Secciones

Don Juan da receta para vivir 100 años como Dios manda

Fue hijo de un veterano de la Guerra del Pacífico, trabajó en la Salitrera Santa Laura y lo casó el legendario cura Domingo Soto. La historia del centenario de un iquiqueño.
E-mail Compartir

Mijaíla Brkovic Leighton

Iquiqueño neto. Así se define Juan Luis López Maltés, quien cumplió nada menos que cien años el 3 de enero recién pasado.

Nacido en 1917, es una persona lúcida y siempre ha gozado de una excelente salud. "Me siento muy bien y con energía", cuenta sonriendo.

El secreto de su longevidad lo atribuye a dos cosas: el vino y la comida de mar. "Yo creo que llegué bien a esta edad porque, durante décadas, me alimenté diariamente de mariscos y pescados", reflexiona.

Y cómo no hacerlo si nació y se crió en el barrio iquiqueño El Colorado, muy cerca de la Caleta Riquelme. "Teníamos una casa a una cuadra del mar. Nos pasábamos todo el día en el agua o revolcándonos en la arena blanca de la playa", recuerda.

Allí creció con su madre, sus tres hermanos y su papá, el veterano de la Guerra del Pacífico José Tomás López Olmos.

"Mi padre nació en Los Andes, pero vivía en San Felipe cuando se produjo el acto heroico de Arturo Prat (1879). Esta situación hizo tomar valor a muchos jóvenes, entre ellos a mi papá, quien se inscribió voluntariamente en la Guerra del Pacífico", dice.

Así, el padre del iquiqueño centenario combatió en la Batalla de Chorrillos y Miraflores (1881), donde fue herido, pero salió con vida. Por su participación fue condecorado con la Medalla de Lima.

Hoy, el cuerpo de este chileno descansa en el Mausoleo Veteranos del 79, ubicado en el Cementerio N° 1 de nuestra ciudad.

No más guerras

A pesar de que la Guerra del Pacífico es parte de su historia familiar, con la experiencia que dan las canas, Juan Luis López no alienta ningún tipo de conflicto armado. "Las guerras son cosa del pasado. Yo creo que hoy en día los conflictos debieran evitarse o solucionarse con conversaciones entre los gobiernos involucrados", plantea.

Además, asegura que los sucesos bélicos solo traen resultados negativos, tanto para quien gana como para quien pierde.

Tarjetero en salitrera

Otra cosa que Juan Luis López recuerda con entusiasmo es su vida pampina. Al egresar del Instituto Comercial de Iquique, se fue a vivir al desierto para realizar su práctica en la Ex Oficina Salitrera Santa Laura.

"Tuve un trabajo muy particular: fui tarjetero. Me levantaba todos los días a las cinco de la mañana para ordenar las tarjetas de los trabajadores. Ellos llegaban, firmaban y yo tenía que entregárselo al gerente", recuerda.

"Ahora meten las tarjetas en una maquinita, marcan el tiempo y listo", dice riendo.

Amigo de cura soto

Eran de barrios vecinos y los dos asistían a la escuela de la Iglesia San Gerardo. Fue así como se hicieron amigos Juan Luis y Domingo, quien después sería el famoso cura Soto.

"Éramos buenos niños, tímidos (...) Era una tontera en ese tiempo, pero él siempre me decía 'yo voy a ser cura y te voy a casar'", dice. Y se hizo verdad. A los 30 años de López, su amigo Domingo Soto lo casó con Ester Toledo.

Con todas estas historia, Juan Luis López está feliz y emocionado de pasar su número 100 en Iquique.

Hace décadas que vive en Viña del Mar, pero su sueño era poder pasar esta fecha especial en la ciudad que siempre ha reconocido como suya.

"Llegué a esta edad con buena salud porque durante años comí diariamente mariscos y pescados".

Juan Luis López Maltés,, iquiqueño centenario."

MEDALLAS POR GUERRA DEL PACÍFICO

Condecoración entregada a José López Olmos, padre del centenario Juan Luis, por combatir en la Batalla de Chorrillos y Miraflores.

Un recuerdo de la Inauguración del Monumento a los Héroes (1922), entregado a veteranos de Guerra del Pacífico.