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Juan Miguel Barrios, el activista olvidado en la matanza de Santa María

Fondero de la oficina San José, en Pozo Almonte, Barrios impulsó la huelga de pampinos.
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Crismary Castillo Marengo

El 21 de diciembre de 1907 el infortunio sentenció a muerte a miles de obreros que, buscando hacer valer sus derechos, bajaron de La Pampa hasta Iquique.

"En Tarapacá comenzaron las huelgas obreras para exigir mayores jornales, que estallaron en Iquique y en las oficinas salitreras", señala el historiador iquiqueño Mario Zolezzi, quien investigó a varios de los personajes que activaron a los obreros en su lucha.

"En ese formidable movimiento huelguístico participaron los comerciantes pampinos José Santos Morales y Pedro Regalado Núñez, pero hay otro que ha sido ignorado: Juan Miguel Barrios", plantea.

Oficina "San José"

Juan Miguel Barrios era fondero en la oficina salitrera "San José". Uno de los impulsores más activos en el cantón de Pozo Almonte.

"En este cantón se destacaban por su producción de salitre las oficinas 'Carmen Bajo, 'La Palma' y 'Peña Chica'. En cambio la oficina 'San José' producía menos oro blanco. Este último centro salitrero pertenecía a la Casa Gildemeister y en 1907 su población era cercana a los 600 habitantes", explicó.

Zollezi revela que un informe señala que Juan Miguel Barrios fue uno de los individuos que encabezó la huelga en esta oficina junto con "un tal Lorenzo Barraza y otro Manuel Jesús Saldivia".

"Ellos dirigieron a un grupo de 60 pampinos que salieron de 'San José' y se encaminaron a la oficina 'Keryma' en donde lograron que los trabajadores cesaran sus faenas", detalla el historiador.

Movimiento

Los huelguistas de San José junto a los de "Keryma" marcharon hasta la oficina "Peña Chica" que también quedó paralizada. Desde allí salieron al centro salitrero "La Palma" con el mismo propósito: la huelga general.

"Ya se había formado una numerosa columna de huelguistas que estaban deseosos por bajar a Iquique para reunirse con sus compañeros de lucha. Se dirigieron a Pozo Almonte, pasando por 'Cala Cala' y 'Buen Retiro'", manifiesta.

Fue en esta estación donde los protestantes tomaron el control del tren para trasladarse hasta el puerto y esta acción motivó la molestia del cónsul inglés por el uso ilegal de la locomotora.

"Un diario local informó que en la madrugada del 18 de diciembre de 1907 arribó un tren con más de 1.500 obreros de las oficinas salitreras instaladas en el cantón de Pozo Almonte y que fueron recibidos solo por algunos manifestantes por lo avanzado de la hora", recordó Zolezzi.

Domingo santa María

Los pampinos tomaron rumbo a la escuela Santa María de Iquique. En Iquique seguían llegando más pampinos y las conversaciones entre huelguistas y salitreros no llegaban a ningún acuerdo.

El Intendente Carlos Eastman dictó 'Estado de Sitio' sin tener la facultad y los sucesos se precipitaron.

"Los trabajadores fueron desalojados de la plaza Manuel Montt y la huelga había terminado con un baño de sangre en la escuela Santa María de Iquique", expresa Zolezzi.

Después de la sangrienta represión de esta huelga pampina la autoridad ordenó investigaciones sobre los promotores de la movilización y una de éstas comprobó la participación del fondero Juan Miguel Barrios.

El informe está dirigido al comisario de Policía de Seguridad de Iquique y está en el archivo de la Intendencia de Tarapacá.

"Lo que se ignora es si el fondero Barrios era mancomunal, anarquista o miembro de la llamada Sociedad Pampina. Lo importante es que se saca del olvido este personaje pampino; tan importante como el comerciante José Santos Morales y Pedro Regalado Núñez, quienes jugaron un papel activo en la gran huelga pampina", finalizó el historiador.