Experiencias religiosas serían como el sexo y la comida
Científicos observaron las vivencias espirituales con interesantes resultados.
Lo decía Enrique Iglesias en su canción de 1995 "Experiencia religiosa", en la que comparaba el amor que sentía por otra persona con una vivencia de tipo espiritual: "Besar la boca tuya merece un aleluya. Es un experiencia religiosa".
Algo que la ciencia pudo comprobar. Las experiencias espirituales o religiosas activan el sistema de recompensa del cerebro, la misma zona que reacciona ante estímulos como la comida, el sexo o la música, según un estudio que se dio a conocer esta semana.
El trabajo fue realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, que se propuso determinar cuáles son las redes del cerebro que se activan ante los sentimientos religiosos, particularmente entre los mormones, una comunidad con una fuerte influencia en ese estado.
Los resultados, publicados esta semana en la revista especializada Social Neuroscience, muestran que estas experiencias también se asocian con la corteza prefrontal medial, una región del cerebro que se activa con tareas que involucran un juicio moral, pues regula el comportamiento social.
En el laboratorio
Para realizar esta investigación, los científicos estudiaron un grupo de 19 personas que realizó tareas que implicaban sentimientos espirituales, como la lectura de fragmentos del libro de Mormón, obra canónica de esta comunidad religiosa.
Michael Ferguson, investigador de la Universidad de Utah que participó en este estudio entregó los resultados. "A través de imágenes producidas por resonancia magnética, los expertos pudieron observar que los sentimientos religiosos más poderosos activaban el núcleo accumbens del cerebro, un grupo de neuronas asociadas a experimentar placer y recompensa".