto, donde contó que retó a los trabajadores por tener sucia esta área e incluso comió erizos con el campeón mundial de caza submarina, Raúl Choque.
Además, detalló que en la noche participó de un cóctel en su honor en la Hostería Cavancha organizado por dirigente de la UP, donde participó el senador Carlos Altamirano, e incluso el general (r) Sergio Arellano Stark, posterior líder la llamada "Caravana de la Muerte".
"Se reunió con él, tuvieron conversaciones. También nadie inflaba a Altamirano", recordó. Sostuvo que al otro día fue el momento de su discurso en un estrado instalado en la esquina del Casino Español y el Club Croata, donde se dirigió a miles de iquiqueños en extenso discurso. "Empieza a hablar de trabajo y aparecen unos gallos del MIR y los hizo callar", rememoró.
Morales recordó que al final del discurso, el comandante cubano sorpresivamente señaló que iba a jugar un partido de básquetbol en la Casa del Deportista.
Dotes de deportista
De todas las acciones que realizó Fidel Castro en Iquique, la más llamativa fue el partido de básquetbol que jugó en la Casa del Deportista. Momento que presenció el sociólogo Bernardo Guerrero, quien tenía solo 18 años y fue testigo de los dotes atléticos del revolucionario. "Entramos muy poca gente a ver ese partido por razones de seguridad y yo tuve la suerte de verlo. Es una dimensión de Fidel poco conocida, que es la deportiva (...) Me dejó absolutamente extasiado", dijo.